lunes, 23 de febrero de 2015

31er.CONSIDERACION VIRTUDES INTERIORES sFs


EL TRIGESIMOPRIMER DIA

Su apariencia

En conclusión, Francisco de Sales fue un gran hombre en todo sentido de la palabra, y solo pequeño y modesto en sus propios ojos. Su figura era erecta y robusta, su estatura dominante, tenía hombros altos, una cabeza grande, casi calva; tenía un cabello crespo de color castaño, una frente amplia, cejas arqueadas, ojos azules, una nariz de buen corte, mejillas sonrojadas, una boca redonda y una barba larga y poblada. Su voz era profunda y tenía una forma de hablar un poco lenta; sus manos eran grandes y fuertes. El caminaba firme y ociosamente; sus ademanes eran nobles y simples; y sus ropas siempre estaban bien arregladas. En cuanto a su mente, podemos decir que él era un hombre de pensamientos profundos, de un juicio maduro, de una inteligencia calmada que nada en el mundo podía perturbar, y tan ordenado y regular que él
nunca dejo nada de lo que tenía que hacer hoy para mañana y raras veces hizo hoy lo que tenía que hacer mañana, excepto en obediencia a los dictados de la prudencia. Era enemigo del apuro, paciente en todas las cosas, no despreciaba nada, sin importar cuan trivial fuera; era generoso y gentil con los niños, y en resumen tan perfecto en todas las cosas que realmente era la sal de la tierra, la luz del mundo y la lámpara puesta en el lugar del candelabro para iluminar a todos los que estuvieran en la casa. (Carlos Augusto de Sales.)

Mi dulce y tierno padre, qué acaso no es tu deseo que yo pronuncie esta oración desde el fondo de mi corazón? Que mi alma imite tus deseos, deje entrar el aroma de tu dulzura- que siempre ame tu gentileza, tu sumisión y tu simplicidad como la de una paloma. (Pere de la Riviere.)

Un Ramillete Espiritual

Lee las historias y las vidas de los Santos en las que, como en un espejo, tu puedes ver el modelo de la vida Cristiana, y hacer uso de sus acciones como un ejemplo beneficioso, conforme con tu vocación. (Vida Devota, Parte II, cap. XVII.)


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