Cinco mitos sobre el Papa Francisco
Foto Joaquín Peiro Pérez / ACI Prensa
LIMA, 19 Mar. 15 / 02:34 am (ACI).- La revista estadounidense First Things publicó un
artículo de William Doino Jr. en ocasión de los dos años de pontificado del
Papa Francisco en el que analiza cinco mitos que algunas personas y los medios
seculares han creado alrededor del Santo Padre.
A
continuación, el artículo completo de Doino traducido por María Ximena Rondón
de ACI Prensa titulado “Cinco mitos sobre el Papa
Francisco”
Se
le ha llamado “El Papa improvisado” y, también, “El Papa impredecible”.Sin
embargo, pese a los esfuerzos que hacen de los medios de comunicación por
catalogarlo y compararlo con sus predecesores, Francisco permanece impasible.
Desde el inicio de su pontificado, algunos líderes de opinión han dicho qué
debemos esperar del nuevo Papa. Si los fieles escuchamos tantas suposiciones y
comentarios distintos, tendremos una idea equivocada sobre “quién es el Papa
Francisco. De los numerosos mitos acerca de él, queremos destacar cinco.
1.
“Francisco es el anti-Benedicto”
Solamente
porque el Papa Francisco es latinoamericano y el Papa Emérito Benedicto es
alemán; y porque Francisco es extrovertido y Benedicto es más reservado,
algunos piensan que estas diferencias de temperamentos condicionan sus formas
de pensar. (Se cometió un error similar al comparar al decidido y alegre Juan
XXIII con su antecesor : el serio y austero Pío XII).
Entre
las primeras palabras de Francisco al mundo, pidió orar por su predecesor y
después lo llamó por teléfono. 10 días después, Francisco viajó a Castel
Gandolfo para saludar públicamente a Benedicto; y cuando Benedicto viajó al
Vaticano en mayo del mismo año,el Papa lo recibió con un estrecho abrazo.
Hace
poco, el Santo Padre le dijo a uno de sus estudiantes que considera a Benedicto
como un sublime pensador y que toma en cuenta las recomendaciones de su
predecesor: “Sería un tonto si desprecio el consejo de Benedicto”.
2.
“Francisco NO es un guerrero cultural”
Luego
del primer error pasamos al segundo: al contrario de un supuestamente “duro y
frío” Benedicto, Francisco tiene un temperamento más suave. Se dice que evita
la confrontación y las críticas.También se dice que no se involucra en ninguna
lucha cultural; ninguna de estas afirmaciones se refleja en sus declaraciones
sobre temas polémicos. El reportero Allesandro Speciale escribió que Francisco
“ha mostrado menos interés por involucrarse en las guerras culturales sobre
el aborto y
el matrimonio gay
que sus predecesores”. Sandro Magister agrega: “No es un accidente que luego de
120 días de pontificado el Papa Francisco no haya dicho ninguna palabra sobre
el aborto, la eutanasia y
el matrimonio homosexual”.
Es
difícil imaginar opiniones más diversas que las mencionadas arriba. Resulta
irónico que luego de ser un defensor incuestionable de los no nacidos y del
matrimonio tradicional mientras era Arzobispo de Buenos Aires, Francisco, al
convertirse en el Sucesor de Pedro, todavía no haya cedido ni un milímetro en
cuanto a la verdad de moral cristiana. Después 2 semanas de asumir el
papado, Francisco prometió continuar con la pelea de Benedicto contra “la
dictadura del relativismo”.
En
mayo, el Papa Francisco no solo exhortó a millares de personas durante una
audiencia a proteger la vida humana
“desde el momento de la concepción”, sino que también se unió personalmente a
la Marcha por la Vida en Roma.
Hace
poco, envió un mensaje pro-vida a
Irlanda, que tenía una legislación pendiente del aborto, exhortando al país a
defender “hasta el más débil y al más vulnerable, a los enfermos, a los
ancianos, a los no nacidos…”Todos, indicó Francisco, “debemos cuidar y valorar
la vida… desde su inicio hasta su final”. ¿Es que estos hechos no son lo
suficientemente claros?
En
cuanto al matrimonio homosexual, luego de su legalización en Francia,el nuevo
Papa reprendió a los legisladores por seguir las “modas e ideas del momento”, y
seguidamente dijo en la Lumen Fidei: “El primer lugar donde la fe
ilumina a la sociedad civil es en la familia. Yo considero como principal y prioritaria la
unión estable entre un hombre y una mujer en matrimonio”. Esta declaración
provocó las quejas: “Papa Francisco, Benedicto también condena el matrimonio
entre personas del mismo sexo”.
3.
“Francisco es un Papa justiciero social”
Cuando
la gente dice, como siempre, que el Papa Francisco es un “Justiciero Social”,
lo que invariablemente quieren decir es que él se preocupa exclusivamente por
los pobres, y que dedicará todo su pontificado en solucionar la pobreza. Esta
afirmación es obvia e incompleta. Por supuesto que Francisco, al igual que sus
predecesores, se ocupa de los pobres, lo demostró en su primera visita pastoral
a Lampedusa, donde predicó a los migrantes abandonados.
