lunes, 6 de octubre de 2014

El rabino Skorka reveló diálogos con el Papa por el conflicto en Gaza
Aseguró que Francisco “no sintió frustración” pese a que la guerra se desató poco después de su visita a Tierra Santa y que insiste en que el diálogo y el acercamiento pueden ayudar a la paz. Sostuvo que el pontífice “plantó una semilla muy profunda, que ninguna guerra va a llegar a destruir”.

Una frase del Papa que lo sintetiza todo: “Se puede”

VALORES RELIGIOSOS 06-10-2014.- El rabino Abraham Skorka reveló a la Agencia Judía de Noticias (AJN) los mails que intercambió con el papa Francisco: “En ningún momento sintió frustración por la guerra” entre Israel y Gaza, a pesar de que se desató poco tiempo después de su visita en mayo a Medio Oriente.

Skorka destacó que su postura junto al Papa es “pensar constantemente cómo se sigue y qué es lo que se debe hacer”. “Cuando hablamos y nos escribimos, buscamos cómo fortificar y seguir adelante con el diálogo, con el acercamiento, con todo aquello que pueda ayudar a la paz, no solamente en Israel con sus vecinos, sino en donde fuere. Si yo lo puedo ayudar, encantado, y sino el camino de él es seguir adelante.”

El líder de la Iglesia católica visitó el Estado Judío, Cisjordania y Jordania del 24 al 26 de mayo para llevar un mensaje de paz y convivencia. Sin embargo, en julio Israel lanzó la Operación Margen Protector, que duró 50 días, para luchar contra las fuerzas de Hamas en la Franja de Gaza. El resultado fueron más de 2100 muertos.

Igualmente, Skorka subrayó que lo hecho en Israel “quedó grabado bien sólidamente y fuertemente en la retina y en la memoria de todos. El acto tuvo una fuerza en sí mismo muy importante. Con ese acto no se pretendió en ningún momento firmar algún acuerdo de por dónde pasan las fronteras o llegar a una paz. Fue una manifestación profunda por parte de cristianos, musulmanes y judíos, con representación del Estado de Israel, de Palestina, del Vaticano y líderes de primera línea con un pasado que les da un crédito muy grande por su lucha por la paz, donde había una única sintonía, la de la paz”.

“En uno de los emails me quedó grabada la idea de Francisco de que esto es una semilla muy profunda, muy fuerte, que se plantó. Y que ninguna guerra va a llegar a destruir. Es una semilla que marca de una manera enorme una frase que él suele decir: ‘Se puede’. Por la guerra hubo mucho dolor, pero como él me escribió en un mail, va a pasar la polvareda y el acto va a relucir con todas sus fuerzas para iluminar acciones en el futuro. El dolor de la guerra nos golpeó y volvimos a analizar todo lo que hicimos, con una gran convicción de que lo que se hizo indudablemente en un futuro germinará”, detalló.

Asimismo, reiteró que “en ningún momento él (Francisco) sintió una frustración del acto por la guerra”. “Sintió un dolor enorme, porque nos estuvimos intercambiando e-mails durante la guerra, para tratar de interpretar bien las cosas. Yo quería escuchar lo que él me decía y él quería escuchar lo que yo le digo. Y en ningún momento frustración. El acto va a estar inscripto en una roca inmutable, en el corazón y la memoria de muchos. Y que va a servir de brújula para futuros actos, de eso él está absolutamente convencido si me preguntan con respecto al Papa, y yo también.”

Finalmente, Skorka resaltó que “en ningún momento él dudó de la importancia y de la trascendencia del acto, porque vio la guerra como una cuestión coyuntural, un conflicto que deberá terminar como terminó, y entiendo que vio esa reunión allí en los jardines del Vaticano como una imagen que clama por lo que se debe seguir haciendo en la construcción de un mundo quizás de más seriedad, de más madurez que el mundo desquiciado en el cual nos encontramos hoy en día”.

Por otro lado, el rabino se refirió a la amenaza que genera en la actualidad el Estado islámico en Siria y en Irak: “La terrible violencia en nombre de D’s es otra manifestación que caracteriza el grado de demencia y ceguera espiritual que estamos viviendo prácticamente en todo el mundo, donde vemos un estado de crispación tan elevado. En vez de sentarse y lograr un diálogo profundo a través del cual resolver las distintas diferencias que hay entre pueblos, naciones y etnias, lo que vemos son matanzas en África y Medio Oriente”.

“Eso lo conocemos a través de los diarios, pero es mucho más grave cuando hablás con aquellos que viven en el lugar, como tuve la posibilidad de hacerlo en un encuentro por la paz en Amberes (Bélgica) organizado por la Comunidad de Sant’Egidio: pude escuchar el amor de los kurdos y lo que están sufriendo, cómo claman a todo el mundo ‘por favor, ayúdennos, estamos sufriendo matanzas del ISIS’. El hecho que manifiesta totalmente una enfermedad espiritual superlativa de crímenes realizados de la manera más horrenda, como el degollar a una persona, que son filmados y transmitidos al mundo como mensaje”, resaltó.

“Estamos viviendo un momento muy especial y con quien está a cargo de la Iglesia católica Apostólica Romana nos preocupa cómo hacer un aporte porque el ISIS está destruyendo la presencia católica en Oriente: muchos (fieles) son asesinados y otros emigran. La cuestión no es exclusiva contra los judíos, muy especialmente también contra los católicos. Ante ese escenario el mundo debería despertar y encontrar los caminos más correctos para tratar de frenar toda esta violencia”, concluyó. AJN.


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