jueves, 25 de junio de 2015
SEAN CUSTODIOS DE LA VERDAD
Papa Francisco a futuros representantes
pontificios: Sean custodios de la verdad
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Papa Francisco en audiencia con
estudiantes de la Academia Pontificia Eclesiástica. Foto: L'Osservatore Romano
VATICANO, 25 Jun. 15 / 10:44 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco recibió esta mañana a
los estudiantes que acaban de terminar el curso en la Academia Pontificia
Eclesiástica, la institución de la Santa Sede encargada de formar a los diplomáticos que trabajarán en las
Nunciaturas y en la Secretaría de Estado.
El Pontífice les dijo que “la misión que un día estarán llamados a
desempeñar los llevará por todo el mundo. A Europa, necesitada de despertar; a
África, sedienta de reconciliación; a América Latina, hambrienta de nutrición e
interioridad; a América del Norte, que quiere redescubrir las raíces de una
identidad que no se define a partir de la exclusión; a Asia y Oceanía,
desafiadas por la capacidad de fermentar en la diáspora y de dialogar con la
inmensidad de culturas ancestrales”.
El Santo Padre subrayó diversos puntos del camino que les espera,
comenzando por la misión. “Se preparan -dijo- para representar a la Santa Sede
en la Comunidad de Naciones y en las Iglesias locales a las que están
destinados. La Santa Sede es la sede del obispo de Roma, la Iglesia que preside en la caridad, que no
se asienta sobre el vano orgullo de sí misma, sino sobre el valor diario de la
condescendencia -es decir del abajarse- de su Maestro”.
“La verdadera autoridad de la Iglesia Romana es la caridad de Cristo.
Esta es la única fuerza que hace que sea universal y creíble para los hombres y
para el mundo; este es el corazón de su verdad, que no erige muros de división
y exclusión, sino que se hace puente que construye la comunión y llama a la
unidad de la humanidad. Esta es la potencia secreta que alimenta su esperanza
tenaz, invencible pesar de los reveses momentáneos”.
“No se puede representar a alguien sin reflejar sus rasgos, sin recordar
su rostro. Jesús dice: ‘El que me ha visto, vio al Padre’. No están llamados a
ser altos funcionarios de un Estado, de una casta superior, bienvenida en los
salones mundanos, sino para ser custodios de una verdad que sostiene en
profundidad a los que la proponen, y no al contrario”.
“Es importante que no dejen que los aridezcan los cambios de destino:
cultiven raíces profundas, mantengan la memoria viva de por qué emprendieron
este camino, no permitan que los vacíe el cinismo, ni consientan que se
desvanezca el rostro de Cristo que es la raíz de su recorrido”.
Asimismo reiteró que la preparación específica de la Academia está
encaminada a que los futuros diplomáticos estimen las realidades con que se
encontrarán y las amen “incluso en la pequeñez que puedan mostrar”.
“De hecho -destacó- se preparan para convertiros en ‘puentes’,
pacificando e integrando en la oración y el combate espiritual, la tendencia a
afirmarse sobre los demás, la presunta superioridad de la mirada que impide el
acceso a la sustancia de la realidad, la pretensión de saber ya lo suficiente.
Para conseguirlo es necesario que no incorporen en el entorno donde actúen, sus
patrones de comprensión, parámetros culturales o antecedentes eclesiales”.
El Papa resaltó que “el servicio al que han sido llamados, requiere la
tutela de la libertad de la Sede Apostólica que, para no traicionar su misión
ante Dios y para el verdadero bien de los hombres, no puede dejarse aprisionar
por la lógica de las pertenencias, convertirse en rehén de la contabilidad de
las facciones, contentarse con la división entre cónsules, someterse a los
poderes políticos y dejarse colonizar por los pensamientos fuertes de turno o
por la hegemonía ilusoria de la ‘corriente principal’. Están llamados a buscar,
en las iglesias y pueblos entre los cuales éstas viven y sirven, el bien que
debe alentarse”.
