La Virgen del Carmen y su profunda relación con la Estrella del Mar
REDACCIÓN CENTRAL, 16 Jul. 15 / 04:55 pm (ACI).- El Carmelo es una cadena
montañosa situada en Palestina con una altitud aproximada de 600 metros y
próxima a la costa mediterránea. Se alza como un referente para los navíos y es
considerado un lugar sagrado por las tres religiones monoteístas (judíos,
cristianos y musulmanes), relacionado con el profeta Elías del Antiguo
Testamento.
Cuenta la tradición que por el
siglo XIII los carmelitas tuvieron que abandonar el Monte Carmelo debido a la
invasión de los musulmanes y los que se quedaron fueron masacrados. Antes de
que partieran, mientras cantaban el Salve Regina, se les apareció la Virgen
María y les prometió ser para ellos su Estrella del Mar.
Por el 1241 el Barón de Grey de
Inglaterra regresó de las Cruzadas en Palestina llevando un grupo de religiosos
del Monte Carmelo, a los que les regaló una mansión en Aylesford. En ese lugar
ocurriría tiempo después un hecho mariano especial.
Cierto día San Simón Stock,
superior de los carmelitas, imploraba por una intervención divina en defensa de
los diversos ataques que recibía la orden. En su oración suplicante llamó a la
Madre de Dios como “la flor del Carmelo” y la “Estrella del Mar”. La Virgen fue
en su auxilio y se le apareció con el escapulario para los carmelitas.
A medida que los religiosos
carmelitas se fueron expandiendo, se propagó la devoción a la Virgen del
Carmen, también conocida como la Estrella del Mar, y se produjeron hechos
milagrosos.
En 1845 el barco inglés “Rey del
Océano” se encontraba en medio de una gran tormenta. Las olas azotaban sin
piedad y parecía que se acercaba el fin de la embarcación. Un ministro
protestante llamado Fisher subió a la cubierta con su esposa, hijos y otros
para suplicar a dios misericordia y perdón.
Un joven irlandés, John
McAuliffe, al mirar la gravedad de la situación, abrió su camisa, se sacó el
escapulario y, haciendo con el objeto la Señal de la Cruzsobre las olas
furiosas, lo lanzó al océano. En aquel instante el viento se calmó, pero llegó
una ola hasta la cubierta y el escapulario regresó a los pies del muchacho.
Al interrogar a John, los
presentes se informaron sobre la Santísima Virgen y su escapulario. De esta
manera, el Sr. Fisher y su familia decidieron
ingresar a laIglesia Católica y disfrutar de la protección de la
Virgen del Carmen.
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