Pero
el Papa no se ocupa solamente de los pobres, porque él sabe, igual que el Papa
Emérito y San Juan Pablo II,
que la cruzada por la justicia social es “falsa e ilusoria si el derecho a la
vida, el derecho más básico y fundamental, y que determina los demás derechos
personales, no se defiende con la máxima determinación”.
También
sabe, como Benedicto, que las enseñanzas de la Iglesia sobre la economía están intrínsecamente ligadas
con las enseñanzas sobre la familia y la sexualidad humana, por esa razón la
Humanae Vitae necesita ser difundida con fuerza.
Es
más, el Papa cree que la conversión individual debe preceder a la mejora
social, y por lo tanto rechaza el progreso secular, que separa la
espiritualidad de la justicia social. Las enseñanzas de Francisco llaman a un
cambio interior de corazón y a un examen de conciencia, como la llave para la
reforma social.
Él
no es tan “Papa justiciero social” como es el más famoso maestro de los retiros
recordándonos que si no transformamos nuestras almas, jamás alcanzaremos la
verdadera justicia social; sólo la obtendremos si somos humildes, realizamos sacrificios
y tenemos una disciplina espiritual. No la conseguiremos por un mero decreto
del gobierno.
4.
“Francisco será más caritativo con los disidentes”
Tan
pronto como Francisco fue elegido, los disidentes comenzaron a ensalzarlo a
expensas de sus predecesores, sugiriendo que él sería quien finalmente
cumpliría las promesas del Concilio Vaticano II.
Pero el Papa Francisco no percibe el Vaticano II como una
carta para los disidentes. Más bien, de forma similar que pensaban San Juan
Pablo II o Benedicto, Francisco dice que para conocer a Jesús hay que estar en
comunión con la Iglesia y con el Magisterio.
No
se puede ser un católico ferviente y estar alejado, ni se puede tener un
espíritu libre. Como consecuencia, una de las primeras cosas que hizo el Papa
fue reafirmar la crítica de Benedicto sobre los disidentes y señalar la
desobediencia dentro de la Conferencia de Liderazgo de las Mujeres Religiosas.
Y
en la Lumen Fei, Francisco señala que el sentido ortodoxo del hogar mencionando
que no es un asunto de escoger qué doctrinas católicas me gustan pero que las
acepto todas:
“Debido
a que la fe es una sola, debe ser profesada en toda su pureza e integridad.
Precisamente porque los artículos de la fe están interconectados, si negamos
uno de ellos-incluso si estos parecen no tener importancia-equivaldría a
distorsionarlos todos. En cada periodo de la historia se puede encontrar este o
aquel punto de fe más fácil o más difícil de aceptar. De ahí viene la necesidad
de vigilancia para garantizar que la fe se transmite en su totalidad.
5.
“Francisco ama al mundo”
Esta
es la afirmación más equivocada de todas. Francisco, como dijimos, tiene una
facilidad con el mundo que otros líderes religiosos, temerosos a la modernidad,
carecen. Pero esto no es porque Francisco ame el mundo. Francisco ama a la
gente, y quiere guiar a las almas hacia Cristo.
Siempre
habla sobre el demonio, y nos advierte de las tentaciones mundanas,
alentandonos a huir de ellas. Él ama la creación de Dios, pero sabe cuán dañino
es el pecado original, y como se puede caer en él tan fácilmente. Confundir la
bondad del Papa y su amistosa forma de ser con el amor por este mundo es
malinterpretar toda la naturaleza de su pontificado: Francisco, mejor que
nadie, sabe que el mundo está hundido en el pecado.Por ello se desvive
apasionadamente por sanarlo con la nueva evangelización.
La
única cosa que muchas personas entienden sobre el Papa Francisco que se parece
a Juan XXIII, aunque la comparación sea errada, y menos cuando se introduce la
terminología política. Juan XXIII nunca fue un “liberal”; él fue un campeón de
la reforma ortodoxa, así como lo es Francisco.
Y
si el Papa Francisco, apoyado por los fieles, y debidamente comprendido, ha
sido llamado a tener éxito en la reforma que tanto desea, el sufrimiento de la
Iglesia, y más aún del perturbado mundo, se beneficiará de su valor, su fuerza
y su fe.
William
Doino Jr. es un colaborador para la revista Inside the Vatican, entre otras
publicaciones y escribe frecuentemente sobre religión, historia y política. Ha
contribuido con una extensa bibliografía sobre Pío XII titulada “The Pius War:
Responses to the Critics of Pius XII”. Tiene otros artículos enhttp://www.firstthings.com/featured-author/william-doino-jr
El
artículo original de Doino está en: http://www.firstthings.com/web-exclusives/2013/07/five-myths-about-pope-francis
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