Papa Francisco: Quien no obedece a Dios
cierra su corazón a la vida eterna
Por Alvaro de Juana
Papa Francisco en el Aula Pablo VI (imagen referencial) / Foto: Bohumil
Petrik (ACI Prensa)
VATICANO, 16 Abr. 15 / 12:18 pm (ACI).- El Papa Francisco dedicó la homilía de laMisa de
la mañana en la Residencia Santa Marta a hablar de la obediencia a Dio,
afirmando que obedecerle es “tener la valentía de cambiar de camino”, y que
quienes se resisten cierran su corazón a la vida eterna.
El
Pontífice explicó que la obediencia “mucha veces nos lleva por un camino que no
es el que yo pienso que debe ser, hay otro”. Por ello, dijo que obedecer es
“tener la valentía de cambiar de camino, cuando el Señor nos lo pida”. Y “quién
obedece tiene la vida eterna”, mientras que “quien no obedece la ira de Dios
permanece en él”.
El
Papa dijo que los sacerdotes y jefes judíos que ordenan a los discípulos no
predicar más el Evangelio “estaban llenos de celos”, pues “el número de
creyentes crecía”.
Tras
ser encarcelados y liberados, los discípulos volvieron a predicar y Pedro
respondió a las nuevas amenazas: “Hay que obedecer a Dios antes que a los
hombres”.
Sin
embargo, los sacerdotes no entendían. “Eran doctores, habían estudiado la
historia del pueblo, habían estudiado la profecías, habían estudiado la ley,
conocían así toda la teología del pueblo de Israel, la revelación de Dios,
sabían todo, eran doctores, y no fueron incapaces de reconocer la salvación de
Dios. Pero, ¿por qué esta dureza de corazón? Porque no es dureza de cabeza, no
es una simple cerrazón o testarudez. Y se puede preguntar: ¿Cómo es el
recorrido de esta cerrazón, que es total, de corazón y de cabeza?”.
El
Pontífice respondió que “la historia de ser así de testarudo, el itinerario es
el de cerrarse en sí mismo, es el de no dialogar, es la falta de diálogo”.
“Estos no sabían dialogar porque no sabían orar y escuchar la voz del Señor, y
no sabían dialogar con los demás”.
Francisco
dejó claro que “solamente interpretaban cómo era la ley para hacerla más
precisa, pero estaban cerrados a los signos de Dios en la historia, estaban
cerrados a su pueblo” y “la falta de diálogo, esta cerrajón del corazón, les ha
llevado a no obedecer a Dios”.
Estos
doctos de Israel “no sabían escuchar, no sabían dialogar. El diálogo se hace
con Dios y con los hermanos”.
Pero
Francisco también quiso arrojar luz sobre este tema y aseguró que la señal de
que una persona “no sabe dialogar” y “no está abierta a la voz del Señor, a los
signos que el Señor hace en el pueblo”, son la “furia y el deseo de silenciar a
todos los que predican en este caso la novedad de Dios, es decir, que
Jesucristo ha resucitado. No tienen razón, pero llegan a esto. Es un itinerario
doloroso. Estos son los mismos que han pagado a los guardias del sepulcro para
decir que los discípulos habían robado el cuerpo de Jesús. Hacen de todo para
no abrirse a la voz de Dios”.
Por
ello, el Papa pidió rezar “por los maestros, los doctores, por aquellos que
enseñan al pueblo de Dios, para que no se cierren, para que dialoguen y así se
salven de la ira de Dios, que, si no cambian de actitud, permanecerá en ellos”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario