Apoyo de obispos a devolver los sacramentos a los divorciados en nueva unión

El arzobispo de Munich, cardenal Reinhard Marx, anunció que los prelados germanos comparten esta posición; una postura que refuerza la línea aperturista del Papa Francisco. Lo cuenta Julio Algañaraz en Clarín

El arzobispo de Munich, cardenal Reinhard Marx, que es también presidente de la Conferencia Episcopal alemana, anunció que los obispos germanos comparten la posición del cardenal Walter Kaspers en favor de devolver los sacramentos a los católicos casados por la Iglesia y divorciados y vueltos a casar solo por rito civil, informó la agencia ANSA. Esta posición refuerza la línea aperturista del Papa Francisco.

El cardenal Marx es uno de los principales purpurados de la Iglesia, miembro de la comisión de ocho cardenales que ayudan en el gobierno de la institución a Jorge Bergoglio. La declaración conmovió a los 191 padres sinodales que se reunieron hoy en la segunda y tercera sesión del Sinodo Extraordiario Mundial de Obispos sobre la familia.

Clarín adelantó en su edición de ayer que la posición mayoritaria de los obispos alemanes es en favor de crear un "camino penitencial" a los divorciados vueltos a casar y permitirles al final de ese recorrido espiritual recuperar el acceso a los sacramentos.

La Iglesia prohibe el sacramento de la comunión litúrgica a quienes viven esta situación irregular. Se sabe que el Papa Francisco está de acuerdo con el cardenal Kaspers, a quien hizo hablar en un consistorio que convocó en febrero pasado para anunciar la creación de nuevos purpurados.

La Iglesia sostiene entre sus principales dogmas del depósito de la fé, que ni siquiera el Papa puede cambiar, el principio de la indisolubilidad del matrimonio, por expresa voluntad de Cristo.

En el Sínodo, la mayoría se muestra a favor de aumentar el número de anulaciones matrimoniales para aliviar la situación de los divorciados vueltos a casar. Muchos creen que no puede irse más allá.

El cardenal Marx dijo que con los obispos alemanes "discutimos y profundizamos el tema e informé por escrito a la secretaría del sínodo. El arzobispo de Munich llevó al aula donde delibera la asamblea sinodal el texto del documento de los obispos de Alemania en favor de las tesis expuestas por el cardenal Walter Kasper.

Cinco cardenales conservadores, entre ellos el poderoso guardián de la pureza doctrinaria católica, el prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, cardenal Gehrard Mueller, también alemán, publicaron hace diez días un libro en el que rechazan las posiciones de Kaspers y mantienen la necesidad de sancionar con la prohibición de algunos sacramentos a los divorciados católicos vueltos a casar.

Otra declaración que causó impresión hoy en el Sínodo es la del jefe de la Casa Pontificia y secretario personal del Papa emérito Benedicto XVI, el ex cardenal Joseph Ratzinger, arzobispo George Gaenswein, otra de las figuras importantes en el Vaticano en los últimos años por el rol que ocupa.

Monseñor Gaenswein, está siempre cerca de Francisco y fue quien recibió a la presidenta argentina Cristina Fernandez de Kirchner en la puerta de la Casa de Santa Marta el 20 de setiembre paso, que había ido a visitar a Jorge Bergoglio.

Gaenswein vive en el ex convento de monjas en los jardines vaticanos donde reside Benedicto XVI. Desde cuando Ratzinger era el guardián de la pureza doctrinaria, antes de ser elegido Papa en 2005, el monseñor alemán era su secretario personal.

Contra las posiciones de la mayoría de los obispos alemanes, el jefe de la Casa Pontificia dijo a una revista italiana que "el matrimonio es indisolubre y quien lleva adelante una nueva unión contradice cuanto es indicado por el señor".

Mostrando su vena conservadora, el ex profesor en la Universidad del Opus Dei en Roma, dijo también que "los gay deben ser acogidos con respeto pero sus actos son contrarios a la ley natural".

Con respecto a los divorciados vueltos a casar, el monseñor Gaenswein dijo que "esta es una situación muy delicada. Está en juego el matrimonio sacramental, que según la doctrina católica es indisoluble, como el amor de Dios hacia el hombre".

Gaenswein dijo que "por cuanto he podido constatar, el Papa Francisco sigue la línea de sus predecesores en cuanto al magisterio sobre el matrimonio sacramental".

El presidente de la Casa Pontificia dijo a propósito del Sínodo de la Familia, que "la Iglesia no cierra los ojos frente a las dificultads de los fieles que viven en situaciones delicadas y espinosas. Pero la Iglesia debe ofrecer respuestas sinceras que se orientan no al espíritu de los tiempos, sino al Evangelio, a la palabra de Cristo, el hijo de Dios".