lunes, 18 de agosto de 2014


FRANCISCO DESPERTÓ A COREA Y A ASIA

Lunes 18 Ago 2014 | 11:03 am Monseñor Pietro Kang U-il  Seúl (Corea del Sur) (AICA): 
 “La visita del Papa a Corea dejó un mensaje muy claro a los jóvenes de toda Asia: ¡Despiértense y estén vigilantes! Francisco quiso dar un abrazo y una sacudida a nuestros muchachos, que deben levantarse y no rendirse jamás, aunque la situación en la cual viven parezca desesperada como una calle sin salida", expresó monseñor Pietro Kang U-il, obispo de Cheju y presidente de la Conferencia episcopal coreana, en la conferencia de prensa conclusiva de la visita apostólica del Papa Francisco a corea del Sur.

El pontífice, agregó monseñor Kang, "habló también a nosotros, que no somos tan jóvenes. Nos invitó a reflexionar con humildad sobre nosotros mismos, encontrando nuestro personal camino hacia valores más altos de aquellos que hasta ahora hemos vivido. La admonición es no hacer del desarrollo económico de Corea un ídolo y no hacer siempre prioritario al bienestar, así serán el bálsamo para nuestra sociedad. Nos pidió que tengamos y expresemos la compasión por los pobres, los marginados. Y agregó que esta compasión se traduce en solidaridad concreta"

Este mensaje, explicó el prelado durante el encuentro con la prensa, "no sólo fueron palabras, por más bellas sean, sino que fue un testimonio viviente que el Pontífice nos dejó, ya que no obstante la edad, caminó por toda la nación todo el día, desde la mañana temprano hasta la noche tarde. Se quiso mostrar a todos aquellos que tenían un ardiente deseo de verlo, estrechó sus manos, escuchó sus lamentaciones y ofreció a ellos consolación. El encuentro con los niños discapacitados fue un ejemplo magnífico".

Pero la cosa más importante, agregó monseñor Kang, "es que la solidaridad en relación con los pobres no debe ser entendida como una simple ayuda material, como una caridad estéril. Lo primero que tenemos que hacer en relación con aquellos que sufren, nos dijo Francisco, es acogerlos con amor en cuanto son hermanos y hermanas creados a imagen y semejanza de Dios. Debemos ayudarlos, siguiendo el ejemplo del Papa, a vivir una vida digna basada en las propias fuerzas. El pontífice literalmente caminó 5 días para manifestar su visión sobre el ser humanos y sobre el mundo".

Francisco, subraya monseñor Kang, "habló también a nuestra sociedad. Nos dijo que la paz no significa ausencia de guerra, sino el resultado de la aplicación de la justicia en todos los sectores, De este punto de vista, creo que la paz en la península coreana debería iniciar en la coparticipación de una mentalidad basada sobre la fraternidad: debemos reconocernos como hermanos y como creaturas de Dios”.+ 


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