Domingo
25 de Enero de 2015
Primera Lectura
Jonás 3:1-5, 10
1Por segunda vez fue dirigida la palabra
de Yahveh a Jonás en estos términos:2«Levántate, vete a Nínive, la gran
ciudad y proclama el mensaje que yo te diga.»3Jonás se levantó y fue a
Nínive conforme a la palabra de Yahveh. Nínive era una ciudad grandísima, de un
recorrido de tres días.4Jonás comenzó a adentrarse en la ciudad, e hizo
un día de camino proclamando: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida.»5Los
ninivitas creyeron en Dios: ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal desde el
mayor al menor.10Vio Dios lo que hacían, cómo se convirtieron de su mala
conducta, y se arrepintió Dios del mal que había determinado hacerles, y no lo
hizo.
Salmo Responsorial
Salmo 25:4-9
4Muéstrame tus caminos, Yahveh, enséñame
tus sendas.5Guíame en tu verdad, enséñame, que tú eres el Dios de mi
salvación. En ti estoy esperando todo el día,6Acuérdate, Yahveh, de tu
ternura, y de tu amor, que son de siempre.7De los pecados de mi juventud
no te acuerdes, pero según tu amor, acuérdate de mí. por tu bondad, Yahveh.8Bueno
y recto es Yahveh; por eso muestra a los pecadores el camino;9conduce en
la justicia a los humildes, y a los pobres enseña su sendero.
Segunda Lectura
I Corintios 7:29-31
29Os digo, pues, hermanos: El tiempo es
corto. Por tanto, los que tienen mujer, vivan como si no la tuviesen.30Los
que lloran, como si no llorasen. Los que están alegres, como si no lo
estuviesen. Los que compran, como si no poseyesen.31Los que disfrutan
del mundo, como si no disfrutasen. Porque la apariencia de este mundo pasa.
Evangelio
Marcos 1:14-20
14Después que Juan fue entregado, marchó
Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios:15«El tiempo se ha
cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.»16Bordeando
el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las
redes en el mar, pues eran pescadores.17Jesús les dijo: «Venid conmigo,
y os haré llegar a ser pescadores de hombres.»18Al instante, dejando las
redes, le siguieron.19Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el
de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las
redes;20y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en
la barca con los jornaleros, se fueron tras él.
Perspectiva
Salesiana
Tengan coraje! Comiencen de nuevo hoy!
La lectura del Antiguo Testamento de hoy nos cuenta
la historia del ministerio de Jonás en la ciudad de Nínive. Es una versión
abreviada que parece implicar una resolución rápida. Dios llama a Jonás, él se
marcha a Nínive, predica, la ciudad se arrepiente de sus maldades y es salvada.
La lectura del Evangelio también pareciera dar la
impresión de una “conversión apresurada”. Jesús va a Galilea proclamando su
mensaje. Pasa por el lado de Andrés y Pedro, quienes están pescando, los llama
y ellos abandonan sus redes y lo siguen. Lo mismo sucede con Santiago y Juan.
Las dos historias me hacen pensar en una serie de televisión semanal en la que
cada semana se presenta una nueva situación que es resuelta cuidadosamente en
espacio de treinta o treinta y seis minutos que tiene asignados. No sería
magnífico si las cosas fueran así de fáciles, especialmente cuando se trata de
dejar todo de lado y seguir a Jesús o de darle un vuelco total a nuestras
vidas!
San Francisco de Sales sabía que ese tipo de conversión tan completa no era tan simple ni tan sencilla. En la Introducción él advierte a sus lectores que es “tan milagrosa y extraordinaria en la gracia como lo es la resurrección de los muertos en la naturaleza”. Y añade que no debemos siquiera “aspirar a ella” (Introd.: 1:V). Si recordamos el “resto de la historia” sabemos que Pedro, Andrés, Santiago y Juan siguieron a Jesús de inmediato, pero que les tomo el resto de sus vidas poder hacerlo de forma correcta, y no existe tampoco un record histórico que indique que Nínive se hubiera convertido en un modelo de virtud en la provincial de Asia Menor.
