sábado, 23 de agosto de 2014

Mons. Arancedo: “La fe no es un salto al vacío, se apoya en el obrar de Dios”
Sabado 23 Ago 2014 | 19:43 pm Santa Fe (AICA): “La fe no es un salto al vacío sino un apoyarnos en el testimonio que Él mismo nos ido dejando, al revelarse por sus ‘palabras y acciones’. Ella se apoya en la trasmisión de este testimonio con el que Dios se nos ha ido revelando, y que tuvo su momento cumbre y definitivo en la persona de Jesucristo”, destacó el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo. El prelado sostuvo que “la fe en Dios que se nos ha manifestado en su Hijo nos da a la Iglesia, y es ella quien nos introduce en esa comunión de Vida con Jesucristo. Por ello decíamos que la fe no es un salto al vacío, sino un apoyarnos en ese camino de Dios en el que él nos ha ido mostrando ‘el misterio de su voluntad’. La Iglesia se nos presenta en este camino de Dios, como un signo (sacramento) visible de su presencia”.

El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, destacó que “las lecturas de este domingo nos ayudan a comprender el camino de la fe visto desde el obrar de Dios. Estamos hablando de un Dios que se acerca a nosotros, que se nos revela, que nos habla. La fe no es un salto al vacío sino un apoyarnos en el testimonio que Él mismo nos ido dejando, al revelarse por sus ‘palabras y acciones’. Ella se apoya en la trasmisión de este testimonio con el que Dios se nos ha ido revelando, y que tuvo su momento cumbre y definitivo en la persona de Jesucristo”.

“En esta certeza se basa la fe cristiana, así lo hemos recibido: ‘Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres, nos dice la Biblia, por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y diversas maneras, ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo’”, recordó en su reflexión semanal.

El prelado sostuvo que en el evangelio de este domingo “hay una pedagogía de Dios que debemos saber leer. Nos habla de una de esas ‘palabras y acciones de Jesucristo’, en el que se nos manifiesta, se revela ‘el misterio de su voluntad’, objeto de nuestra fe” e indicó que “vemos un ejemplo de este manifestarnos su voluntad en la respuesta que le da a Pedro, luego que él le dijera: ‘Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo’, y Jesús le dice: ‘Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia’”.

“Este es un ejemplo de esa pedagogía de Dios que nos va dejando en nuestra historia expresiones de su voluntad, como lugares de su presencia y de encuentro con él. La Iglesia no es una institución fundada por los hombres, sino expresión viva de esas ‘palabras y acciones de Jesucristo’. Cuando perdemos de vista este origen de la Iglesia, la despojamos de su verdad más profunda, que es ser expresión de la voluntad de Dios manifestada en Jesucristo y animada por el Espíritu Santo. Por eso Ella es objeto de nuestra fe, como lo expresamos en el Credo: ‘Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica’”, destacó.

Tras interpelar “¿qué nos da la fe?”, monseñor Arancedo sostuvo que “la fe en Dios que se nos ha manifestado en su Hijo nos da a la Iglesia, y es ella quien nos introduce en esa comunión de Vida con Jesucristo. Por ello decíamos que la fe no es un salto al vacío, sino un apoyarnos en ese camino de Dios en el que él nos ha ido mostrando ‘el misterio de su voluntad’”.

“La Iglesia se nos presenta en este camino de Dios, como un signo (sacramento) visible de su presencia”, concluyó.+ 


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