Hoy se celebra la 48ª Jornada Mundial de la
Paz
Saludo Papa Francisco / Foto: L'Osservatore Romano
ROMA, 01 Ene. 15 / 02:46 am (ACI/EWTN Noticias).-
Cada
1° de enero la Iglesiacelebra la Jornada Mundial de la Paz
y como es costumbre se reflexiona sobre el Mensaje del Papa Francisco, que este
año 2015 se titula “No esclavos, sino hermanos”. Al comenzar este nuevo año,
pidámosle a Dios que nos conceda el don de la Paz que muchas veces se ve
amenazada por el egoísmo.
Paz
es, en términos generales, la tranquilidad que procede del orden y de la unidad
de voluntades, es la serenidad existente donde no hay conflicto. Mientras que
la “paz interior” es la que proviene de la unidad de la voluntad humana con la
divina, la cual se puede obtener incluso en medio de grandes dificultades y
tormentos exteriores.
San
Juan XIII decía en Pacem in terris (La paz en la tierra), que la “profunda
aspiración de los hombres de todos los tiempos (la paz), no se puede establecer
ni asegurar si no se guarda íntegramente el orden establecido por Dios. La Paz
ha de estar fundada sobre la verdad, construida con las normas de la justicia,
vivificada e integrada por la caridad y realizada, en fin, con la libertad”.
En
este sentido, la Paz es un don de Dios que encuentra su plenitud en Jesucristo
y su arma más poderosa es la oración. "La conquista de la paz a todos los
niveles está unida a la conversión del corazón y a un auténtico cambio de vida",
señaló una vez San Juan Pablo II.
Oración por la Paz de San Juan Pablo II
(Día Mundial por la Paz, 1 de enero del 2002)
Oh, Dios, Creador del universo, que
extiendes tu preocupación paternal sobre cada criatura y que guías los eventos
de la historia a la meta de la salvación; reconocemos tu amor paternal que a
pesar de la resistencia de la humanidad y, en un mundo dividido por la disputa
y la discordia, Tú nos haces preparar para la reconciliación.
Renueva en nosotros las maravillas de
tu misericordia; envía tu Espíritu sobre nosotros para que él pueda obrar en la intimidad de
nuestros corazones; para que los enemigos puedan empezar a dialogar; para que
los adversarios puedan estrecharse las manos; y para que las personas puedan encontrar
entre sí la armonía.
Para que todos puedan comprometerse en
la búsqueda sincera por la verdadera paz; para que se eliminen todas las
disputas, para que la caridad supere el odio, para que el perdón venza el deseo
de venganza.
Con
este preámbulo, te invitamos a meditar el Mensaje del Papa Francisco para la Jornada de la Paz 2015.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario