martes, 27 de enero de 2015

4ta. CONSIDERACION VIRTUDES INTERIORES sFs

EL CUARTO DIA

Su recuerdo de la presencia de Dios

Me parece, escribió Francisco de Sales, que siempre estamos en Presencia de Dios, incluso cuando dormimos, porque nosotros nos dormimos ante Sus ojos y de acuerdo con Su buen placer: Él nos recuesta sobre la cama como estatuas en su nicho, y cuando despertamos allí lo encontramos junto a nosotros. Él no se ha movido más que nosotros, y por eso hemos permanecido en Su Presencia; solo que nuestros ojos estaban cerrados.

El Santo declaró en confidencia que cada mañana cuando él se despertaba él se sentía poseído por el pensamiento de la Presencia de Dios. Esto no podía ser el efecto de la imaginación, porque durante las noches esta facultad es confusa, no tiene descanso y deambula; pero este hombre santo tuvo la gracia de sentir cada mañana, tan pronto como se levantaba y en completa posesión de sus sentidos, que era tiernamente amado por Dios y que estaba lleno de las bendiciones selectas del Cielo. O Dios! Qué abundante es Tu misericordia! Desde los primeros rayos del amanecer Tú estabas vigilante ante su cama, abriendo las cortinas cuando despertaba y saludándolo como a un amigo. (Pere de la Riviere.)

Un Ramillete Espiritual

Recuerda la Divina Presencia tan pronto como sea posible durante el día y a través de uno de los cuatro métodos que te he indicado; considera lo que Dios está haciendo y lo que tú estás haciendo. Verás que Sus ojos están dirigidos hacia nosotros y que se enfocan cada vez más en nosotros con un amor inefable. (Vida Devota, Parte II, cap. XII.)



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