Mons. Aguer: ¿Qué se enseña hoy en las escuelas?
Domingo 24
Ago 2014 | 11:54 amLa Plata (Buenos Aires) (AICA): En
su charla semanal que emite en televisión a través del programa “Claves para un
mundo mejor”, el arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, dedicó su reflexión
al problema educativo de la Argentina. Comenzó preguntando: “¿Qué pasa con la
educación en la Argentina que está tan depreciada y que no cumple con su papel
fundamental? Es un problema que salta a la vista y del cual se habla constantemente.
Todos sabemos lo que pasa en el ámbito de la educación católica, pero en la
escuela estatal el desarrollo de las actividades al cabo de los años no parece
dejar nada palpable. Quiero decir, hablando crudamente, los chicos salen de la
escuela sin saber casi leer y escribir correctamente”.
En
su charla semanal que emite en televisión a través del programa “Claves para un
mundo mejor”, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, quien además
preside la Comisión de Educación Católica de la Conferencia Episcopal
Argentina, dedicó su reflexión de esta semana al problema educativo de la
Argentina.
Comenzó preguntando: “¿Hay problemas educativos en la Argentina? ¿Hay problemas en la educación argentina? ¿Cuáles son estos?” ¿Qué pasa con la educación en la Argentina que está tan depreciada y que no cumple con su papel fundamental?”. “Es un problema -respondió- que salta a la vista y del cual se habla constantemente. Todos sabemos lo que pasa también en el ámbito de la educación católica. Pero especialmente nos cuentan las familias cuyos chicos van a la escuela estatal, que el desarrollo de esas actividades al cabo de los años no parece dejar nada palpable. Quiero decir, hablando crudamente, los chicos salen de la escuela sin saber casi leer y escribir correctamente”.
“Esta es una constatación -aseguró- que se da de un modo bastante general y es penoso realmente. No digo que nuestras escuelas [las católicas] sean una maravilla pero me parece que vamos guardando y salvando ciertas cosas fundamentales. Me da mucha pena porque yo he sido alumno de escuelas estatales, tanto en el nivel primario como en el secundario”.
Luego explicó que quería enfocar el tema “desde otra perspectiva, si se quiere más seria, más grave: ¿La educación transmite una imagen de la persona humana o se trata simplemente de transmitir conocimientos que no tienen un orden preciso? Toda educación es fundamentalmente educación de la persona”…
“Entonces, ¿qué imagen, qué idea del ser humano transmite la educación argentina? Aquí uno ve reparos muy serios a marcar, porque ciertamente hay algunas asignaturas de la currícula actual que dejan mucho que desear en este punto, porque se apartan no sólo de la tradición de la fe cristiana de nuestro país sino que se apartan de las rectas perspectivas de un humanismo, de un auténtico humanismo”.
“Quiero decir, por ejemplo, lo que aparece en ciertas asignaturas como “Salud y adolescencia”, “Construcción de Ciudadanía”, “Educación Sexual”. ¿Qué es lo que se introduce allí? Los papás que mandan a sus chicos a la escuela ¿saben de qué se trata o qué están aprendiendo sus hijos? Aquí se juega algo muy importante porque esos títulos que he puesto a las asignaturas que son los reales, se dan diversamente según los espacios jurisdiccionales”.
Monseñor Aguer insiste que en la enseñanza escolar estatal “no hay una transmisión de valores, no hay una verdadera valoración ética de las cosas”, y pone el caso de la Educación Sexual como paradigmático. “En mi opinión -dice- algunas algunas de las expresiones que se toman en cuenta, quiero decir los escritos o demás, yo los calificaría con palabras muy fuertes, son pequeños manuales de deseducación en cierto modo. Como también ese programa que tenía la ciudad de Buenos Aires llamado “Chau Tabú”. En esta materia se trata de decir chau. Pero, ¿a qué? Chau a una recta, completa e integral concepción del hombre y de la vida”.
Porque “la educación no es abarrotar de conocimientos a la gente sino formarla, formar la personalidad de alguien; su inteligencia pero también su corazón, su sensibilidad. Es decir el conjunto de la persona avanza, crece y se realiza por medio de la educación”, señaló.
