Papa Francisco: No es fácil, pero reza para
hacer la voluntad de Dios y serás santo
Papa Francisco en la Misa de la Casa Santa Marta / Foto: L'Osservatore
Romano
VATICANO, 27 Ene. 15 / 04:18 pm (ACI/EWTN Noticias).-
“No
es fácil” hacer la voluntad de Dios, expresó el Papa Francisco durante la Misa en la Casa Santa Marta, sin embargo, recordó
que este es el camino para lograr la santidad y por ello alentó a los fieles a
no tener miedo y rezar para que el Padre les dé la gracia de conocer y hacer su
voluntad.
El
Santo Padre recordó en su homilía que existía un tiempo en que la ley estaba
hecha de prescripciones y prohibiciones, de sangre de toros y chivos,
“sacrificios antiguos” que no tenían ni la “fuerza” de “perdonar los pecados”,
ni de hacer “justicia”.
Después
vino Cristo al mundo y con su crucifixión demostró cuál era el “sacrificio” más
agradable a Dios: no el holocausto de un animal, sino el ofrecimiento de la
propia voluntad para hacer la voluntad del Padre.
Éste
“es el camino de la santidad, del cristiano”, es decir, que “el plan de Dios
sea realizado”, que “la salvación de Dios se cumpla”, afirmó.
El
Papa recordó que lo contrario sucedió en el Paraíso, con la no obediencia de
Adán que trajo el mal a toda la humanidad. Los pecados son actos de no obedecer
a Dios, de no hacer la voluntad de Dios, indicó Francisco.
En
cambio, reiteró, el Señor nos enseña que el camino es la obediencia a la
voluntad del Padre, tal como comenzó con el mismo Jesús, sí, en el Cielo, en la voluntad de obedecer al Padre, pero en la
tierra comienza con la Virgen: con Ella.
Francisco
recordó que la respuesta de María al ángel fue “que se haga lo que tú dices”,
es decir que se haga la voluntad de Dios. Y con aquel “sí” al Señor, el Señor
ha comenzado su recorrido entre nosotros.
“No
es fácil”. El Papa repitió varias veces esta expresión refiriéndose al hecho de
realizar la voluntad de Dios.
Francisco,
indicó Radio Vaticana, señaló que no ha sido fácil para Jesús que sobre esto
fue tentado en el desierto y también en el Huerto de los Olivos, con el corazón
atormentado, aceptó el suplicio que le esperaba. No fue fácil para algunos
discípulos, que lo dejaron porque no entendieron lo que quería decir “hacer la
voluntad del Padre”. No lo es para nosotros, desde el momento que “cada día nos
presentan tantas opciones sobre una bandeja”. De ahí que se haya preguntado:
¿Cómo hago para hacer la voluntad de Dios?”. Pidiendo “la gracia” de querer
hacerla.
En
ese sentido, el Papa preguntó a los fieles: “¿Yo rezo para que el Señor me de
las ganas de hacer su voluntad, o busco compromisos porque tengo miedo de la
voluntad de Dios? Y otra cosa: rezar para conocer la voluntad de Dios sobre mivida,
sobre la decisión que debo tomar ahora… tantas cosas. Sobre el modo de
administrar las cosas… La oración para hacer la voluntad de Dios, y la oración
para conocer la voluntad de Dios. Y cuando conozco la voluntad de Dios, también
la oración, por tercera vez: para hacerla. Para cumplir aquella voluntad, que
no es la mía, es la de Él. Y no es fácil”.
El
Papa Francisco resumió estos conceptos afirmando que “hay que rezar para tener
ganas de seguir la voluntad de Dios, rezar para conocer la voluntad de Dios y
rezar –una vez conocida esta voluntad– para ir adelante con la voluntad de
Dios”:
“Que
el Señor nos dé la gracia, a todos nosotros, que un día pueda decir de nosotros
lo que dijo a aquel grupo, aquella muchedumbre que lo seguía, aquellos que
estaban sentados en torno a Él, como hemos escuchado en el Evangelio: He aquí
mi madre y mis hermanos. El que hace la voluntad de Dios, éste para mí es
hermano, hermana y madre. Hacer la voluntad de Dios nos hace ser parte de lafamilia de
Jesús, nos hace madre, padre, hermana, hermano”, culminó.
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