Bajo una fuerte lluvia, Francisco llegó al Paraguay
Luque
(Paraguay) (AICA): Viernes 10 Jul 2015 | 16:40 pm
El papa
Francisco aterrizó a las 14.45 al aeropuerto internacional Silvio Petirossi, a
pocos kilómetros de Asunción del Paraguay. El Santo Padre fue recibido por el
presidente paraguayo, Horacio Cartes. Luego del acto protocolar se dirigió a
una cárcel de mujeres y de allí a la casa de gobierno.
El papa Francisco llegó al Paraguay, la tercera y última escala de su
segundo viaje apostólico a Sudamérica. A las 14.45 -hora local- la aeronave de
la compañía Alitalia tocó suelo paraguayo y despertó cientos de aplausos entre
las autoridades eclesiásticas, civiles y los niños de los coros Aché y Mbyá y
de la ciudad de Luque que lo aguardaban en la pista.
Francisco escuchó el himno nacional paraguayo en guaraní; luego recibió de una niña de origen aché una ofrenda floral; más tarde le obsequiaron un rosario hecho en filigrana -típica artesanía local- y enseguida presenció un espectáculo de folclore autóctono. Al terminar el acto protocolar, y sin temor a la lluvia, Francisco se dirigió a los niños y jóvenes, que lo invadieron de abrazos. Para todos dio su bendición.
Antes de subir al papamóvil, Francisco fue saludado por el nuncio en Paraguay, monseñor Eliseo Ariotti; por el arzobispo de Asunción, su anfitrión, monseñor Edmundo Valenzuela, y por el obispo argentino Eduardo García, titular de la diócesis de San Justo y colaborador cercano del cardenal Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires.
Antes de dejar el aeropuerto, el obispo de Roma bendijo una placa que recuerda la visita apostólica de san Juan Pablo II, quien llegó al Paraguay el 16 de mayo de 1988 bajo una intensa lluvia, al igual que el papa Francisco en este viaje.
Francisco escuchó el himno nacional paraguayo en guaraní; luego recibió de una niña de origen aché una ofrenda floral; más tarde le obsequiaron un rosario hecho en filigrana -típica artesanía local- y enseguida presenció un espectáculo de folclore autóctono. Al terminar el acto protocolar, y sin temor a la lluvia, Francisco se dirigió a los niños y jóvenes, que lo invadieron de abrazos. Para todos dio su bendición.
Antes de subir al papamóvil, Francisco fue saludado por el nuncio en Paraguay, monseñor Eliseo Ariotti; por el arzobispo de Asunción, su anfitrión, monseñor Edmundo Valenzuela, y por el obispo argentino Eduardo García, titular de la diócesis de San Justo y colaborador cercano del cardenal Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires.
Antes de dejar el aeropuerto, el obispo de Roma bendijo una placa que recuerda la visita apostólica de san Juan Pablo II, quien llegó al Paraguay el 16 de mayo de 1988 bajo una intensa lluvia, al igual que el papa Francisco en este viaje.
Francisco dejó el aeropuerto y se dirigió a la Cárcel del Buen Pastor,
un recinto penitenciario para mujeres, donde lo esperaba un coro que practicó
durante semanas para agasajar al Vicario de Cristo, quien, deseoso de
visitarlas, eligió este lugar como su primer destino en el Paraguay. Desde la
calle, escuchó por algunos minutos al coro de mujeres y luego bendijo a unas 50
reclusas y a otras tantas personas que lo esperaban en el lugar.
Luego, el Papa continuó su camino por las avenidas Silvio Petirossi, Aviadores
del Chaco, San Martín, Mariscal López y Kubitschek en dirección al Palacio
López, la casa de gobierno. Allí la gente se agolpó para saludarlo y expresarle
su cariño.+
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