Benedicto XVI desautoriza a Cardenal Kasper
sobre comunión para divorciados en nueva unión
Benedicto XVI. Foto: L'Osservatore Romano.
ROMA, 03 Dic. 14 / 05:23 pm (ACI).- Benedicto XVI reafirmó su posición a favor de mantener la
doctrina de la Iglesia y no dar la comunión a los divorciados en
nueva unión. Así lo expresó al corregir las conclusiones de un ensayo que
escribió en 1972, en el cual se expresaba a favor del cambio doctrinal
que hoy promueve el Cardenal Walter Kasper.
En
un artículo publicado este miércoles, el vaticanista Sandro Magister recordó
que en 1972 Joseph Ratzinger se desempeñaba como profesor en la Universidad de
Ratisbona (Alemania) y en su ensayo “sostenía que dar la comunión a los
divorciados vueltos a casar, en condiciones particulares, parecía estar
‘plenamente en línea con la tradición de la Iglesia’”.
“En
particular con ‘ese tipo de indulgencia que surge en Basilio donde, después de
un periodo continuo de penitencia, al 'digamus' (es decir, a quien vive en un
segundo matrimonio) se le concede la comunión sin la anulación del
segundo matrimonio: con la confianza en la misericordia de Dios, que no deja
sin respuesta la penitencia’”.
Magister
recordó que esta fue la primera y última vez “que Ratzinger se ‘abrió’ a la
comunión a los divorciados y vueltos a casar”. De hecho, seguidamente se
adhirió plenamente a la prohibición de la comunión, reafirmada por el
magisterio de SanJuan Pablo II, durante cuyo pontificado fue Prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe.
Sin
embargo, el texto de 1972 fue utilizado por el Cardenal Kasper en febrero “en
el informe con el que introdujo el consistorio de los cardenales convocado
por el Papa Francisco para debatir sobre el tema de la familia”,
en vista al Sínodo de octubre.
El
Cardenal Kasper –advirtió el vaticanista- no tomó en cuenta los documentos que
ya como Cardenal, Joseph Ratzinger suscribió para defender la doctrina del
matrimonio y el acceso a la comunión.
Entre
estos está la carta a los obispos del 14 de septiembre de 1994,
con la cual “la Santa Sede rechazaba las tesis favorables a la comunión
a los divorciados vueltos a casar sostenidas en los años precedentes por
algunos obispos alemanes, entre ellos Kasper”.
Luego,
en 1998 volvió a defender la doctrina de la Iglesia con una publicación del
dicasterio que dirigía. Texto que fue nuevamente publicado el 30 de noviembre de 2011 por L'Osservatore
Romano.
“Sin
contar que sucesivamente, como Papa, volvió a confirmar y motivó varias veces
la prohibición de la comunión en el marco de la pastoral para los divorciados
vueltos a casar”, añadió Magister.
Nuevas
conclusiones para el texto de 1972
Ahora,
señaló Magister, Benedicto XVI “vuelve sobre el argumento con un nuevo escrito,
que acaba de publicarse en Alemania en la colección de su Opera Omnia” con la
ayuda del Prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, Cardenal
Gerhard Ludwig Müller.
En
el nuevo texto, el Papa Emérito explica que en la actualidad “hay otro punto de
vista que se difunde. La imposibilidad de recibir la santa eucaristía es
percibida de una manera tan dolorosa sobre todo porque, actualmente, casi todos
los que participan en la misa se acercan también a la mesa del Señor. Así,
las personas afectadas aparecen también públicamente descalificadas como
cristianas”.
Ante
esto, recuerda la advertencia de San Pablo sobre la seriedad que comporta
recibir la comunión y su llamado a autoexaminarse. “Un examen serio de uno
mismo, que puede también llevar a renunciar a la comunión, nos haría además
sentir de manera nueva la grandeza del don de la eucaristía y, por añadidura,
representaría una forma de solidaridad con las personas divorciadas que se han
vuelto a casar”, explicó.
En
la corrección al texto de 1972, Benedicto XVI también sugiere –como se hace en
varios países-, que las personas que no pueden comulgar “se acerquen al altar,
pero mantengan las manos sobre el pecho, haciendo entender de este modo que no
reciben el Santísimo Sacramento, pero que piden una bendición, que se les da
como signo del amor de Cristo y de la Iglesia”.
“Esta
forma ciertamente podría ser elegida también por las personas que viven en un
segundo matrimonio y que por ello no están admitidas a la mesa del Señor. El
hecho que esto haga posible una comunión espiritual intensa con el Señor, con
todo su Cuerpo, con la Iglesia, podría ser para ellos una experiencia
espiritual que les refuerce y les ayude”, afirmó.
Magister
señala que no es causa de asombro que el Papa Emérito “haya considerado
inapropiada la cita que de su artículo de 1972 hizo el pasado febrero Kasper
para apoyar sus tesis, como si nada hubiera sucedido después de ese año”.
“De
aquí la decisión tomada por Ratzinger, al volver a publicar su artículo de 1972
en la Opera Omnia, de reescribir y ampliar la parte final del mismo,
alineándola con su pensamiento sucesivo y actual”, destacó.
El
análisis completo de Magister y el nuevo final del artículo de 1972 pueden
leerse en http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1350933?sp=y
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