“Cada hombre y cada pueblo tiene hambre y
sed de paz”, dice el Papa Francisco
VATICANO, 04 Ene. 15 / 10:15 am (ACI/EWTN Noticias).-
Al
presidir hoy el rezo del Ángelus, el Papa Francisco alentó a todos los fieles
construir la paz en el mundo, y a no hacer el mal ni elegir un “silencio
cómplice”.
El
Santo Padre recordó que “San Juan dice en el Evangelio que hemos leído hoy: ‘En
ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz
brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron’. ‘La Palabra era la
luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre’”.
Los
hombres, lamentó el Papa, “hablan tanto de la luz, pero a menudo prefieren la
tranquilidad engañadora de la oscuridad. Nosotros hablamos mucho de la paz,
pero a menudo recurrimos a la guerra o elegimos el silencio cómplice o no
hacemos nada concreto para construir la paz”.
“Cualquier
persona, de hecho, que hace el mal, odia la luz. Y no viene a la luz para que
sus obras no sean reprendidas. Así dice el Evangelio de San Juan. El corazón
del hombre puede rechazar la luz y preferir las tinieblas, porque la luz
descubre sus malas obras. ¡Quien hace el mal, odia la luz! ¡Quien hace el mal,
odia la paz!”.
Francisco
señaló que “hemos iniciado hace pocos días el año nuevo en el nombre de la
Madre de Dios, celebrando la Jornada Mundial de la Paz, sobre el tema ‘No
esclavos, sino hermanos’. Mi auspicio es que se supere la explotación del
hombre por parte del hombre”.
“Esta
explotación es un plaga social que mortifica las relaciones interpersonales e
impide una vida de comunión marcada por el respeto, la justicia y la caridad.
Cada hombre y cada pueblo tiene hambre y sed de paz; cada hombre y cada pueblo
tiene hambre y sed de paz…por lo que es necesario y urgente construir la paz”.
El
Papa destacó que “la paz no es solamente la ausencia de guerra, sino una
condición general en la cual la persona humana está en armonía consigo misma,
en armonía con la naturaleza y en armonía con los demás. Ésta es la paz”.
“Sin
embargo, silenciar las armas y apagar los focos de guerra sigue siendo la
condición inevitable para dar inicio a un camino que conduce al logro de la paz
en sus diferentes aspectos”.
Francisco
señaló que tiene el pensamiento puesto “en los conflictos que todavía
ensangrientan demasiadas regiones del planeta, en las tensiones en las familias
y comunidades: ¡en cuántas familias, en cuántas comunidades también
parroquiales hay guerras!”.
“Así
como también en los contrastes encendidos en nuestras ciudades, nuestros
países, entre grupos de diferentes estratos culturales, étnicos y religiosos.
Tenemos que convencernos, no obstante todas las apariencias en contrario, que
la concordia es siempre posible, en todos los niveles y en todas las
situaciones”.
“¡No
hay futuro sin propósitos y proyectos de paz! ¡No hay futuro sin paz!”,
exclamó.
El
Papa indicó que la paz es anunciada en el Antiguo Testamento “como don especial
de Dios en el nacimiento del Redentor”.
“Este
don tiene que ser implorado y tiene que ser recibido cada día con compromiso,
en las situaciones en las que nos encontramos”.
Francisco
subrayó que “en los albores de este nuevo año, todos nosotros estamos llamados
a reavivar en el corazón un impulso de esperanza, que debe traducirse en obras
concretas de la paz”.
“¿Tu
no estás bien con esto? ¡Haz la paz! En tu casa, ¡haz la paz! En tu
comunidad, ¡haz la paz! En tu trabajo, ¡haz la paz! Obras de paz, de
reconciliación y fraternidad. Cada uno de nosotros debe cumplir gestos de
fraternidad hacia su prójimo especialmente hacia quienes están extenuados por
tensiones familiares o disidencias de diversa índole”.
El
Papa aseguró que “estos pequeños gestos tienen mucho valor: pueden ser semillas
que dan esperanza, puede abrir caminos y perspectivas de paz”.
“Invoquemos
ahora a María, Reina de la Paz. Ella, durante su vida terrena, conoció no pocas
dificultades, relacionadas con la fatiga diaria de la existencia. Pero nunca
perdió la paz del corazón, fruto del abandono confiado en la misericordia de
Dios. A María, nuestra tierna Madre, le pedimos que indique al mundo entero el
camino seguro del amor y de la paz”, concluyó.
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