Papa Francisco: Seamos santos en la vida
cotidiana y no cristianos de apariencia
Por Alvaro de Juana
VATICANO, 04 Dic. 14 / 07:42 am (ACI).- “No seamos cristianos de apariencia”,
ha pedido el Papa Francisco en la misa matutina en la capilla de la Casa Santa Marta. Hoy el Pontífice ha
dado las claves para ser un buen cristiano en la vida cotidiana, tomando como modelo el
Evangelio del día sobre la casa que se construye sobre la roca.
El Santo Padre ha exhortado a ser “santos de la vida cotidiana”.
“Pensemos en los enfermos, que ofrecen su sufrimiento por la Iglesia y los demás. Pensamos en tantos
ancianos solos, que oran y ofrecen”, dijo.
“Pensemos en tantas madres y padres de familia que llevan adelante con trabajo a
su familia, la educación de los hijos, el trabajo cotidiano, los problemas,
pero siempre con la esperanza en Jesús, que no se pavonean, sino que hacen lo
que pueden”.
El Pontífice recordó que también existen muchos sacerdotes “que no se
hacen ver pero que trabajan en sus parroquias con mucho amor” y “no se aburren
porque su fundamento es la roca” que es Cristo.
“Debemos pensar muchos en la santidad escondida que hay en la Iglesia,
cristianos que permanecen en Jesús”, aunque “pecadores”, porque “lo somos
todos”. En el lado contrario estarían “los soberbios, los vanidosos y los
cristianos de apariencia serán sacrificados, humillados”, mientras que “los
pobres serán los que triunfarán, los pobres de espíritu, aquellos que delante
de Dios se sienten ‘nada’, los humildes y que llevan adelante la salvación
poniendo en práctica la Palabra del Señor”.
El Papa ha advertido contra los cristianos maquillados porque “apenas
llega un poco de lluvia el maquillaje se va”. Por tanto, “no basta con
pertenecer a una familia muy católica o a una asociación o ser benefactor si no
se sigue después de la voluntad de Dios”.
Francisco cree que existen muchos “cristianos de apariencia” que se
“colapsan” ante la primera tentación porque “no hay ninguna sustancia” ya que
han construido sobre arena. Pero hay muchos santos “en el pueblo de Dios” que
“no necesariamente están canonizados, pero que son santos” porque “ponen en
práctica el amor de Jesús”. Es decir, “han construido sobre la roca, que es
Cristo”.
El Papa pidió a cada uno pensar “qué será de ti” y él mismo respondió:
“comida para los gusanos”. “Si no tenemos esta roca, vamos a terminar
pisoteados”. Pero la alegría del cristiano consiste en “saber que Él es la
esperanza, es el perdón, es la paz, es la alegría” y en “no poner nuestra
esperanza en cosas que hoy son y mañana no serán”.
“También algunas veces alguno de estos cristianos comete cualquier
pecado grave, pero se arrepienten, piden perdón y esto es grande: la capacidad
de pedir perdón, de no confundir pecado con virtud, de saber bien donde está la
virtud y donde el pecado”.
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