sábado, 31 de enero de 2015

8va. CONSIDERACION VIRTUDES INTERIORES sFs



EL OCTAVO DIA

Su calma imperturbable

Francisco de Sales dijo que él no sabía cómo hacer dos cosas al mismo tiempo. La razón por la cual él dijo esto era que él no aprobaba del apuro, ya que este solo resulta en disturbios, muchas imprudencias, muchas distracciones y muchas culpas. Por esto él deseaba hacer bien lo que fuera que estuviera haciendo, y no podía hacerlo bien sin prestar atención. Por esto era su costumbre nunca apurarse por ninguna razón, y poner sus asuntos en orden y concentrarse en sus objetivos, sus buenos deseos, sus santos afectos, sus intenciones piadosas y la experiencia que él había adquirido a través de su larga práctica de la vida espiritual; para que todo lo que él comenzara fuera terminado, como una obra de arte, completa en todo respecto y como alabanza a su creador. (Pere de la Riviere)

‘No se como es posible,’ él escribió a Santa Juana de Chantal, ‘pero aún cuando me siento tan miserable, esto no me perturba; por el contrario, a veces me resulta una dicha, por que pienso que yo verdaderamente soy un objeto propio de la Divina misericordia.’

Este perfecto erudito de nuestro Salvador había adquirido tal propiedad sobre sí mismo que nada perturbaba su paz interior; nada podía quitarle su libertad espiritual. Francisco de Sales siempre estaba contento, por que él vivía en la paz del Crucificado.

Un ramillete espiritual

Ejercita tu gentileza exterior e interior y mantente en calma aún si te encuentras en medio de una multitud de ocupaciones. Cuídate del apuro que es la prohibición de la devoción, y eleva tu alma a las alturas frecuentemente considerando al mundo sólo para detestarlo y considerando el tiempo sólo como el medio con el cual se lucha para alcanzar la eternidad. (El Director Espiritual de las Almas Devotas y Religiosas.)



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