“Para llevar a cabo lo mejor posible esta misión hay que dejar la actitud
del juez y ponerse el traje de pedagogo, de aquel que es capaz de hacer brotar
de las iglesias y de sus ministros el potencial para el bien que Dios no deja
de sembrar”.
Francisco exhortó luego a “no esperar que el terreno esté listo sino a
tener el coraje de ararlo con sus propias manos -sin tractores u otros medios
más eficaces de los cuales nunca podremos disponer- para prepararlo a la
siembra, esperando con la paciencia de Dios, la cosecha, de la cual tal vez no
serán los beneficiarios; a no pescar en los acuarios o en los viveros, sino a
tener el valor de dejar los márgenes de seguridad de lo que ya se conoce y
echar las redes y cañas de pescar en zonas menos descontadas, sin adaptaros a
comer pescado enlatado por otros”.
LAUDATO SI¨ REFLEXION MORAL Y ESPIRITUALIDAD
Mons. Gómez: Laudato Si’ es una reflexión
moral y espiritual sobre nuestro tiempo
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LOS ÁNGELES, 24 Jun. 15 / 10:19 pm (ACI).- En su nueva columna semanal titulada “Alabado seas
y el don de la creación” Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles (Estados
Unidos) realiza un análisis sobre algunos temas desarrollados en la nueva
encíclica del Papa Francisco, Laudato Si’, que trata sobre el cuidado a la
creación.
En
esta encíclica el Papa enfatiza habla de una serie de temas importantes
sobre la creación. Al respecto el Arzobispo de Los Ángeles indica que “ Laudato
Si’ no es tanto una obra sobre la política o la economía; se trata más bien de
una reflexión moral y
espiritual sobre nuestro tiempo”.
Recuerda
luego las palabras del Pontífice sobre poner en su lugar al ser humano y acabar
con su pretensión de ser el dueño absoluto de la tierra, y proponiendo a Dios
Padre como el creador y único dueño del mundo: “porque de otro modo el ser
humano tenderá siempre a querer imponer a la realidad sus propias leyes e
intereses”, escribe el Papa. Asimismo, añade que el orden natural en el mundo
es designio del Padre.
También
enfatiza en que el hombre está en el centro del plan de Dios para la creación,
al ser creado a su imagen y semejanza.
“El
amor de Dios es el móvil fundamental de todo lo creado… Entonces, cada criatura
es objeto de la ternura del Padre, que le da un lugar en el mundo. Hasta
la vida efímera
del ser más insignificante es objeto de su amor y, en esos pocos segundos de
existencia, él lo rodea con su cariño”.
Por
otro lado, el Arzobispo de Los Ángeles señala que aunque el Papa acepta la
teoría científica de la evolución, rechaza cualquier intento de reducir al ser
humano como un mero producto en los procesos naturales. Para él la persona
tiene algo de sagrado.
Asimismo,
el Santo Padre rechaza quienes se preocupan más por los temas ambientales que
por las necesidades humanas. Existe un “relativismo cultural” y “una obsesión
por negar toda preeminencia a la persona humana”, en la que “se lleva adelante
una lucha por otras especies que no desarrollamos para defender la igual
dignidad entre los seres humanos”.
Mons.
Gómez indica que el Papa utiliza palabras fuertes para condenar a aquellos que
proponen el aborto y
el control de natalidad como soluciones a los problemas ambientales.
Más
bien, recuerda las palabras de Francisco sobre la necesidad de recuperar
el sentido de la responsabilidad por los demás.
“Hace
falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una
responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y
honestos”, manifiesta el Papa.
El
Arzobispo señala que el antídoto propuesto por el Pontífice contra el
consumismo y la cultura del desperdicio es la espiritualidad cristiana.
“Nuestra
fe, dice, nos lleva a un estilo de vida, a “una actitud del corazón” que se
caracteriza por la moderación, la humildad y la gratitud; y encuentra la
felicidad en las pequeñas cosas de la vida y “se entrega a cada momento como
don divino que debe ser plenamente vivido”.
