Hoy la Iglesia celebra a San Cayetano, Patrono del pan y del trabajo
REDACCIÓN CENTRAL, 07 Ago. 15 / 12:30 am (ACI).- “En el oratorio rendimos a Dios
el homenaje de la adoración, en el hospital le encontramos personalmente",
solía decir San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, cuya fiesta se celebra
cada 7 de agosto.
San Cayetano nació en Vicenza
(Italia) en 1480. Estudió en la Universidad de Padua, distinguiéndose en la
teología y doctorándose en derecho civil y canónico.
Su inquietud vocacional lo llevó
a Roma, donde al poco tiempo fue nombrado secretario del Papa Julio II. A la
muerte del Pontífice quiso prepararse para elsacerdocio y
es ordenado en 1516, a los 36 años.
Fundó en Roma la “Cofradía del
Amor Divino”, asociación de clérigos que promovía la gloria de Dios. Luego
ingresó en el Oratorio de San Jerónimo que seguía la misma línea de la obra que
había fundado, pero que incluía además a laicos pobres.
Sus amigos se molestaron por esta
decisión ya que consideraban que no debía estar allí alguien de alcurnia como
él, pero el Santo siguió adelante, atendiendo incluso a pacientes con
enfermedades que muchos despreciaban.
Estando en Venecia implantó la
bendición con el Santísimo Sacramento y animó a la comunión frecuente. Una vez
escribió: "no estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos
acercarse al banquete celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y
no llenos de miedo y falsa vergüenza".
Por aquel entonces la cristiandad
pasaba por un periodo de crisis. San Cayetano, contemporáneo de Lutero,
incentivaba una verdadera reforma devida y costumbres en la Iglesia, pero
sin dividirla.
En Roma, junto a algunos
compañeros, funda la Orden de Clérigos Regulares Teatinos que buscaba la
renovación del clero, la predicación de la doctrina, el cuidado de los enfermos
y la restauración del uso frecuente de lossacramentos.
San Cayetano tuvo que sufrir
incomprensiones y rechazos por la misión renovadora que había emprendido. Más
adelante, con el Beato Juan Marinoni, el Santo fundó los “Montes de Piedad”
para liberar de la miseria a pobres y marginados.
Al final de su vida, abrió
hospicios para ancianos y hospitales. Cuando cae muy enfermo, los médicos le
sugirieron que ponga un colchón sobre su cama de tablas, pero el Santo
respondió: “Mi salvador murió en la cruz; dejadme
pues morir también sobre un madero". Partió a la Casa del Padre en Nápoles
el 7 de agosto de 1547 a los 77 años.
El Papa Francisco, incluso desde que era Cardenal, le tiene un cariño especial y
en Argentina el santo es muy querido. Son numerosos los peregrinos que van a
venerarlo en el templo en honor de San Cayetano del barrio porteño de Liniers
(Buenos Aires).
Allí los fieles y devotos, cada
año, le piden pan y trabajo y le agradecen lo que se les ha dado por su
intercesión ante Dios.
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