Papa Francisco: Con enfermos en casa, la
familia vive el heroísmo y enseña solidaridad
Por Alvaro de Juana
VATICANO, 10 Jun. 15 / 10:31 am (ACI).- El Papa Francisco dedicó la catequesisde la Audiencia
General a la enfermedad en la familia, una “experiencia de nuestra fragilidad, que
vivimos sobre todo en la familia, desde niños, y después sobre todo desde
ancianos, cuando llegan los achaques”.
El
Papa explicó que “muchas veces, para un padre y una madre es más difícil
soportar el mal de un hijo, de una hija que el suyo propio”. Por eso, la
familia “ha sido siempre el 'hospital' más cercano”. A este respecto, aseguró
que en muchos lugares del mundo “el hospital es un privilegio para pocos, y a
menudo es lejano” por lo que “son la madre, el padre, los hermanos, las
hermanas y los abuelos los que garantizan los cuidados y ayudan a que se cure”.
“Esta
cercanía cristiana, de familia a familia, es un verdadero tesoro para la
parroquia, un tesoro de sabiduría, que ayuda a las familias en los momentos
difíciles a hacer entender el Reino de Dios mucho mejor que muchos discursos”.
“Son caricias de Dios”, aseguró.
El
Pontífice habló de las “heroicidades” de muchas familias que cuidan a sus
enfermos, a pesar de tener luego que ir a trabajar y no haber descansado lo
necesario. Francisco manifestó entonces una situación que a menudo se da en
la vida:
“cuántas veces vemos llegar al trabajo –todos lo hemos visto– a un hombre y una
mujer con la cara de cansado, con una actitud de cansancio. Pero, ¿qué sucede?
'He dormido solo dos horas porque en casa hacemos turnos para estar con el
niño, la niña, el enfermo, el abuelo, la abuela...' Es una jornada continua con
el trabajo”.
“Estas
cosas son heroicas, son heroicidades de las familias, las heroicidades
escondidas que se hacen cuando uno está enfermo, cuando el padre, la madre, la
hija o el hijo... y se hacen con ternura y valentía”, aseguró el Papa.
Se
trata también de una cuestión de educación, algo que el Pontífice resaltó en la
catequesis: “pienso lo importante que es educar a los hijos desde pequeños en
la solidaridad en el tiempo de la enfermedad” porque “una educación que no
tiene en cuenta la sensibilidad por la enfermedad humana hace marchitar el
corazón, y hace que los chicos sean 'anestesiados' hacia el sufrimiento de los
demás, incapaces de enfrentarse con el sufrimiento y de vivir la experiencia del
límite”.
Hablando
todavía de la educación, indicó que “la debilidad y el sufrimiento de nuestros
afectos más queridos y más sagrados pueden ser para nuestros hijos y nuestros
nietos, una escuela de vida” y es así “cuando los momentos de enfermedad son
acompañados de la oración y de la cercanía afectuosa y premurosa de los
familiares”.
El
Pontífice recordó el episodio en el que los discípulos discutían sobre el ciego
de nacimiento y explicó que la tarea de la Iglesia también está en “ayudar a los enfermos, no
perderse en murmuraciones. Ayudar siempre, consolar, levantar, estar cerca de
los enfermos”.
El
Santo Padre subrayó que “la Iglesia invita a la oración continua por los seres
queridos afectados por el mal” porque “la oración por los enfermos no debe
faltar”. “Ante todo tenemos que rezar más, ya sea personalmente o en
comunidad”.
El
Papa se sirvió del episodio evangélico de la mujer Cananea, “una mujer pagana”
que “suplica a Jesús que sane a su hija”. “Para poner a prueba su fe le
responde Jesús con dureza: 'No puedo, debo pensar antes en las ovejas de
Israel'. Pero la mujer no se dio por vencida -una madre, cuando pide ayuda para
su criatura nunca se da por vencida, todos lo sabemos, las madres luchan por
los hijos- y le dijo: 'también a los perros, cuando los dueños se alimentan, se
les da algo'. Como diciendo 'al menos trátame como a uno de ellos'. Entonces,
'Jesús le dice: 'Mujer, ¡tu fe es grande! Que sea como deseas”.
Frente
a la enfermedad, “también en la familia surgen dificultades, a causa de la
debilidad del hombre. Pero, en general, el tiempo de la enfermedad hace crecer
la fuerza de los lazos familiares”. Francisco recordó que “la comunidad
cristiana sabe bien que la familia, en la prueba de la enfermedad, no está
sola”.
“Debemos
dar gracias al Señor por las preciosas experiencias de fraternidad eclesial que
ayudan a las familias atravesar el difícil momento del dolor y del
sufrimiento”.
Como
es costumbre, el Santo Padre dirigió un saludo especial a los jóvenes, enfermos
y recién casados: “el próximo sábado celebraremos la memoria del Corazón
Inmaculado de María. Que este día les haga comprender, queridos jóvenes, la
importancia del amor puro; que sea su apoyo, queridos enfermos, en los momentos
de gran dificultad; y que les sostenga a ustedes, queridos esposos recién
casados, en su camino conyugal”.
Para
leer el texto completo de la catequesis, ingrese a: https://www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-catequesis-del-papa-sobre-la-familia-y-la-enfermedad-73902/
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