Para
leer la columna completa haga clic en el siguiente enlace:https://www.aciprensa.com/josegomez/alabado-seas-y-el-don-de-la-creacion/
TODOS POR EL ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS
Monasterios de todo el mundo rezarán por
Encuentro Mundial de las Familias Filadelfia 2015
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VATICANO, 25 Jun. 15 / 01:01 pm (ACI/EWTN Noticias).- Esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha
tenido lugar la presentación del VIII Encuentro Mundial de las Familias que se
celebrará en Filadelfia (Estados Unidos) del 22 al 27 septiembre próximo bajo
el lema ''El amor es nuestra misión: La familia plenamente viva".
Han
intervenido el Arzobispo Vincenzo Paglia, Presidente del Consejo Pontificio
para la Familia, el Arzobispo de Filadelfia, Mons. Charles Joseph Chaput, con
el Obispo Auxiliar Mons. John J. McIntyre; y los esposos Jerry y Lucille
Francesco, de la misma arquidiócesis, que tienen 50 años de casados.
En
su intervención Mons. Paglia destacó que el Encuentro Mundial de las Familias
es una valiosa oportunidad para situarlas en el centro de la Iglesia y de la sociedad civil .
''La
familia co-edifica la Iglesia y sostiene la sociedad. Y en los días de la
conferencia, se presentarán los resultados de algunos estudios científicos
internacionales que han estudiado su influencia positiva”.
La
familia, resaltó, “incesantemente, pide ayuda y apoyo a toda la comunidad
eclesial - y en los próximos días voy a escribir a todos los monasterios del
mundo para pedir que acompañen con su oración estos días tan importantes- y a
la sociedad civil que no puede permanecer indiferente ante tanta belleza y
bondad, eficaz y vital''.
El
Prelado subrayó el carácter mundial del evento y en el deseo de que sea visto y
narrado en todo el mundo porque ''la familia es patrimonio de toda la
humanidad, en cualquier latitud, en cualquier cultura y ha sido bendecida por
toda religión. Por eso habrá una importante presencia de otras confesiones
cristianas y de diversas grandes tradiciones religiosas”. “Estamos trabajando
para contar con la presencia de delegaciones de todo el mundo y especialmente
de las iglesias locales más pobres. Filadelfia será una gran fiesta de las
familias: en ese espectáculo podremos vislumbrar y tendremos que mostrar la
belleza y la posibilidad de que toda la humanidad se convierta en una única
familia de pueblos. Es el sueño de la paz, es el sueño de Dios''.
Esa
universalidad se reflejará en el acto final del encuentro, cuando el Papa
Francisco, al final de la misa del
domingo, 27 de septiembre, entregará el Evangelio de Lucas, ''la buena noticia
de la misericordia de Dios, que es Jesús, a las familias de grandes ciudades de
los cinco continentes: Kinshasa (África), La Habana (América), Hanói (Asia),
Sydney (Australia) y Marsella (Europa)”.
“Es
un gesto simbólico que anunciará el envío de un millón de copias del libro a
esas capitales, Queremos que el Evangelio de la Misericordia se anuncie en las
grandes ciudades del mundo, especialmente en los barrios más pobres y
periféricos. Queremos proporcionar el alimento del Evangelio a las familias del
mundo para construir lazos de amor entre ellas, en la Iglesia y en la
sociedad''.
Por
su parte el Arzobispo de Filadelfia facilitó algunos datos del Encuentro, para
el que se prevé la asistencia de un millón de personas y al que ya se han
inscrito representantes de más de cien naciones.
Hasta
la fecha se han registrado 6.100 voluntarios para prestar ayuda de diverso tipo
y, los organizadores del evento, cuentan con poner a disposición de los
participantes más de 5.000 autobuses y más de 1.600 personas se han adherido al
programa ''Da hospitalidad a una familia''.
miércoles, 24 de junio de 2015
CATEQUESIS SOBRE LAS HERIDAS EN LA FAMILIA
Catequesis del Papa sobre las heridas en la
familia
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VATICANO, 24 Jun. 15 / 11:13 am (ACI).- El Papa Francisco dedicó su reflexión de hoy en la
audiencia general a las heridas en las familias y su repercusión en el alma de
los hijos que los pueden acompañar el resto de su vida.
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En
las últimas catequesis hemos hablado de la familia que vive las fragilidades de la condición
humana, la pobreza, la enfermedad, la muerte. Hoy, en cambio, reflexionamos
sobre las heridas que se abren precisamente en el interior de la convivencia
familiar. Es decir, cuando en la misma familia, nos hacemos mal. ¡Es la cosa
más fea!
Sabemos
bien que en ninguna historia familiar faltan los momentos en los cuales la
intimidad de los afectos más queridos es ofendida por el comportamiento de sus
miembros. Palabras y acciones ¡y omisiones! que en vez de expresar amor, lo
quitan o, peor todavía, lo mortifican. Cuando estas heridas, que son todavía
remediables se descuidan, se agravan: se transforman en prepotencia,
hostilidad, desprecio. Y a este punto pueden transformarse en laceraciones
profundas, que dividen a marido y mujer e inducen a buscar en otro lado
comprensión, apoyo y consuelo. ¡Pero a menudo estos “apoyos” no piensan en el
bien de la familia!
El
vaciamiento del amor conyugal difunde resentimiento en las relaciones. Y a
menudo la desunión “cae” encima de los hijos.
Los
hijos. Quisiera detenerme un poco sobre este punto. No obstante nuestra
sensibilidad aparentemente evolucionada, y todos nuestros refinados análisis
psicológicos, me pregunto si no nos hemos anestesiado también con respecto a
las heridas del alma de los niños. Cuanto más se trata de compensar con regalos
y dulces, más se pierde el sentido de las heridas – más dolorosas y profundas –
del alma. Hablamos mucho de trastornos comportamentales, de salud psíquica, de
bienestar del niño, de ansia de los padres y de los hijos. ¿Pero sabemos
todavía qué es una herida del alma? ¿Sentimos el peso de la montaña que aplasta
el alma del niño, en las familias en las cuales se tratan mal y se hacen mal,
hasta romper el vínculo de fidelidad conyugal? ¿Qué peso tiene, en nuestras
elecciones –elecciones equivocadas, por ejemplo– qué peso tiene el alma de los
niños? Cuando los adultos pierden la cabeza, cuando cada uno piensa sólo en sí
mismo, cuando papá y mamá se hacen mal, el alma de los niños sufre mucho,
prueba una sensación de desesperación. Y son heridas que dejan una marca para
toda la vida.
En
la familia, todo está relacionado junto: cuando su alma está herida en algún
punto, la infección contagia a todos. Y cuando un hombre y una mujer, que se
han comprometido a ser “una sola carne” y a formar una familia, piensan obsesivamente
en las propias exigencias de libertad y de gratificación, esta distorsión
carcome la vida de los hijos. Tantas veces los niños se esconden para llorar
solos… Debemos entender bien todo esto. Marido y mujer son una sola carne. Pero
sus criaturas son carne de su carne. Si pensamos a la dureza con la cual Jesús
exhorta a los adultos a no escandalizar a los pequeños – hemos escuchado el
pasaje del Evangelio (cfr. Mt 18,6), podemos comprender mejor también su
palabra sobre la grave responsabilidad de custodiar el vínculo conyugal que da
comienzo a la familia humana (cfr. Mt 19,6-9).
Cuando
el hombre y la mujer se transformaron en una sola carne, todas las heridas y
todos los abandonos del papá y de la mamá inciden en la carne viva de los
hijos.
Por
otra parte, es verdad que hay casos en los cuales la separación es inevitable.
A veces puede volverse incluso moralmente necesaria, cuando precisamente se
trata de sustraer al cónyuge más débil o a los hijos pequeños, a las heridas
más graves causadas por la prepotencia y por la violencia, por el desaliento y
por la explotación, por la ajenidad y la indiferencia.
No
faltan, gracias a Dios, aquellos que sostenidos por la fe y por el amor a los
hijos, dan testimonio de su fidelidad a un vínculo en el cual han creído,
aunque parezca imposible hacerlo revivir. Pero no todos los separados sienten
esta vocación. No todos reconocen, en la soledad, un llamado del Señor dirigido
a ellos.
A
nuestro alrededor encontramos diversas familias en situaciones así llamadas
irregulares – no me gusta esta palabra - y nos hacemos tantas preguntas. ¿Cómo
ayudarlas? ¿Cómo acompañarlas? ¿Cómo acompañarlas para que los niños no se
vuelvan rehenes del papá o de la mamá?
Pidamos
al Señor una fe grande, para mirar la realidad con la mirada de Dios; y una
gran caridad, para acercarnos a las personas con su corazón misericordioso.
SAN JUAN BAUTISTA
Hoy la Iglesia celebra el nacimiento de San
Juan Bautista, el "Profeta del Altísimo"
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REDACCIÓN CENTRAL, 24 Jun. 15 / 12:03
am (ACI).-
“La Iglesia celebra el nacimiento de Juan como algo
sagrado y él es el único de los santos cuyo nacimiento se festeja”, explicaba
el Obispo San Agustín (354-430) en sus sermones ya en los primeros siglos del
cristianismo.
“Juan
viene a ser como la línea divisoria entre los dos Testamentos, el antiguo y el
nuevo. Así lo atestigua el mismo Señor, cuando dice: La ley y los
profetas llegaron hasta Juan”, añadía el Santo Doctor de la Iglesia.
San
Juan Bautista nació seis meses antes de Jesucristo. En el primer capítulo de
San Lucas se narra que Zacarías era un sacerdote judío casado con Santa Isabel
y no tenían hijos porque ella era estéril. Estando ya de edad muy avanzada, el
ángel Gabriel se le apareció a Zacarías de pie a la derecha del altar.
El
mensajero divino le comunicó que su esposa iba a tener un hijo, que sería el
precursor del Mesías, y a quien pondría por nombre Juan. Zacarías dudó de esta
noticia y Gabriel le dijo que quedaría mudo hasta que todo se cumpla.
Meses
después, cuando María recibió el anuncio de que sería madre del Salvador, la
Virgen partió a ver a su prima Isabel y se quedó ayudándole hasta que nació San
Juan.
Así
como el nacimiento del Señor se celebra cada 25 de diciembre, cercano al
solsticio de invierno (el día más corto del año), el nacimiento de San Juan es
el 24 de junio, alrededor del solsticio de verano (el día más largo). Así,
después de Jesús los días van a más y después de Juan, los días van a menos
hasta que vuelve “a nacer el sol”.
La
Iglesia señaló estas fechas por el siglo IV con la finalidad de que se
superpongan a dos fiestas importantes del calendario greco-romano: “día del
sol” (25 de diciembre) y el “día de Diana” en el verano, cuya fiesta
conmemoraba la fertilidad. El martirio de San Juan Bautista se conmemora cada
29 de agosto.
El
Profeta del Altísimo
El
24 de junio de 2012, con ocasión de esta fiesta, el entonces Papa Benedicto XVI afirmó
que el ejemplo de San Juan Bautista, llama a los cristianos “a convertirnos, a
testimoniar a Cristo y anunciarlo a tiempo y contra el tiempo”.
En
sus palabras previas al rezo del Ángelus, recordó la vida de San Juan Bautista e indicó que “si se
excluye la Virgen María, el Bautista es el único santo de quien la liturgia
festeja el nacimiento, y lo hace porque está estrechamente relacionado con el
misterio de la Encarnación del Hijo de Dios”.
“Desde
el seno materno, en efecto, Juan es el precursor de Jesús: su prodigiosa
concepción es anunciada por el Ángel a María como signo de que “nada es
imposible a Dios”.
