El Papa clausura la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos
Jueves
22 Ene 2015 | 10:07 am Ciudad del Vaticano (AICA): El
domingo 25 de enero, por la tarde, en la Solemnidad de la Conversión del
apóstol San Pablo, el papa Francisco presidirá la celebración de las segundas
vísperas, en la basílica de San Pablo Extramuros. Como es tradicional, con esta
celebración, se concluye la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos,
que inició el domingo 18 con el lema “Dame de beber” y que promueve el
Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos y la
Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias.
El
domingo 25 de enero, por la tarde, en la Solemnidad de la Conversión del
apóstol San Pablo, el papa Francisco presidirá la celebración de las segundas
vísperas, en la basílica de San Pablo Extramuros. Como es tradicional, con esta
celebración, se concluye la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos,
que inició el domingo 18 con el lema “Dame de beber” y que promueve el
Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos y la
Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias.
La reflexión para esta Semana fue preparada por un grupo de trabajo elegido por
el Consejo nacional de las Iglesias cristianas del Brasil (Conic). El trabajo
después fue revisado por la Comisión internacional nombrada por el Consejo
Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos y la Comisión Fe y
Constitución del Consejo Mundial de Iglesias.
De este modo, este año, bajo el “Dame de beber” de Jesús a la samaritana se
recuerda que “el encuentro entre Jesús y la samaritana nos invita a probar agua
de un pozo diferente y también a ofrecer un poco de la nuestra. En la
diversidad nos enriquecemos mutuamente”. Y así, “la Semana de Oración por la
Unidad de los Cristianos constituye una ocasión privilegiada para la oración,
el encuentro y el diálogo”. Es una oportunidad -aseguran- para poder reconocer
las riquezas y los valores que están presentes en el otro, el distinto, y para
pedir a Dios el don de la unidad.
Asimismo, nos indican que “el estudio y la meditación de este texto que se
propone para la Semana de Oración quiere ayudar a las personas y a las
comunidades a que se den cuenta de la dimensión dialógica del proyecto de Jesús
que llamamos el Reino de Dios”.
El texto afirma “la importancia de que la persona conozca y comprenda su propia
identidad para que la identidad del otro no se perciba como una amenaza”.
Además, advierten que “cuando se rechazan los dones del otro se hace mucho daño
a la sociedad y a la Iglesia”.
Jesús y la samaritana se encuentran y “ese encuentro ofrece a los dos una
oportunidad inesperada. Jesús no deja de ser judío por haber bebido el agua que
le ofrece la mujer samaritana. La samaritana sigue siendo ella misma al abrazar
el camino de Jesús”. Cuando reconocemos que tenemos necesidades recíprocas,
-observan- tiene lugar la complementariedad en nuestras vidas de un modo más
enriquecedor.
Por eso, se asegura en la reflexión, ‘dame de beber’ nos empuja a reconocer que
las personas, las comunidades, las culturas, las religiones y los distintos
grupos étnicos se necesitan unos a otros.
El viaje que se propone para los ocho días de esta Semana “empieza con la
proclamación, que lleva a la denuncia, la renuncia y el testimonio”. La semana
empieza con “la proclamación del Dios que nos ha creado a su imagen, que es la
imagen del Dios trino, unidad en la diversidad. La diversidad forma parte del
designio divino”.
Seguidamente “se denuncian algunas situaciones de pecado que causan
discriminaciones injustas”. En tercer lugar, “la renuncia a esas actitudes
pecaminosas que excluyen constituye un primer paso hacia la unidad del Reino de
Dios”.
Finalmente “damos testimonio de la bondad de Dios, que siempre está dispuesto a
acogernos a pesar de nuestros pecados y que con su Espíritu Santo nos mueve
hacia la reconciliación y la unidad”. De este modo “experimentamos Pentecostés:
los muchos dones del Espíritu que llevan a hacer realidad el Reino de
Dios”.
En las Segundas Vísperas participaran los representantes de otras Iglesias y
Comunidades eclesiales presentes en Roma. Así como el clero y los fieles de la
diócesis del Papa para renovar juntos nuestra oración al Señor, fuente de la
unidad.
Las fechas para celebrar la Semana de Oración por la unidad de los Cristianos
fue puesta en 1908 por Paul Watson para cubrir el periodo entre la fiesta de
san Pedro y la de san Pablo, que tienen un hondo significado.
En el hemisferio sur, sin embargo, al ser enero mes de vacaciones de verano,
las Iglesias frecuentemente adoptan otras fechas para celebrarlo. En la
Argentina se celebra habitualmente en la semana siguiente a Pentecostés.+
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