“Todo es don gratuito de Dios”, recuerda el
Papa Francisco en Fiesta de la Inmaculada Concepción
VATICANO, 08 Dic. 14 / 09:39 am (ACI/EWTN Noticias).-
Al
presidir el rezo del Ángelus en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la
Virgen María, el Papa Francisco recordó que “todo es gracia, todo es don
gratuito de Dios”.
El
Santo Padre aseguró que “el mensaje de la fiesta de la Inmaculada Concepción de
la Virgen María se puede resumir con estas palabras: Todo es gracia, todo es
don gratuito de Dios y de su amor por nosotros”.
“El
Ángel Gabriel llama a María ‘llena de gracia’: en ella no hay espacio para el
pecado, porque Dios la ha elegido desde siempre como madre de Jesús, y la ha
preservado de la culpa original. Y María corresponde a la gracia y se abandona
a ella diciendo al Ángel: ‘Hágase en mí según tu palabra’”.
Citado
por Radio Vaticano, Francisco destacó que María “no dijo: ‘Yo haré según tu
palabra’. No, sino: ‘Hágase en mí…’. Y el Verbo se hizo carne en su seno”.
“También
a nosotros se nos pide que escuchemos a Dios que nos habla y que acojamos su
voluntad; según la lógica evangélica ¡nada es más activo y fecundo que escuchar
y acoger la Palabra del Señor! Que viene del Evangelio, de la Biblia,
el Señor nos habla siempre”.
El
Papa destacó que “la actitud de María de Nazaret nos muestra que el ser viene
antes del hacer, y que es necesario dejar hacer a Dios para ser verdaderamente
como Él nos quiere. Es Él el que hace tantas maravillas en nosotros”.
“María
es receptiva, pero no pasiva. Así como a nivel físico recibe la potencia del
Espíritu Santo después dona carne y sangre al Hijo de Dios que se forma en
Ella, del mismo modo, en el plano espiritual, acoge la gracia y corresponde a
ella con la fe”.
Por
eso, recordó, “San Agustín afirma que la Virgen ‘ha concebido primero en su
corazón antes que en su seno’. Ha concebido primero la fe, y después al Señor”.
“Este
misterio de la acogida de la gracia, que en María, por un privilegio único,
estaba sin el obstáculo del pecado, es una posibilidad para todos”.
El
Papa subrayó que “María ha sido preservada, mientras nosotros hemos sido
salvados gracias al Bautismo y a la fe. Pero todos, tanto ella como nosotros,
por medio de Cristo, ‘en alabanza del esplendor de su gracia’, esa gracia de la
cual la Inmaculada ha sido colmada en plenitud”.
Francisco
señaló que “frente al amor, frente a la misericordia, a la gracia divina
derramada en nuestros corazones, la consecuencia que se impone es una sola: la
gratuidad”.
“Ninguno
de nosotros puede comprar la salvación. La salvación es un don gratuito del
Señor, un don gratuito de Dios que viene a nosotros, y habita en nosotros”.
El
Papa señaló que “así como hemos recibido gratuitamente, del mismo modo
gratuitamente hemos sido llamados a dar; a imitación de María, que,
inmediatamente después de haber acogido el anuncio del Ángel, va a compartir el
don de la fecundidad con su pariente Isabel”.
“Porque
si todo nos ha sido donado, todo debe ser devuelto. ¿De qué modo? Dejando que
el Espíritu Santo haga de nosotros un don para los demás. El Espíritu es don
para nosotros. Y nosotros, con la fuerza del Espíritu, debemos ser dones para
los demás; que nos permita llegar a ser instrumentos de acogida, de
reconciliación, instrumentos de perdón”.
El
Santo Padre señaló que “si nuestra existencia se deja transformar por la gracia
del Señor – porque la gracia del Señor nos transforma, eh – no podremos retener
para nosotros la luz que viene de su rostro, sino que la dejaremos pasar para
que ilumine a los demás”.
“Aprendamos
de María, que ha tenido constantemente la mirada fija en el Hijo y su rostro se
ha convertido en ‘el rostro que más se parece al de Cristo’. Y a ella nos
dirigimos ahora con la oración que recuerda el anuncio del Ángel”, concluyó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario