lunes, 17 de noviembre de 2014

“Derecho al olvido”: Los pecados se quedan en el confesionario

ROMA, 16 Nov. 14 / 06:04 pm (ACI/EWTN Noticias).- Se debate desde hace algún tiempo a nivel teológico el llamado “derecho al olvido” de los pecados. Sobre este tema, el Penitenciario Mayor de la Penitenciaria Apostólica, Cardenal Mauro Piacenza, aseguró que “está bien sancionar a quien se equivoca, pero se tiene el derecho a que los errores del pasado no graven por siempre la reputación de las personas”.
Según informa el diario L’Osservatore Romano, el Cardenal Piacenza clausuró el 13 de noviembre una conferencia sobre el tema “El secreto de confesión y la privacidad pastoral”, celebrado por la Penitenciaría Apostólica en el Palacio de la Cancillería de Roma.
En la ordenación de la justicia divina, explicó el Purpurado, este derecho al olvido “siempre se reconoce al penitente que, con el corazón humilde y arrepentido, se acerca al sacramento de la reconciliación”.
En este sentido, después de la absolución impartida por el confesor “Dios, rico de misericordia, no recuerda más el pecado del penitente, porque fue definitivamente eliminado por la grandeza de su amor”, dijo.
El Penitenciario Mayor subrayó que en el ámbito del secreto de confesión y el secreto sacramental, la Iglesia “ha elaborado durante el curso de los siglos una experiencia riquísima y una normativa detallada y rigurosa, dirigida a tutelar y proteger lo que se puede considerar sin lugar a duda, la forma más alta de secreto, y que pertenece a cada sacerdote confesor”.
La autoridad vaticana señaló que esta normativa es la base “del más amplio secreto ministerial de los sacerdotes y orienta con fuerza la normativa misma de las ordenanzas civiles en tema de secreto profesional”.
El Purpurado recordó algunos de los temas tratados por los relatores, como que la confesión y el acompañamiento espiritual “son los principales medios de la formación en su dimensión personal y más interior”.
En las reuniones también se recordó que en el mundo juvenil “emerge una necesidad de escucha, de relación auténtica en la vedad, de misericordia, de orientación y de salvación”.
La justicia “es otro modo de amar de Dios, es decir, otro modo con el que Dios quiere el bien de los hombre”, y “es necesario subrayar que cuando Dios usa la justicia, ama. Una de las formas de amor es respetar la justicia”, agregó.


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