lunes, 19 de enero de 2015

El caso Charlie Hebdo y una puja de valores

 


Para Reflexionar:
Seguimos pensando, pero es inútil sino lo decimos. Violencia física, violencia verbal, nada se justifica, no es normal, es sencillamente aberrante ambas. Excelente comentario del P. Gillermo Marcó (Valores Religiosos).
Cheche

El caso Charlie Hebdo y una puja de valores
Por: P. Guillermo Marcó
A partir del uso de la sátira de la revista Charly Hebdo y la irracional violencia que padeció la redacción, pasado el primer estupor, se reflexiona ahora sobre los límites de la libertad de expresión.
Expresarse con libertad es un valor en occidente, durante siglos la Iglesia reprimió la libertad de expresión, la inquisición es un fiel reflejo de este extremismo.
Hace poco el Papa Francisco invitaba a los Cardenales a expresarse libremente en el Sínodo para la familia, “sin que los persiga la Congragación para la Doctrina de la Fe” . En las Instituciones no siempre son valorados los libres pensadores, de hecho más de una vez me han llamado la atención por decir lo que pienso. Sin embargo, aunque valoro esta libertad y creo que es un bien a las Instituciones decir las cosas como son, tengo claro que hay un límite. Ese límite es la sensibilidad de los otros.
Todos usamos el humor para decir verdades que de otra manera serían más dolorosas y ofensivas. Hace años, leyendo a Shakespeare, me llamaba la atención como la misma historia podía servirle para escribir una tragedia o una comedia.
En una reunión si a alguien se le rompe la silla y se cae al suelo puede hacer reír, a parte de los comensales. El humor es un signo de inteligencia propio de personas que no se toman a sí mismos tan en serio.
Los dogmas religiosos y la profesión de la religión a veces carecen de sentido del humor. Los textos están plagados de amenazas, castigos inminentes y prohibiciones. Solo cuando uno supera esta etapa del temor al castigo es cuando descubre el verdadero valor y el aporte de la Religión, la que te da alegría interior y te hace mejor persona. No se puede matar en nombre de Dios, tampoco reírse del otro si al otro le molesta en nombre de “la libertad de prensa”.
Los que trabajamos en medios, por otro lado, sabemos que hay periodistas que se juegan por la verdad, pero los medios están plagados de intereses y también los periodistas.
El limite es la ética, no solo la ley, porque la ley también está dictada por hombres y no es igual en los países Islámicos que en Occidente, ¿o acaso tenían libertad de expresión en las Colonias Francesas los pueblos reducidos en algunos casos hasta la esclavitud? Se ve que para las Colonias no había tanta igualdad, libertad y fraternidad.
Francia se rasga las vestiduras pero pasó por la guillotina a los que pensaban diferente a la Revolución. Habría que entender que los Occidentales y los Musulmanes tenemos diferentes visiones del mundo. Solo el diálogo Interreligioso con los hombres y mujeres de uno y otro lado podrá frenar el espiral de la violencia.
Una rifa solidaria del Papa que ya tiene ganadores




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