Papa
Francisco: ¿Qué tipo de semilla sale de nuestro corazón y de nuestra boca?
VATICANO, 13 Jul. 14 / 09:59 am (ACI/EWTN Noticias).- En sus palabras previas al rezo del
Ángelus, en la Plaza de San Pedro, recordando la Parábola del Sembrador del
Evangelio de hoy, el Papa Francisco alentó a cuestionarnos qué tipo de semilla
sale de nuestro corazón y de nuestra boca, pues “nuestras palabras pueden hacer
tanto bien, así como tanto mal, pueden sanar y pueden herir, pueden animar y
pueden deprimir”.
Citado por Radio Vaticano, el Santo
Padre señaló que “el Evangelio de este domingo nos muestra a Jesús que predica
a orillas de lago de Galilea, y como mucha gente lo rodea, Él sube en una
barca, se aleja un poco de la orilla y predica desde ahí”.
“Cuando habla al pueblo, Jesús utiliza
muchas parábolas: un lenguaje comprensible a todos, con imágenes tomadas de la
naturaleza y de situaciones de la vida diaria”.
Ahí, dijo el Papa, “lo primero que
narra es una introducción a todas las parábolas: es aquella del sembrador, que
a manos llenas arroja las semillas sobre todo tipo de terreno. Y el verdadero
protagonista de esta parábola es la semilla, que produce más o menos frutos
según el terreno sobre el cual ha caído”.
“Los primeros tres terrenos son
improductivos: a lo largo del camino las aves se comen la semilla; sobre el
terreno pedregoso los brotes se secan rápidamente porque no tiene raíces; en
medio a las zarzas la semilla viene sofocada por las espinas. El cuarto tipo de
terreno es el terreno bueno, y solamente ahí la semilla germina y da fruto”.
En este caso, continuó Francisco,
“Jesús no se ha limitado a presentar la parábola, también lo ha explicado a sus
discípulos. La semilla que cae sobre el camino indica a cuantos escuchan el
anuncio del Reino de Dios pero no lo reciben; así llega el Maligno y se lo
lleva. De hecho el Maligno no quiere que la semilla del Evangelio germine en el
corazón de los hombres. Esta es la primera comparación”.
“La segunda es aquella de la semilla
que cae sobre las piedras: representa a las personas que escuchan la Palabra de
Dios y la reciben enseguida, pero superficialmente, porque no tiene raíces y
son inconstantes; y cuando llegan las dificultades y los tribulaciones, estas
personas se abaten enseguida”.
El tercer caso, dijo, “es aquella de la
semilla que cae entre las zarzas: Jesús explica que se refiere a las personas
que escuchan la Palabra pero, a causa de las preocupaciones mundanas y de las
seducciones de la riqueza, permanece sofocada. Finalmente, la semilla que cae
en terreno fértil representa a cuantos escuchan la Palabra, la reciben, la
cuidan y la comprenden, y esa da fruto. El modelo perfecto de esta tierra buena
es la Virgen María”.
Francisco subrayó que “esta parábola
habla hoy a cada uno de nosotros, como hablaba a los oyentes de Jesús dos mil
años atrás. Nos recuerda que nosotros somos el terreno donde el Señor echa
incansablemente la semilla de su Palabra y de su Amor. ¿Con qué disposición la
acogemos? Y podemos preguntarnos: ¿Cómo esta nuestro corazón? ¿A qué terreno se
parece: a un camino, a un pedregal, a unas zarzas?”.
“Depende de nosotros convertirnos en
terreno bueno sin espinas ni piedras, pero formado y cultivado con cuidado,
para que pueda dar buenos frutos para nosotros y para nuestros hermanos”.
El Papa remarcó además que “nos hará
bien no olvidarnos que también nosotros somos sembradores, Dios siembra
semillas buenas, y también aquí podemos preguntarnos: ¿qué tipo de semilla
salen de nuestro corazón y de nuestra boca?”.
“Nuestras palabras pueden hacer tanto
bien, así como tanto mal, pueden sanar y pueden herir, pueden animar y pueden
deprimir, recuerden: aquello que cuenta nos es los que entra, sino lo que sale
de la boca y del corazón”.
“La Virgen nos enseñe con su ejemplo a
cuidar y hacerla fecunda en nosotros y en los demás”, concluyó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario