sábado, 31 de enero de 2015

ECOS DE LA PALABRA - 01-02-2015 - IV DOMINGO ORDINARIO


Lecturas de la Misa
Domingo 1 de Febrero de 2015
IV Domingo Ordinario
Primera Lectura
Deuteronomio 18:15-20
15Yahveh tu Dios suscitará, de en medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo, a quien escucharéis.16Es exactamente lo que tú pediste a Yahveh tu Dios en el Horeb, el día de la Asamblea, diciendo: «Para no morir, no volveré a escuchar la voz de Yahveh mi Dios, ni miraré más a este gran fuego».17Y Yahveh me dijo a mí: «Bien está lo que han dicho.18Yo les suscitaré, de en medio de sus hermanos, un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande.19Si alguno no escucha mis palabras, las que ese profeta pronuncie en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas de ello.20Pero si un profeta tiene la presunción de decir en mi nombre una palabra que yo no he mandado decir, y habla en nombre de otros dioses, ese profeta morirá.»


Salmo Responsorial
Salmo 95:1-2, 6-9
1Venid, cantemos gozosos a Yahveh, aclamemos a la Roca de nuestra salvación;2con acciones de gracias vayamos ante él, aclamémosle con salmos.6Entrad, adoremos, prosternémonos, ¡de rodillas ante Yahveh que nos ha hecho!7Porque él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su pasto, el rebaño de su mano. ¡Oh, si escucharais hoy su voz!:8«No endurezcáis vuestro corazón como en Meribá, como el día de Massá en el desierto,9donde me pusieron a prueba vuestros padres, me tentaron aunque habían visto mi obra.


Segunda Lectura
I Corintios 7:32-35
32Yo os quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor.33El casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer;34está por tanto dividido. La mujer no casada, lo mismo que la doncella, se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en el esp1ritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.35Os digo esto para vuestro provecho, no para tenderos un lazo, sino para moveros a lo más digno y al trato asiduo con el Señor, sin división.


Evangelio
Marcos 1:21-28
21Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar.22Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.23Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:24«¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.»25Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.»26Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.27Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen.»28Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.

CUARTO DOMINGO EN TIEMPO ORDINARIO
(Febrero 1, 2015)

“Me gustaría que estuviesen libres de toda preocupación.”

Perspectiva Salesiana

La verdad es que todos nosotros sentimos intranquilidad. Hay cosas, situaciones y relaciones que nos preocupan cada día. En algunos casos, debemos preocuparnos si no nos preocupamos! 


La preocupación hace parte de la vida. La preocupación nos reta a que respondamos a aquellas cosas en nuestras vidas que necesitan atención, cosas que deben ser enfrentadas, cosas que deben ser examinadas, y en lo posible, obtenidas, remediadas o, cuanto mas, mejoradas. Por supuesto todos sabemos por experiencia que muchas de las cosas que anhelamos también dependen de las acciones de los demás… incluyendo a Dios. 



El problema es que la preocupación se puede convertir en ansiedad. Mientras que la preocupación usualmente se enfoca en asuntos, inquietudes, personas o eventos específicos, la ansiedad es una emoción suelta que puede llegar a incapacitar nuestra habilidad para lidiar con los retos que nos impone la vida. 



“La ansiedad es el mal mas grande que puede sucederle al alma, excluyendo al pecado”, escribe San Francisco de Sales. “La ansiedad surge de un deseo excesivo de ser liberados del mal que experimentamos o de adquirir el bien que tanto anhelamos. Aun así, no hay nada que contribuya a agravar mas el mal, o que impida mas el bien, que la ansiedad”. 



Francisco de Sales sugiere que debemos monitorear nuestro nivel de ansiedad: “Deben considerar si su corazón esta bajo control, o si se les ha escapado de las manos para enredarse en un aferramiento excesivo al amor, el odio, la envidia, la avaricia, el miedo, el cansancio o la dicha. Si esta deambulando por ahí vayan tras él, y tráiganlo de vuelta gentilmente ante la presencia de Dios”. 



Por supuesto, la prevención es la mejor cura. “Cuando experimenten principios de ansiedad, encomiéndense a Dios. Decídanse a no hacer nada de lo que ese deseo les urge hacer hasta que la ansiedad se haya desvanecido completamente, a menos que sea algo que no puede ser pospuesto. En ese caso deben refrenar y controlar el curso de ese deseo con un esfuerzo gentil y pacífico. Por encima de todo, actúen racionalmente, no emocionalmente”. 



Que Dios nos libre de la ansiedad. Que podamos centrarnos en el corazón del Dios amoroso a medida que acogemos los altibajos de cada día junto con todo lo demás que venga. Que Dios nos ayude a impedir que nuestras preocupaciones se conviertan en nuestro modo de vida. 
El Padre Michael S. Murray, OSFS es el Director Principal del Centro Espiritual De Sales.


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