Papa Francisco sobre la pobreza: Si tu fe no
llega a los bolsillos, no es genuina
VATICANO, 16 Jun. 15 / 01:05 pm (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco dedicó su homilía de la Misa que
celebró esta mañana a reflexionar sobre la pobreza cristiana y explicó que
cuando se ayuda a un pobre siempre se debe ir más allá de la simple
solidaridad.
El
Santo Padre, refiere Radio Vaticano, señaló que “cuando nosotros ayudamos a los
pobres, no hacemos cristianamente obras de beneficencia. Esto es bueno, es
humano –las obras de beneficencia son cosas buenas y humanas– pero esta no es
la pobreza cristiana que quiere Pablo, que predica Pablo”.
“La
pobreza cristiana es que yo doy de lo mío y no de lo superfluo, incluso de lo
necesario al pobre, porque sé que él me enriquece. ¿Y por qué me enriquece
el pobre? Porque Jesús ha dicho que Él mismo está en el pobre”.
Cuando
me despojo de algo, prosiguió el Papa, “pero no solo de lo superfluo, para dar
a un pobre, a una comunidad pobre”, esto “me enriquece”. “Jesús actúa en mí
cuando hago esto y Jesús obra en él, para enriquecerme cuando hago esto”.
“Esta
es la teología de la pobreza; por esto la pobreza está en el centro del
Evangelio; no es una ideología. Es precisamente este misterio, el misterio
de Cristo que se ha abajado, se ha humillado, se ha empobrecido para
enriquecernos. Así se comprende porqué la primera de las Bienaventuranzas
es: ‘Bienaventurados los pobres de espíritu’”.
El
Papa Francisco resaltó que “ser pobre de espíritu es ir por este camino del
Señor: la pobreza del Señor que, también se abaja tanto que se hace ‘pan’ por
nosotros, en este sacrificio. Sigue abajándose en la historia de la Iglesia, en el memorial de su pasión, en el memorial de su
humillación, en el memorial de su abajamiento, en el memorial de su pobreza, y
con este ‘pan’ Él nos enriquece”.
Meditando
en torno a la primera lectura en la que San Pablo organiza una colecta para los
cristianos de Jerusalén, el Santo Padre dijo que a veces se oye decir “pero
este sacerdote habla demasiado de pobreza, este obispo habla de pobreza, este
cristiano, esta religiosa, hablan de pobreza… ¿Son un poco comunistas, no?”. En
cambio “la pobreza está precisamente en el centro del Evangelio. Y si
quitáramos la pobreza del Evangelio, no se comprendería nada del mensaje de
Jesús”.
El
Papa dijo que San Pablo, hablando a la Iglesia de Corinto pone de manifiesto
cuál es su verdadera riqueza: “son ricos en cada cosa, en la fe, en la palabra,
en el conocimiento, en el celo y en la caridad que les hemos enseñado”.
Así es la exhortación del Apóstol de las Gentes, “dado que son ricos, sean
abundantes también en esta obra generosa” en “esta colecta”.
“Si
tienen tanta riqueza en el corazón, esta riqueza tan grande –el celo, la
caridad, la Palabra de Dios, el conocimiento de Dios– hagan que esta riqueza
llegue a los bolsillos. Y ésta es una regla de oro. Cuando la fe no llega a los
bolsillos, no es una fe genuina. Es una regla de oro que Pablo nos dice aquí:
‘ustedes son ricos de tantas cosas, ahora, así, sean abundantes en esta obra
generosa’”.
“Existe
esta contraposición entre riqueza y pobreza. La Iglesia de Jerusalén es pobre,
está con dificultades económicas, pero es rica, porque tiene el tesoro del
anuncio evangélico. Y esta Iglesia de Jerusalén, pobre, ha enriquecido a la
Iglesia de Corinto con el anuncio evangélico; le ha dado la riqueza del
Evangelio”.
“Ustedes
que son ricos económicamente y que son ricos con tantas cosas, eran pobres sin
el anuncio del Evangelio, pero han enriquecido a la Iglesia de Jerusalén,
ensanchando el pueblo de Dios”. “De la pobreza viene la riqueza es un intercambio
mutuo”.
He
aquí entonces el fundamento de la “teología de la pobreza”: “Jesucristo de rico
que era se ha hecho pobre”, se ha abajado por nosotros. De donde se deduce el
significado de la primera Bienaventuranza: “Bienaventurados los pobres de espíritu”.
Es decir, “ser pobre es dejarse enriquecer por la pobreza de Cristo y no querer
ser rico con otras riquezas que no sean las de Cristo”.
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