Un pastel, un mate y muchos ¡Feliz
cumpleaños! para Papa Francisco en San Pedro
Por Alvaro de Juana
VATICANO, 17 Dic. 14 / 09:25 am (ACI).- La audiencia general de este miércoles en la Plaza
de San Pedro ha sido una pequeña fiesta. Sobre todo para el Papa Francisco, que
hoy cumple 78 años y ha recibido las felicitaciones de las personas que
acudieron a celebrar este acontecimiento con él.
Por
si fuera poco, el cumpleaños del Pontífice no podía haber comenzado de mejor
manera: mañana soleada en Roma y temperatura agradable. Hoy, más que nunca, la
gente le ha hecho notar su cariño y cercanía por el día de su cumpleaños.
El
Papa inició como cada miércoles el recorrido por los viales preparados de la
plaza en su papamóvil descubierto. A lo largo del camino, fue recibiendo las
felicitaciones de la gente. “¡Felicidades Papa Francisco!” Gritaron algunos.
“¡Auguri!” gritaron otros. También se escuchó la canción del Cumpleaños Feliz
en varios idiomas, aunque predominaron el español y el italiano.
Entre
los peregrinos, muchos llegados desde América Latina y España, incluidos unos
300 bailadores de tango que se sumaron después a otros 2.400 profesionales para
bailar en honor del Pontífice en la misma plaza.
Como
es habitual, al Papa le acercaron niños para que les bendijera. También recibió
algunos obsequios, como un ramo de flores blancas y amarillas, los colores de
la bandera del Vaticano o un globo gigante con la inscripción en inglés “Feliz
cumpleaños”.
El
Pontífice, por su parte, no paró de sonreír y de dar las gracias con gestos.
Uno
de los momentos más emotivos y divertidos ha sido cuando el Papa se ha parado
delante de un grupo de jóvenes seminaristas de los Legionarios de Cristo que
tenían preparada una tarta con seis velas. Los miembros de seguridad que
acompañaban al Santo Padre cogieron el dulce y se lo acercaron. Él apagó las
velas y recibió los aplausos de la gente que tenía alrededor.
Pero
la cosa no se quedó ahí. Los jóvenes seminaristas tenían preparado un mate, la
bebida preferida el Pontífice y se lo ofrecieron. Francisco acogió con agrado
el detalle y lo degustó durante unos segundos.
Pocos
minutos después, el vehículo de Francisco acabó el recorrido y paró para que el
Papa bajase de él. De nuevo se acercó a este grupo de sacerdotes que le
cantaron en ese momento las famosas “Mañanitas” y comenzó a conversar con ellos
en español:
“¿De
donde son”, les preguntó el Pontífice. “Yo soy de Buenos Aires, argentino”,
dijo uno. “Yo español”, explicó otro. “Somos seminaristas en Roma todos.
El sábado fueron ordenados 35 sacerdotes compañeros nuestros que están ahí arriba”,
le dijeron señalando la zona donde se encontraban. Mientras, tomó de nuevo el
mate que le habían ofrecido antes y lo bebió mientras seguía la breve charla.
Uno
de los jóvenes llevaba en sus manos una figura de la Virgen y el Papa la
bendijo. Pero el seminarista se la quiso regalar y el Pontífice le indicó que
mejor se la quedaran ellos y así rezaban por él.
El
Papa se despidió contento y caminó hacia el altar desde donde se sitúa para la
audiencia. Antes, se paró y habló unos segundos con los periodistas, a los que
agradeció sus felicitaciones.
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