sábado, 6 de diciembre de 2014

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
(Diciembre 7, 2014)
“Preparen el camino del Señor…”

Perspectiva Salesiana

Las lecturas de Isaías, Marcos y Pedro para este Segundo domingo de Adviento, nos urgen a “preparar el camino del Señor” y a estar listos para el “día de nuestro Señor”. Entrelazado en estas exhortaciones esta un llamado a arrepentirnos y a prepararnos para la llegada triunfante de Cristo. Pedro nos recuerda que desconocemos el día o la hora exacta de la llegada de nuestro Señor y que por ello debemos estar constantemente vigilantes, esperando y “comportándonos.... de forma santa y devota” (2 Pedro 3, 11). En nuestras primeras dos lecturas hay también un mensaje de consuelo y de esperanza. “Consuelo, consuelo mi pueblo dice su Dios. Diríjanse con ternura a Jerusalén” (Isaías 40, 1-2); “Nuestro Señor no posterga el cumplimiento de su promesa en el sentido en que algunos entienden la palabra “postergar”, él es paciente con ustedes y no desea que ninguno perezca sino que anhela que todos logren el arrepentimiento” (2 Pedro 3, 9)

Juan Bautista es nuestro ejemplo a seguir para este segundo domingo de Adviento. Al mismo tiempo que él predica un mensaje de urgencia y de arrepentimiento, también nos señala el camino hacia la salvación: Jesucristo, nuestro Señor. Nosotros estamos llamados a equilibrar la tensión que existe entre la urgencia de organizar nuestras vidas en preparación para la venida de Cristo, y la esperanza de que Dios nos ama y que se preocupa por nosotros, tanto, que a través de este mismo Cristo El nos envía los dones que necesitamos para realizar nuestra vocación en este mundo con devoción y santidad.

San Francisco de Sales nos llama a enfrentar las tensiones, las urgencias y los trastornos de esta vida con una “confianza perfecta” y a no dejarnos llevar por la ansiedad, sino a “sentirnos seguros en manos de Dios y de su divina providencia” para que “él nos ayude en todas las situaciones. Francisco de Sales nos instruye a “permanecer en paz, liberen su imaginación de todo aquello que los preocupe”. Esta vida puede estar llena de frustraciones, de obstáculos, de golpes. En medio de nuestros esfuerzos por mantenernos enfocados en la Palabra de Dios durante el transcurrir de esta vida llena de ocupaciones y estrés, podemos llegar a hacernos vulnerables a la tentación de abandonar nuestra búsqueda hacia la devoción y la santidad. En este día, en esta época de problemas financieros, de terrorismo internacional, de un incremento del desempleo y de tanta incertidumbre, nosotros podemos llegar a desviar nuestra atención del llamado que nos hace Juan Bautista para que preparemos el camino del Señor, para que no nos perdamos la llegada de Cristo a nuestras vidas, a lo más íntimo de nuestro ser.

Francisco de Sales nos urge a acudir a la oración, a preparar nuestros corazones para que estén en paz al comienzo de cada día, y para volver nuestros ojos hacia Dios varias veces durante el día, especialmente en los momentos de crisis, y así recibir todo lo que necesitamos para poder sobrepasar cualquier problema que se nos presente. Por que Dios es paciente con nosotros y no desea la muerte del pecador, sino que desea que él o ella se arrepientan y puedan vivir en la esperanza. Debemos hallar consuelo en el conocimiento de que no importa lo que venga, Dios esta de nuestro lado y El no permitirá que las penas de este mundo nos abrumen siempre y cuando nos entreguemos y entreguemos nuestras vidas a Su providencia. Hacer esto es “preparar el camino del Señor” en preparación para el “día del Senior”.
(Reverendo Joseph DiMauro, OSFS trabaja y vive en Wilmington, Delaware.) 


II Domingo de Adviento
Primera Lectura
Isaías 40:1-5, 9-11
1Consolad, consolad a mi pueblo - dice vuestro Dios.2Hablad al corazón de Jerusalén y decidle bien alto que ya ha cumplido su milicia, ya ha satisfecho por su culpa, pues ha recibido de mano de Yahveh castigo doble por todos sus pecados.3Una voz clama: «En el desierto abrid camino a Yahveh, trazad en la estepa una calzada recta a nuestro Dios.4Que todo valle sea elevado, y todo monte y cerro rebajado; vuélvase lo escabroso llano, y las breñas planicie.5Se revelará la gloria de Yahveh, y toda criatura a una la verá. Pues la boca de Yahveh ha hablado.»9Súbete a un alto monte, alegre mensajero para Sión; clama con voz poderosa, alegre mensajero para Jerusalén, clama sin miedo. Di a las ciudades de Judá: «Ahí está vuestro Dios.»10Ahí viene el Señor Yahveh con poder, y su brazo lo sojuzga todo. Ved que su salario le acompaña, y su paga le precede.11Como pastor pastorea su rebaño: recoge en brazos los corderitos, en el seno los lleva, y trata con cuidado a las paridas.


Salmo Responsorial
Salmo 85:9-14
9Voy a escuchar de qué habla Dios. Sí, Yahveh habla de paz para su pueblo y para sus amigos, con tal que a su torpeza no retornen.10Ya está cerca su salvación para quienes le temen, y la Gloria morará en nuestra tierra.11Amor y Verdad se han dado cita, Justicia y Paz se abrazan;12la Verdad brotará de la tierra, y de los cielos se asomará la Justicia.13El mismo Yahveh dará la dicha, y nuestra tierra su cosecha dará;14La Justicia marchará delante de él, y con sus pasos trazará un camino.


Segunda Lectura
II Pedro 3:8-14
8Mas una cosa no podéis ignorar, queridos: que ante el Señor un día es como mil años y, mil años, como un día.9No se retrasa el Señor en el cumplimiento de la promesa, como algunos lo suponen, sino que usa de paciencia con vosotros, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversión.10El Día del Señor llegará como un ladrón; en aquel día, los cielos, con ruido ensordecedor, se desharán; los elementos, abrasados, se disolverán, y la tierra y cuanto ella encierra se consumirá.11Puesto que todas estas cosas han de disolverse así, ¿cómo conviene que seáis en vuestra santa conducta y en la piedad,12esperando y acelerando la venida del Día de Dios, en el que los cielos, en llamas, se disolverán, y los elementos, abrasados, se fundirán?13Pero esperamos, según nos lo tiene prometido, nuevos cielos y nueva tierra, en lo que habite la justicia.14Por lo tanto, queridos, en espera de estos acontecimientos, esforzaos por ser hallados en paz ante él, sin mancilla y sin tacha.


Evangelio
Marcos 1:1-8
1Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.2Conforme está escrito en Isaías el profeta: Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino.3Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas,4apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados.5Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.6Juan llevaba un vestido de pie de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre.7Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias.8Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»


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