"Si desaparecen los cristianos, también lo harán los musulmanes
moderados"
El Card. Bechara Boutros Rai,
patriarca maronita, habló en la Unesco.
Martes
28 Abr 2015 | 11:01 am París (Francia) (AICA): “En
el corazón de la noche que nos envuelve, en las tinieblas más oscuras que nos
circundan, lanzo un acongojado pedido a todos aquellos que están en la espera
de observar la aurora, tanto en Medio Oriente como en Occidente, en Europa como
en el mundo árabe, cristianos y fieles del islam para que nos ayuden a elevar
la esperanza y a confortar una vez más a los pueblos abandonados, inermes,
expulsados y perseguidos, en este su amargo deseo de no resignarse a las
adversidades”, fue el pedido conmovedor a favor de la Iglesia y de los pueblos
perseguidos de Medio Oriente que hizo, el pasado 25 de abril, en la sede de la
Unesco en Francia, el patriarca maronita, cardenal Bechara Boutros Rai.
“La comunidad internacional -insistió
el jefe de la Iglesia maronita- se demuestra demasiado lenta en frenar la obra
de muerte y devastación de asesinos sin fe y sin fronteras”.
El cardenal Rai llegó a París, Francia, el sábado 25 de abril, proveniente de Armenia, donde en representación de los patriarcas orientales participó en las ceremonias por el centenario del genocidio.
El cardenal Rai llegó a París, Francia, el sábado 25 de abril, proveniente de Armenia, donde en representación de los patriarcas orientales participó en las ceremonias por el centenario del genocidio.
En el encuentro en la UNESCO con la
presencia de la directora general, Irina Bokova, recordó a los presentes el
papel que tuvo la “presencia cristiana en Medio Oriente y su acción en la
promoción de la cultura de la paz”.
Al indicar los numerosos conflictos
de la región árabe, el purpurado declaró que “la cultura se vuelve cada vez más
un arma de guerra, en nombre de una interpretación desviada de la religión. El
punto de referencia, afirmó, “tiene que ser la persona humana, así como los
valores que nos unen”. Los dos mil años de presencia cristiana en Oriente
Medio, sirvieron para promover la paz y la cultura, garantizándola a pesar de
tener una presencia minoritaria.
“Vine aquí, expresó el patriarca
maronita en su discurso, para traerles la voz de aquellos a los cuales les le
quitaron la voz. Vine aquí para mostrarles la angustia de millones de
refugiados, de evacuados, de ancianos y niños, de mujeres y hombres que la han
perdido, a los que le robaron su propio país y sus propios bienes, destruyendo
su futuro”, dijo. Y recordó también que el Líbano, con una población de 4
millones de habitantes, tiene 2 millones de refugiados.
“Vine aquí -añadió el Patriarca- a
dar testimonio del dolor inmenso e inenarrable de cuántos fueron perseguidos a
causa de su propia fe, de cuántos fueron ofendidos en nombre del Dios de la
misericordia, invocado por la boca de los despiadados asesinos. Vine aquí a
gritar fuertemente la causa de cuántos esperan el fin de la noche y que esperan
en la salvación llevada por la comunidad internacional que tarda en intervenir
y a frenar la obra de muerte realizada por asesinos sin fe y sin
fronteras”.
“En el plano social y humanitario nosotros hemos llegado a una situación dramática, con millones de víctimas y de personas desplazadas en diferentes países de la región. Esta situación no encontrará solución sino en la solidaridad de la comunidad internacional y en su intervención eficaz para detener las guerras, imponer el retorno de los desplazados a sus países y regiones, y la restitución de lo que les fue quitado”.
El cardenal Rai expuso “la resolución del conflicto palestino-israelí”, como primera condición para salvaguardar esta presencia. En otro pasaje de su discurso el purpurado recordó que históricamente el declive da civilización árabe-musulmana coincidió con “el sofocamiento de la sociedad cristiana” y advirtió que “el éxodo de los cristianos de sus países de origen debilitará el lugar de los mismos musulmanes moderados, que representan hasta ahora la gran mayoría de los musulmanes de Medio oriente”.
“En el plano social y humanitario nosotros hemos llegado a una situación dramática, con millones de víctimas y de personas desplazadas en diferentes países de la región. Esta situación no encontrará solución sino en la solidaridad de la comunidad internacional y en su intervención eficaz para detener las guerras, imponer el retorno de los desplazados a sus países y regiones, y la restitución de lo que les fue quitado”.
El cardenal Rai expuso “la resolución del conflicto palestino-israelí”, como primera condición para salvaguardar esta presencia. En otro pasaje de su discurso el purpurado recordó que históricamente el declive da civilización árabe-musulmana coincidió con “el sofocamiento de la sociedad cristiana” y advirtió que “el éxodo de los cristianos de sus países de origen debilitará el lugar de los mismos musulmanes moderados, que representan hasta ahora la gran mayoría de los musulmanes de Medio oriente”.
Agenda del cardenal Rai en Francia
Antes de la inauguración, realizada
el domingo 26, en el contexto de una fiesta solemne de la Villa de los cedros
en Meudon, sede de la nueva diócesis maronita de Francia, el patriarca hizo un
vibrante pedido para la elección -sin ulteriores atrasos- del presidente de la
República libanesa. Dos pedidos que coincidieron con la finalización del 11°
mes “sede vacante” del cargo presidencial.
Con la presencia de miles de fieles
que vinieron de toda Francia y de Europa, además de personalidades libanesas y
francesas, en la tarde del domingo el patriarca maronita inauguró en Meudon
(Hauts-de-Sien) la Villa de los Cedros.
El Edificio predestinado, ya desde el
nombre y rebautizado Beit Maroun, será la sede residencia del obispo maronita
de Francia, monseñor Nasser-Maroun Gemayel, las oficinas de la nueva diócesis y
la sede francesa de la Fundación maronita en el mundo, renombrada “Fundación
cristiana libanesa”. Esta fundación fue creada por decreto en el año 2006, por
el entonces patriarca Nasrallah Sfeir y por el ex –ministro Michel Eddé; su
finalidad es la de reforzar los lazos con los libaneses de todo el mundo,
ayudándoles a salvaguardar el derecho de sus descendientes a la nacionalidad
libanesa.+
El cardenal Bechara Boutros Rai,
permanecerá en Francia cuatro días y está previsto un encuentro oficial con el
presidente francés Francois Hollande.+
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