Benedicto XVI recordó
que “el padre de Juan, Zacarías, marido de Isabel, pariente de María, era
sacerdote del culto judío. Él no creyó enseguida al anuncio de una paternidad
ya inesperada y por este motivo quedó mudo hasta el día de la circuncisión del
niño, al cual él y su mujer le dieron el nombre indicado por Dios, es decir
Juan, que significa ‘el Señor hace gracia’”.
“Animado
por el Espíritu Santo, Zacarías habló así de la misión del hijo: ‘y tú niño
serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparando
sus caminos, para hacer conocer a su Pueblo la salvación mediante el perdón de
los pecados’”.
Explicó
que “todo esto se manifestó 30 años después, cuando Juan bautizaba en el río
Jordán, se puso a bautizar, llamando a la gente a prepararse, con aquel gesto
de penitencia, a la inminente venida del Mesías, que Dios le había revelado
durante su permanencia en el desierto de Judea”.
“Cuando
un día, desde Nazaret, viene Jesús mismo para hacerse bautizar, Juan primero
rechazó, pero luego aceptó, y vio el Espíritu Santo posarse sobre Jesús y oyó
la voz del Padre celeste que lo proclamaba su Hijo”.
El
Santo Padre explicó que la misión de San Juan Bautista no se había cumplido
hasta entonces, pues “poco tiempo después, se le pidió que anticipara a Jesús
también en la muerte violenta. Juan fue decapitado en la cárcel del rey Herodes
y así dio pleno testimonio del Cordero de Dios, a quien él, primero que todos,
había reconocido e indicado públicamente”.
Benedicto
XVI también recordó que "la Virgen María ayudó la anciana pariente Isabel
a llevar hasta el último la concepción de Juan". "Ella ayude a todos a
seguir a Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios, que el Bautista anunció con gran
humildad y ardor profético", concluyó.
LAUDATO SI´, LLAMADO A LA CONVERSIÓN
Laudato Si’ es un llamado a la conversión
total de las personas, dice Cardenal español
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Cardenal Ricardo Blazquez -
Presentación de Laudato Sii - CEE / Foto: Blanca Ruiz (ACI Prensa)
MADRID, 23 Jun. 15 / 04:59 pm (ACI).- El Presidente de la Conferencia Episcopal Española
(CEE), Cardenal Ricardo Blázquez, ha valorado la nueva encíclica Laudato Si’
del Papa Francisco como “una excelente encíclica” que llama a la conversión
integral de la persona.
Un
texto especialmente influenciado por San Francisco de Asís, algo que el
Cardenal Blázquez ha explicado como “una de las consecuencias de haber elegido
este nombre para su ministerio”, durante la presentación que el Episcopado ha
hecho de este texto del Santo Padre.
“Me
siento profundamente unido al Papa en esta encíclica que presta un excelente
servicio no solo a la Iglesia y a los católicos, a las personas creyentes
sino a la humanidad”, ha subrayado y ha apuntado también que “en la medida que
conozco (el texto) me parece magnífico, perfectamente trabado, con muchas
perspectivas”.
En
ese sentido el Cardenal Blázquez ha explicado que esa conversión al cuidado del
medio ambiente y de la persona va paralela a la conversión pastoral. “Se trata
de que todo encuentro con Nuestro Señor Jesucristo nos pregunte y nos impulse a
que reflexionemos sobre nuestras relaciones con las cosas y con las
personas. No es una conversión de introversión sino que la totalidad de
la realidad la introduce con la relación con Nuestro Señor Jesucristo
en la fe”.
“La
cuestión ecológica no se trata sólo de la superar fenómenos o de comprender las
causas sino de suscitar una actitud, posturas, comportamientos coherentes con
esta ética. Somos responsables de las generaciones que vendrán, hay una
responsabilidad intergeneracional de los que vivimos contemporáneamente. Una
responsabilidad de comunión y fraternidad con los que vayan llegando”, ha
afirmado el Purpurado.
