La familia es el mejor lugar para aprender
el perdón, dice Papa Francisco
VATICANO, 24 Abr. 15 / 01:37 pm (ACI).- El Papa Francisco recibió hoy a los obispos de los
países africanos de Lesoto y Namibia, “tierras conocidas por su floreciente fe
cristiana” al final de su visita ''ad límina'', a quienes le entregó el
discurso que había preparado para la ocasión en el que meditó sobre diversos
temas como algunos desafíos actuales para las familias.
El
Papa se refirió a las familias cristianas fragmentadas a causa del empleo lejos
de casa, o por la separación y el divorcio y exhortó a continuar ofreciéndoles
ayuda y orientación así como a cuidar la preparación de las parejas para elmatrimonio cristiano,
y a sostener asiduamente a las familias con lossacramentos,
sobre todo con la Confesión, el Sacramento de la Misericordia.
“Les
doy las gracias por sus esfuerzos en la promoción de una vida familiar sana frente a las concepciones
distorsionadas que surgen en la sociedad contemporánea. La familia es el mejor entorno para aprender y practicar
la cultura del perdón, la paz y la reconciliación”.
“De
las familias sanas –continuó– vendrán numerosos vocaciones sacerdotales, porque
en ellas los hombres han aprendido a amar en la medida en que han sido amados
incondicionalmente... han aprendido el respeto y la justicia. El papel de la
autoridad expresado por los padres y la atención por los demás''.
En
el discurso el Santo Padre recuerda la tarea y los sacrificios de muchos
misioneros y afirma que en ambas naciones también son reconocidas las numerosas
escuelas, clínicas y hospitales, ''construidos con el amor y la fidelidad de
los materiales del suelo de Namibia y de las montañas de Lesoto'', por lo que
animó a los obispos a ''seguir apoyando y nutriendo estas grandes bendiciones,
incluso cuando escasean los recursos porque el Señor promete que no dejará de
bendecirnos''.
El
Santo Padre dijo a los obispos: “sé que sus comunidades se enfrentan a diario
con muchos desafíos, y estoy seguro de que esto pesa en sus corazones.
Fortalecerlos en el amor para superar el egoísmo en la vida pública o privada;
sean generosos a la hora de llevar la ternura de Cristo allí donde se dan
amenazas a la vida humana, desde el seno materno hasta la vejez”
“Pienso
especialmente en los que sufren a causa del VIH o el SIDA. Por su entrega a ellos, no sólo los ganarán para
la causa de Cristo, sino que los convertirán en protagonistas de una sociedad
africana renovada’”.
El
Pontífice resaltó luego que “en una época de disminución de las vocaciones alsacerdocio y
a la vida religiosa -nota el Papa- es importante hablar abiertamente de la
experiencia gratificante y alegre de ofrecer la propia vida a Cristo”.
“Cuando
sus comunidades cristianas se asienten sobre su ejemplo continuo de ‘vivir en
la verdad y la alegría el compromiso sacerdotal, la castidad en el celibato y
el desapego de los bienes materiales’, las vocaciones al sacerdocio y a la vida
consagrada abundarán''.
En
este contexto el Papa dio gracias a Dios ''por el testimonio y el servicio
continuado de tantas comunidades de religiosos y religiosas que son vitales
para el corazón orante de la Iglesia, junto con las muchas cofradías comprometidas y
otras asociaciones laicales en la Iglesia de Lesotho y Namibia''.
A
continuación reiteró que a la hora de elaborar planes pastorales es necesario
prestar gran atención a los más pobres de la sociedad. ''Les pido que se
preocupen especialmente por los más necesitados en sus Iglesias, confiando
todas las iniciativas al cuidado de Dios''.
Francisco
exhortó a los obispos a perseverar ''como hombres de oración profunda y
constante, en el camino del Beato José Gerard, que siguió las sugerencias del
Espíritu Santo en todas las materias. La oración precede y conduce a la auténtica
evangelización”.
''Como
saben por experiencia cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no
hace más que indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realización
personal. Es decir, nos está mostrando el camino hacia nuestra felicidad más
profunda'', concluyó.
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