De fútbol, negocios
y codicia habló Mons. Aguer
La Plata (Buenos Aires) (AICA) Martes 21 Jul 2015 | 07:09 am: En su reflexión televisiva
semanal, el arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, relacionó el fútbol con
los negocios y la codicia. Comenzó comentando los orígenes del fútbol y recordó
que “en Inglaterra fue donde se conformaron las primeras ligas y en 1904 varios
países europeos fundaron la FIFA. El nombre seguramente les suena, porque ha
sido protagonista de hechos de mucha actualidad: casos tremendos de corrupción.
Y en la AFA también porque los argentinos no nos quedamos atrás en materia de
afanos”.
En su
reflexión televisiva semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, el
arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, relacionó el fútbol con los
negocios y la codicia.
Comenzó
comentando los orígenes del fútbol y recordó que “en Inglaterra fue donde se
conformaron las primeras ligas y en 1904 varios países europeos fundaron la
FIFA. El nombre seguramente les suena, porque ha sido protagonista de hechos de
mucha actualidad: casos tremendos de corrupción. Y en la AFA también porque los
argentinos no nos podemos quedar atrás en materia de afanos”.
Se
preguntó “¿en qué nos hace pensar todo esto?” y señaló que “el fútbol, esa
pasión que mueve multitudes, nos lleva a pensar que detrás hay un gran negocio.
Ya se sabía algo de esto y a muchos les llama la atención que un jugador cueste
tanto dinero, que se compran y se vendan los jugadores; pero que se compren y
se vendan los partidos, que se compren y se vendan los campeonatos y los
mundiales, eso sí que es algo inconcebible”.
“FIFA,
AFA y otras siglas nos hablan de negocios y además de negocios turbios. ¿Cómo
es posible que el mundo de los negocios se introduzca en todo, aun en el
deporte, que debiera ser algo espontáneo, sencillo, noble. Me hace pensar en el
potrero, lugar elemental del fútbol. Habría que volver al potrero de la
esquina, aunque hoy casi no queden potreros en las esquinas, pero lo que quiero
plantear es si esa práctica natural y espontánea del fútbol no podría inspirar
a los equipos, a los grandes encuentros internacionales y si esa actitud
elemental de desinterés no podría ser asumida por los que dirigen esa
organización complicada que abarca el mundo entero”, reflexionó monseñor Aguer.
También
recordó que el papa Francisco habló reiteradas veces acerca del problema del
afán excesivo de los negocios, de la codicia. La codicia pierde al hombre y
¿qué es la codicia? Es la sed de ganar dinero. Todo es el dinero. ¿Cómo es
posible que el mundo del fútbol repose sobre el poder el dinero? Podríamos
pensar que tantas cosas, desgraciadamente, en el mundo de hoy, reposan sobre el
dinero”.
Monseñor
Aguer dijo que hacía esta reflexión porque cree que “esta vuelta al potrero”
podría “aplicarse, como una parábola, a otras muchas cosas, a tantas
actividades de la vida humana y a tantas otras realidades nacionales e
internacionales. ¿La política, hoy, no es un negocio también? ¡Tantas cosas son
negocio! No quiero decir con esto que volvamos a la época del canje, pero la
codicia, el amor al dinero corrompe todo.”
Finalmente
expresó que el amor al dinero es incompatible con el amor sincero al prójimo,
con el amor a Dios, con el ejercicio de una normal y decente condición humana”,
y que “los escándalos recientemente conocidos de la FIFA y la AFA nos hacen
recordar que desgraciadamente el dinero pierde al hombre. ¿Y detrás del afán al
dinero quién está? El Diablo”, concluyó.+
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