De Sales deja en claro que la tarea de la conversión (él la llama purgación) es un esfuerzo que abarca la duración de la vida, que se obtiene gradualmente y a través de muchos avances y reveces. Por supuesto que existe el peligro de que nos frustremos o nos desanimemos cuando volvemos a caer en las mismas cosas que hicimos en el pasado, pero el peligro más grande es cuando no vemos nuestras imperfecciones y nuestras faltas y de un momento a otro tenemos que enfrentarlas. El advierte a sus lectores que la conversión no es fácil ni rápida. “La purificación ordinaria, ya sea del cuerpo o del alma, solo se logra lentamente, paso a paso, gradualmente y dolorosamente”. (Introd.: 1: V) SIN DOLOR NO HAY GANANCIA! Aquellos que combaten una adicción, que luchan contra sus problemas de peso, que entrenan sus cuerpos para una maratón (10k, 5k), saben que la superación se logra día con día, una libra a la vez, un milla más a la vez. Francisco nos recuerda que ese mismo proceso es requerido para que podamos dar un vuelco a nuestras vidas.
Ayer fue la fiesta de San Francis de Sales. Aquellos de nosotros que nos esforzamos por ser buenos, por ser mas santos, debemos ofrecer una plegaria especial en agradecimiento por la gran sabiduría del espíritu Salesiano que nos dice que “nosotros jamás seremos vencidos hasta que hayamos perdido la vida o el coraje.” Tengan coraje! Comiencen de nuevo hoy!
San Francisco de Sales sabía que ese tipo de conversión tan completa no era tan simple ni tan sencilla. En la Introducción él advierte a sus lectores que es “tan milagrosa y extraordinaria en la gracia como lo es la resurrección de los muertos en la naturaleza”. Y añade que no debemos siquiera “aspirar a ella” (Introd.: 1:V). Si recordamos el “resto de la historia” sabemos que Pedro, Andrés, Santiago y Juan siguieron a Jesús de inmediato, pero que les tomo el resto de sus vidas poder hacerlo de forma correcta, y no existe tampoco un record histórico que indique que Nínive se hubiera convertido en un modelo de virtud en la provincial de Asia Menor.
De Sales deja en claro que la tarea de la conversión (él la llama purgación) es un esfuerzo que abarca la duración de la vida, que se obtiene gradualmente y a través de muchos avances y reveces. Por supuesto que existe el peligro de que nos frustremos o nos desanimemos cuando volvemos a caer en las mismas cosas que hicimos en el pasado, pero el peligro más grande es cuando no vemos nuestras imperfecciones y nuestras faltas y de un momento a otro tenemos que enfrentarlas. El advierte a sus lectores que la conversión no es fácil ni rápida. “La purificación ordinaria, ya sea del cuerpo o del alma, solo se logra lentamente, paso a paso, gradualmente y dolorosamente”. (Introd.: 1: V) SIN DOLOR NO HAY GANANCIA! Aquellos que combaten una adicción, que luchan contra sus problemas de peso, que entrenan sus cuerpos para una maratón (10k, 5k), saben que la superación se logra día con día, una libra a la vez, un milla más a la vez. Francisco nos recuerda que ese mismo proceso es requerido para que podamos dar un vuelco a nuestras vidas.
Ayer fue la fiesta de San Francis de Sales. Aquellos de nosotros que nos esforzamos por ser buenos, por ser mas santos, debemos ofrecer una plegaria especial en agradecimiento por la gran sabiduría del espíritu Salesiano que nos dice que “nosotros jamás seremos vencidos hasta que hayamos perdido la vida o el coraje.” Tengan coraje! Comiencen de nuevo hoy!
El Padre Michael S.
Murray, OSFS es el Director Principal del Centro Espiritual De Sales.
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