Pide perdón por sus errores y por algunos
escándalos de la Iglesia
En
su encuentro con los empleados de la Ciudad del Vaticano, el pontífice los
saludó por la Navidad, les agradeció su tarea y recordó la necesidad de
"ser armónicos y capaces de trabajar juntos".
El
papa Francisco pidió este lunes perdón por sus errores y por los de sus
colaboradores, así como por algunos escándalos en el seno de la Iglesia,
durante la audiencia a los trabajadores de la Ciudad del Vaticano para
felicitarles la Navidad.
"No quiero concluir este encuentro sin pediros perdón por mis errores y los de mis colaboradores y también por algunos escándalos que han hecho tanto daño. Perdonadme!", dijo el papa al concluir su audiencia a los empleados y sus familias en el aula Pablo VI del Vaticano.
En su alocución, Francisco agradeció el trabajo de todos los que trabajan en el Vaticano y recordó "la necesidad de ser armónicos y capaces de trabajar juntos".
También recomendó a los trabajadores que eviten los chismes y habladurías.
"Cuando se corre el riesgo de perder el trabajo y en otras situaciones difíciles puede suceder que se hable mal de los demás. Yo lo entiendo, pero no está bien. Es mejor evitarlo", aconsejó.
A todos ellos recordó algunos de los pasajes que había leído en el mensaje a los miembros de la Curia romana que se celebró con anterioridad y en el que enumeró las 15 "enfermedades" que acechan a la Iglesia y a la Curia romana, como el "alzheimer espiritual", "el sentirse inmortal" "la mundanidad y el exhibicionismo" o "la vanagloria". EFE
"No quiero concluir este encuentro sin pediros perdón por mis errores y los de mis colaboradores y también por algunos escándalos que han hecho tanto daño. Perdonadme!", dijo el papa al concluir su audiencia a los empleados y sus familias en el aula Pablo VI del Vaticano.
En su alocución, Francisco agradeció el trabajo de todos los que trabajan en el Vaticano y recordó "la necesidad de ser armónicos y capaces de trabajar juntos".
También recomendó a los trabajadores que eviten los chismes y habladurías.
"Cuando se corre el riesgo de perder el trabajo y en otras situaciones difíciles puede suceder que se hable mal de los demás. Yo lo entiendo, pero no está bien. Es mejor evitarlo", aconsejó.
A todos ellos recordó algunos de los pasajes que había leído en el mensaje a los miembros de la Curia romana que se celebró con anterioridad y en el que enumeró las 15 "enfermedades" que acechan a la Iglesia y a la Curia romana, como el "alzheimer espiritual", "el sentirse inmortal" "la mundanidad y el exhibicionismo" o "la vanagloria". EFE
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