“Por eso yo quisiera hoy transmitirles esta inquietud”, indicó en la última parte de su reflexión. “Tengan ustedes en cuenta esto y traten de informarse sobre la educación que reciben tanto los niños como los adolescentes y aun los jóvenes. ¿Qué se enseña en las escuelas? En este sentido, ¿qué imagen de la persona humana surge de los diseños curriculares?, ¿qué cosas oyen y aprenden nuestros chicos?”, porque “aquí se juega algo fundamental para el futuro del país: no solamente la felicidad concreta de tanta gente, sino la configuración del todo, de cada persona y por tanto del cuerpo social argentino”.+
Comenzó preguntando: “¿Hay problemas educativos en la Argentina? ¿Hay problemas en la educación argentina? ¿Cuáles son estos?” ¿Qué pasa con la educación en la Argentina que está tan depreciada y que no cumple con su papel fundamental?”. “Es un problema -respondió- que salta a la vista y del cual se habla constantemente. Todos sabemos lo que pasa también en el ámbito de la educación católica. Pero especialmente nos cuentan las familias cuyos chicos van a la escuela estatal, que el desarrollo de esas actividades al cabo de los años no parece dejar nada palpable. Quiero decir, hablando crudamente, los chicos salen de la escuela sin saber casi leer y escribir correctamente”.
“Esta es una constatación -aseguró- que se da de un modo bastante general y es penoso realmente. No digo que nuestras escuelas [las católicas] sean una maravilla pero me parece que vamos guardando y salvando ciertas cosas fundamentales. Me da mucha pena porque yo he sido alumno de escuelas estatales, tanto en el nivel primario como en el secundario”.
Luego explicó que quería enfocar el tema “desde otra perspectiva, si se quiere más seria, más grave: ¿La educación transmite una imagen de la persona humana o se trata simplemente de transmitir conocimientos que no tienen un orden preciso? Toda educación es fundamentalmente educación de la persona”…
“Entonces, ¿qué imagen, qué idea del ser humano transmite la educación argentina? Aquí uno ve reparos muy serios a marcar, porque ciertamente hay algunas asignaturas de la currícula actual que dejan mucho que desear en este punto, porque se apartan no sólo de la tradición de la fe cristiana de nuestro país sino que se apartan de las rectas perspectivas de un humanismo, de un auténtico humanismo”.
“Quiero decir, por ejemplo, lo que aparece en ciertas asignaturas como “Salud y adolescencia”, “Construcción de Ciudadanía”, “Educación Sexual”. ¿Qué es lo que se introduce allí? Los papás que mandan a sus chicos a la escuela ¿saben de qué se trata o qué están aprendiendo sus hijos? Aquí se juega algo muy importante porque esos títulos que he puesto a las asignaturas que son los reales, se dan diversamente según los espacios jurisdiccionales”.
Monseñor Aguer insiste que en la enseñanza escolar estatal “no hay una transmisión de valores, no hay una verdadera valoración ética de las cosas”, y pone el caso de la Educación Sexual como paradigmático. “En mi opinión -dice- algunas algunas de las expresiones que se toman en cuenta, quiero decir los escritos o demás, yo los calificaría con palabras muy fuertes, son pequeños manuales de deseducación en cierto modo. Como también ese programa que tenía la ciudad de Buenos Aires llamado “Chau Tabú”. En esta materia se trata de decir chau. Pero, ¿a qué? Chau a una recta, completa e integral concepción del hombre y de la vida”.
Porque “la educación no es abarrotar de conocimientos a la gente sino formarla, formar la personalidad de alguien; su inteligencia pero también su corazón, su sensibilidad. Es decir el conjunto de la persona avanza, crece y se realiza por medio de la educación”, señaló.
“Por eso yo quisiera hoy transmitirles esta inquietud”, indicó en la última parte de su reflexión. “Tengan ustedes en cuenta esto y traten de informarse sobre la educación que reciben tanto los niños como los adolescentes y aun los jóvenes. ¿Qué se enseña en las escuelas? En este sentido, ¿qué imagen de la persona humana surge de los diseños curriculares?, ¿qué cosas oyen y aprenden nuestros chicos?”, porque “aquí se juega algo fundamental para el futuro del país: no solamente la felicidad concreta de tanta gente, sino la configuración del todo, de cada persona y por tanto del cuerpo social argentino”.+
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