“El
hecho de haber elegido el nombre de Francisco como Papa está teniendo unas
consecuencias muy importantes en el desarrollo de su ministerio”, ha asegurado el
Cardenal que también ha apuntado que en la encíclica aparece “la percepción de
la fraternidad universal” de San Francisco de Asís
“San
Francisco de Asís está constantemente emergiendo a lo largo de la encíclica y
proporciona una dimensión humanizadora, mística, espiritual y poética”, ha
asegurado el Cardenal.
Se
trata, según el presidente de la CEE, de “un texto que se prestaría a una
antología muy amplia de titulares porque son frases atinadas por la
formulación, por la sabiduría y también por la belleza”.
martes, 23 de junio de 2015
PERDON A EVANGELICOS
¿Por qué el Papa Francisco pidió perdón a
evangélicos en Turín?
Por Alvaro de Juana
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Foto Petrik Bohumil / ACI Prensa
TURÍN, 23 Jun. 15 / 12:13 pm (ACI).- “De parte de la Iglesia les pido perdón”. “Les pido perdón por las
actitudes y los comportamientos no cristianos, incluso no humanos que, en la
historia, hemos tenido contra ustedes”. El Papa Francisco continúa de visita en
la ciudad italiana de Turín y en la mañana visitó el templo valdense de la
ciudad, donde hizo esta petición. Es la primera vez en la historia que un
Pontífice entra en un templo de esta confesión religiosa.
Los
valdenses surgieron hace más de ocho siglos liderados por Valdo que fundó un
movimiento llamado “los pobres de Lyon” (Francia). Se difundieron luego en
Italia y el resto de Europa.
Durante
siglos sufrieron una severa persecución. Entre sus más firmes opositores estuvo
la Iglesia Católica. Fueron excomulgados por el Papa y expulsados de España por
orden del entonces Rey Alfonso II de Aragón. En 1532 se unieron a la reforma
protestante calvinista.
Perseguidos
y aislados los tres siglos sucesivos, los valdenses obtuvieron los derechos
civiles en 1848 y se difundieron en Italia. En este país tienen unos 25 mil
miembros, mientras que en Argentina y Uruguay tienen unos 15 mil.
“En
nombre del Señor Jesucristo, ¡Perdónennos!”, exclamó el Santo Padre.
Repasando
la relación que la Iglesia Católica ha tenido en su historia con los valdenses,
Francisco aseguró que “no podemos más que afligirnos frente a los conflictos y
la violencia cometida en nombre de la fe, y pido al Señor que nos de la gracia
de reconocernos todos pecadores y de sabernos perdonar los unos a los otros”.
El
Papa fue recibido a su llegada por varias personalidades, entre ellas el
Presidente del Consistorio de
la Iglesia Evangélica de Turín, Sergio Velluto, y el pastor responsable de la
misma, Paolo Ribert.
Poco
después, pronunció el discurso en el que pidió perdón por las divisiones y
enfrentamientos que a lo largo de la historia hubo entre la Iglesia Católica y
los valdenses, y recordó algunos hechos concretos que certifican el cambio de
rumbo y las buenas relaciones de los últimos tiempos.
Recordó
que ya en Argentina –cuando era Arzobispo de Buenos Aires– mantuvo algún
encuentro con los valdenses de allí, en Río de la Plata, en los que “pude
apreciar la espiritualidad y la fe, y aprender muchas cosas buenas”.
En
concreto, “uno de los principales frutos que el movimiento ecuménico ha permitido
recoger en estos años es el redescubrimiento de la fraternidad que une a todos
aquellos que creen en Jesucristo y son bautizados en su nombre”.
“Este
lazo no está basado en criterios simplemente humanos, sino en la radical
experiencia compartida fundada de la vida cristiana: el encuentro con el amor de Dios
que se revela a nosotros en Jesucristo y la acción transformadora el Espíritu
Santo que nos asiste en el camino de la vida”.
Por
eso, “el redescubrimiento de tal fraternidad nos permite acoger el profundo
lazo que ya nos une, a pesar de nuestras diferencias”.
