domingo, 8 de febrero de 2015

16ta. CONSIDERACION VIRTUDES INTERIORES sFs


EL DECIMO SEXTO DIA

Su humilde dulzura

Francisco de Sales venció todas sus pasiones por medio de la paciencia y la generosidad. Él dijo que él se había enojado una sola vez en su vida y que se había arrepentido de ello desde el momento en que sucedió. El entregó sus inclinaciones y afectos y luchó como un hombre en contra de sus aversiones y repugnancias.

Él se complacía si alguien dirigía su atención a las imperfecciones que habían observado en él, y se esforzaba por preservar en todo momento, en la mañana, la tarde y la noche, la dulzura y gentileza de corazón hacia sí mismo, y hacia su vecino y para así mantener su alma tranquila.

Francisco de Sales siempre buscó y amó su propia humildad. Su continencia siempre sonreía, sus palabras eran cordiales y llenas de dulzura. Él me dijo que durante muchos años él trabajo solo para poder adquirir la humildad y la dulzura. (Sr. M. A. Fichet.)

Un Ramillete Espiritual

Cada mañana establece tu corazón en la humildad, la dulzura y la paz; renueva este propósito antes de la cena, después de la gracia, después de la Oración de la noche y varias veces durante el día. Yo sé bien que tú también tienes oportunidades de practicar el amor por el desdén, por los rechazos y por los enfados que en el presente te asaltan tan frecuentemente; pero hazlo bien, porque el propósito de la humildad es saber cómo comportarse, como respetar a otros y como conversar con aquellos que sabemos que se oponen a nosotros. (El Director Espiritual.)



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