sábado, 13 de junio de 2015

ECOS DE LA PALABRA DOMINGO 14 DE JUNIO DE 2015


 


Lecturas de la Misa
Domingo 14 de Junio de 2015
XI Domingo Ordinario
Primera Lectura
Ezequiel 17:22-24
22Así dice el Señor Yahveh: También yo tomaré de la copa del alto cedro, de la punta de sus ramas escogeré un ramo y lo plantaré yo mismo en una montaña elevada y excelsa:23en la alta montaña de Israel lo plantaré. Echará ramaje y producirá fruto, y se hará un cedro magnífico. Debajo de él habitarán toda clase de pájaros, toda clase de aves morarán a la sombra de sus ramas.24Y todos los árboles del campo sabrán que yo, Yahveh, humillo al árbol elevado y elevo al árbol humilde, hago secarse al árbol verde y reverdecer al árbol seco. Yo, Yahveh, he hablado y lo haré.

Salmo Responsorial
Salmo 92:2-3, 13-16
2Bueno es dar gracias a Yahveh, y salmodiar a tu nombre, Altísimo,3publicar tu amor por la mañana, y tu lealtad por las noches,13Florece el justo como la palmera, crece como un cedro del Líbano.14Plantados en la Casa de Yahveh, dan flores en los atrios del Dios nuestro.15Todavía en la vejez producen fruto, se mantienen frescos y lozanos,16para anunciar lo recto que es Yahveh: mi Roca, no hay falsedad en él.

Segunda Lectura
II Corintios 5:6-10
6Así pues, siempre llenos de buen ánimo, sabiendo que, mientras habitamos en el cuerpo, vivimos lejos del Señor,7pues caminamos en la fe y no en la visión...8Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor.9Por eso, bien en nuestro cuerpo, bien fuera de él, nos afanamos por agradarle.10Porque es necesario que todos nosotros seamos puestos al descubierto ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal.

Evangelio
Marcos 4:26-34
26También decía: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra;27duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo.28La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga.29Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega.»30Decía también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos?31Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra;32pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra.»33Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle;34no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado.

DÉCIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
(14 de Junio de 2015)
“¿Con qué comparar el reino de Dios, o qué parábola podemos utilizar para describirlo? Es como una semilla de mostaza…” 
Perspectiva Salesiana
Las lecturas de hoy nos ayudan a mantener las cosas en perspectiva. Que no quepa la menor duda: todos hemos sido llamados a seguir los pasos de Jesucristo. Pese a que todos tenemos una responsabilidad muy importante –promover el reino de Dios– la manera más eficaz de responder a este llamado es prestar atención a los detalles; es decir, hacer todas las cosas, incluso las que parecieran menos trascendentales, con un gran amor. 
En su Introducción a la Vida Devota, Francisco de Sales nos exhorta a hacer lo siguiente: 
“Consagren sus manos a las labores arduas: aprendan a orar y a meditar, reciban los sacramentos, guíen a otras almas para que amen a Dios, inculquen las buenas inspiraciones en los corazones de los demás; en resumen, realicen grandes obras conforme a su vocación. Sin embargo, jamás se olviden de… esas pequeñas y humildes virtudes que crecen como flores al pie de la cruz: ayudar a los pobres, visitar a los enfermos, cuidar de sus familias, con todas las responsabilidades que éstas implican y con la diligencia que les urge a no permanecer de brazos cruzados”. 
“Rara vez se nos presentan oportunidades importantes para servir a Dios. Sin embargo, frecuentemente se presentan oportunidades que a simple vista parecen menos relevantes... ustedes se beneficiarán más a los ojos de Dios si aprovechan esas pequeñas oportunidades porque Dios desea que lo hagan". (III, 35, pp. 214 - 215) 
Dios ha puesto a nuestra disposición un sinnúmero de métodos para que logremos nuestra salvación. Gracias a una maravillosa infusión de la gracia de Dios en nuestras mentes, corazones, actitudes y acciones, el Espíritu hace que nuestras obras se conviertan en obras de Dios. Nuestras buenas labores –como plantar pequeñas semillas de mostaza aquí o esparcir pequeñas semillas allá– cuentan con el vigor y la virtud suficiente para hacer un gran bien porque proceden del Espíritu de Jesús.

A la final, las pequeñas cosas que hacemos son realmente significativas a los ojos de Dios. De hecho, ¡lo son todo! 
El Padre Michael S. Murray, OSFS es el Director Principal del Centro Espiritual De Sales. 


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