En
este sentido, el Pontífice quiso subrayar que “se trata de una comunión todavía
en camino –y la unidad se hace caminando– una comunión que, con la oración, con
la continua conversión personal y comunitaria y con la ayuda de los teólogos,
esperemos, confiados en la acción del Espíritu Santo, pueda ser plena y visible
comunión en la verdad y en la caridad”.
Sin
embargo, “la unidad que es fruto del Espíritu Santo no significa uniformidad”,
manifestó recordando después que en el Nuevo Testamento se dice que muchos
compartían la misma fe en Jesús, pero “se intuye que no todas las comunidades
cristianas, de las que eran parte, tenían en el mismo estilo ni una idéntica
organización interna”.
No
obstante, “ha sucedido y continúa sucediendo que los hermanos no aceptan la
diversidad y terminan haciéndose la guerra los unos contra los otros”.
“Por
iniciativa de Dios, que no se resigna nunca frente al pecado del hombre, se
abren nuevas vías para vivir nuestra fraternidad, y a esto no podemos escapar”,
dijo Francisco.
“Por
lo tanto, estamos profundamente agradecidos al Señor al constatar que las
relaciones entre católicos y valdenses hoy están más fundadas en el mutuo
respeto y en la caridad fraterna”.
Estas
relaciones se han hecho evidentes en algunos hechos que el Pontífice mencionó,
como la publicación en italiano de una traducción interconfesional de la Biblia, los arreglos pastorales para la celebración
del matrimonio y,
más recientemente, la redacción de un manifiesto conjunto contra la violencia a
las mujeres.
El
Papa contó también que en la pasada Pascua,
la iglesia valdense de la ciudad de Pinerolo donó a los católicos el vino para
la vigilia y, a su vez la diócesis entregó el pan para la Santa Cena del
Domingo de Resurrección. “Se trata de un gesto entre las dos Iglesias que va
más allá de la simple cortesía y que hace pregustar –como anticipo de alguna
manera- la unidad de la mesa eucarística que anhelamos”.
Así,
“estamos llamados a caminar juntos” en un “ámbito en el que se abren amplias
posibilidades de colaboración entre valdenses y católicos y la evangelización”.
“Conscientes
de que el Señor nos ha precedido y siempre nos precede en el amor, vayamos
juntos al encuentro de los hombres y de las mujeres de hoy, que a veces parecen
distraídos e indiferentes, para transmitirles el corazón del Evangelio, a saber
‘la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y
resucitado’”.
El
Papa también sugirió que ambas confesiones pueden unirse todavía más en el servicio
“a la humanidad que sufre, a los pobres, a los enfermos, a los inmigrantes”.
Después
de agradecerles la labor que hacen con ellos, el Santo Padre aseguró que “de la
obra liberadora de la gracia en cada uno de nosotros deriva la exigencia de
testimoniar el rostro misericordioso de Dios que toma cuidado de todos y, en
particular, de quien se encuentra en la necesidad”.
“La
elección de los pobres, de los últimos, de aquellos que la sociedad excluye,
nos acerca al corazón mismo de Dios, que se ha hecho pobre para enriquecernos
con su pobreza y, como consecuencia, nos acerca más los unos a los otros”.
En
definitiva, “que las diferencias sobre importantes cuestiones antropológicas y
éticas, que continúan existiendo entre católicos y valdenses, no impidan encontrar
formas de colaboración en estos y otros campos”, pidió el Papa.
“Si
caminamos juntos, el Señor nos ayuda a vivir la comunión que precede a cada
contraste”. El Papa se despidió pidiendo mirar “antes que nada la grandeza de
nuestra fe común y de nuestra vida en Cristo y en el Espíritu Santo, y,
solamente después, las diferencias que todavía subsisten”.
El
Papa Francisco se encuentra de visita en Turín desde primera hora del domingo.
Ese día veneró la Sábana Santa en la Catedral, celebró un encuentro con gente
del mundo del trabajo, presidió una multitudinaria Misa y
se reunió con miembros de la familia Salesiana con ocasión de los 200 años del
nacimiento de su fundador, San Juan Bosco. Al final del día sostuvo un alegre
encuentro con los jóvenes locales.
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