sábado, 20 de diciembre de 2014

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO (Diciembre 21, 2014)

Énfasis Sugerido

María dijo:
“He aquí la sierva del Señor, hágase en mi según tu voluntad.” 

Perspectiva Salesiana

En “Dios los Ama, Como Vivir el Evangelio por San Francisco de Sales”, el autor Eunan McDonnell, SDB, nos dice 
“…Jesús elogia a los pobres de espíritu. El recomienda que adoptemos una actitud similar a la de los niños cuando nos dirigimos a Dios, nuestro Padre, y que abramos nuestro corazón al recibimiento de la fe. Lo que necesitamos es ser simples como los niños, ya que ellos saben decir que ‘si’. Esta es la actitud adoptada por María y reflejada en su respuesta al ángel cuando le dice ‘Hágase en mí según tu palabra’. De esta forma ella demuestra que su vida se basa en la premisa ‘no pidas nada y no te niegues a nada’. Ella está dispuesta a recibir lo que Dios desea darle, su amor”. (paginas. 130-131) 

Son palabras que suenan simples, pero ese “si” dicho de forma casi infantil por María no es nada simple. Es un llamado para ella, y para cada uno de nosotros a que adoptemos a María como nuestro modelo a seguir. Para que confiemos por encima de cualquier cosa en el amor y la misericordia de nuestro Padre. Es un si que nos invita a reflexionar y a interiorizar ‘en lo profundo de nuestro corazón’ esa verdad que ya conocemos, que Dios verdaderamente nos ama y que desea que abramos nuestro corazón para llenarlo con su amor. Como requerimiento para abrir nuestro corazón, debemos antes despojarnos, dejar atrás todo aquello que ya ocupa un lugar en nosotros y así dejar el campo abierto a la presencia de Dios. McDonnell escribe: 
“Lo que se requiere es un despojo total, y este es posible a través de los anawim (palabra aramea-“ pobres, humildes, que se confiaban enteramente en Dios) a quienes María pertenece. Una dependencia total y absoluta en Dios. Un corazón limpio, despojado de todo lo innecesario para que así Dios pueda regarlo y cultivarlo con su abundancia. María, y todos aquellos que logran seguir su ejemplo y despojarse de todo, jamás impondrán barreras a la generosidad de Dios quien ama dar a los demás. Siendo pobre de espíritu, ella ofrece un espacio vacío, un espacio preparado para que pueda ser habitado por Dios”. (Ibid) 

Es en estas cosas que hallamos el sentido del Adviento, de este tiempo donde esperamos pacientemente y con la mente y el Corazón abiertos la palabra de Dios y a que esta “se haga en nosotros”. Francisco de Sales se refiere a María, como 
“la estrella al amanecer que nos trae las buenas nuevas del adviento del verdadero sol”. (Oeuvres IX:5) 

María vive en su adviento. Nosotros esperamos con María. 

Domingo 21 de Diciembre de 2014
IV Domingo de Adviento

Primera Lectura
II Samuel 7:1-5, 8-12, 14, 16
1Cuando el rey se estableció en su casa y Yahveh le concedió paz de todos sus enemigos de alrededor,2dijo el rey al profeta Natán: «Mira; yo habito en una casa de cedro mientras que el arca de Dios habita bajo pieles.»3Respondió Natán al rey: «Anda, haz todo lo que te dicta el corazón, porque Yahveh está contigo.»4Pero aquella misma noche vino la palabra de Dios a Natán diciendo:5«Ve y di a mi siervo David: Esto dice Yahveh. ¿Me vas a edificar tú una casa para que yo habite?8Ahora pues di esto a mi siervo David: Así habla Yahveh Sebaot: Yo te he tomado del pastizal, de detrás del rebaño, para que seas caudillo de mi pueblo Israel.9He estado contigo dondequiera has ido, he eliminado de delante de ti a todos tus enemigos y voy a hacerte un nombre grande como el nombre de los grandes de la tierra:10fijaré un lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré allí para que more en él; no será ya perturbado y los malhechores no seguirán oprimiéndole como antes,11en el tiempo en que instituí jueces en mi pueblo Israel; le daré paz con todos sus enemigos. Yahveh te anuncia que Yahveh te edificará una casa.12Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza.14Yo seré para él padre y él será para mí hijo. Si hace mal, le castigaré con vara de hombres y con golpes de hombres,16Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí; tu trono estará firme, eternamente.»

Salmo Responsorial
Salmo 89:2-5, 27, 29
2El amor de Yahveh por siempre cantaré, de edad en edad anunciará mí boca tu lealtad.3Pues tú dijiste: «Cimentado está el amor por siempre, asentada en los cielos mi lealtad.4«Una alianza pacté con mi elegido, un juramento hice a mi siervo David:5Para siempre jamás he fundado tu estirpe, de edad em edad he erigido tu trono.»27«El me invocará: ¡Tú, mi Padre, mi Dios y roca de mi salvación!29«Le guardaré mi amor por siempre, y mi alianza será leal con él;

Segunda Lectura
Romanos 16:25-27
25Os saluda Erasto, cuestor de la ciudad, y Cuarto, nuestro hermano. A Aquel que puede consolidaros conforme al Evangelio mío y la predicación de Jesucristo: revelación de un Misterio mantenido en secreto durante siglos eternos,26pero manifestado al presente, por la Escrituras que lo predicen, por disposición del Dios eterno, dado a conocer a todos los gentiles para obediencia de la fe,27a Dios, el único sabio, por Jesucristo, ¡a él la gloria por los siglos de los siglos! Amén.

Evangelio
Lucas 1:26-38
26Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,27a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.28Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»29Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.30El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;31vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.32El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;33reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»34María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»35El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.36Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril,37porque ninguna cosa es imposible para Dios.»38Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.



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