viernes, 20 de febrero de 2015

28va. CONSIDERACION VIRTUDES INTERIORES sFs


EL VIGESIMOOCTAVO DIA

Su mortificación

San Antonio de Padua apareció ante Francisco de Sales una vez en la iglesia de los Franciscanos de Evian, y le dijo: ‘Así como yo, tú desearás el martirio y no lo obtendrás; tú debes ser el instrumento de tu propio martirio.’ ‘Desde esa noche,’ declara el bendito Obispo, ‘yo tomé la resolución de mortificarme a mí miso y de hacer uso de todas las oportunidades que se me presentaran, grandes y pequeñas, para practicar la virtud Cristiana.’
A partir de esta resolución y de este empeño emanó la perfección con la que él hacia todas las cosas, grandes y pequeñas; y muchas veces él dijo que las cosas que nos molestan, y que nos hacen más humildes, deben ser vistas como nuestro cautiverio y nuestro martirio Cristiano que, aún cuando no es sangriento, de igual manera complace a Dios. Finalmente, él añadió, ‘Aquel que se mortifica es suficientemente mártir, pero en cuanto aquellos que ni se mortifican, ni afrontan con alegría las pruebas que les llegan de los demás, yo no sé a qué rango pueden aspirar en el Reino de Dios siendo que ellos no quieren ser ni mártires ni confesores.’ (Madre F. M. de Chaugy.)

Un Ramillete Espiritual

Nosotros debemos morir para que Dios pueda vivir en nosotros, porque es imposible obtener la unión de nuestra alma con Dios a través de otro medio que no sea el de la mortificación. (Discurso XX.)



No hay comentarios.:

Publicar un comentario