jueves, 18 de septiembre de 2014


ORACION DEL ANCIANO 
Padre Misericordioso
Tú me has dado la vida y 
me la has conservado hasta ahora; 
Tú me has conducido desde la juventud 
y me has demostrado tu fidelidad hasta la ancianidad. 
Alabo y bendigo tu misericordia 
y vengo de nuevo a implorar tu gracia.
Mis días están en tus manos:
Ya no puedo hacer mucho, 
pero puedo esperar, recibir, 
agradecer, orar, perseverar y ser fiel. 
Dame la gracia de la perseverancia 
y un bello atardecer de mi vida.
Conserva entero y sereno mi corazón,
hasta que descanse en Tí.
Bienaventurados aquellos que me hacen sentir
que soy amado, que soy útil todavía 
y que no estoy solo.
Bienaventurados aquellos que llenan la última
etapa de mi vida con cariño y comprensión.
Bienaventurados aquellos que entienden mi paso
vacilante y mi mano temblorosa.
Bienaventurados aquellos que tienen en cuenta
que mis oídos tienen que esforzarse para captar lo que dicen.
Bienaventurados aquellos que se dan cuenta
que mis ojos están nublados y que mis reacciones son lentas.
Bienaventurados aquellos que desvían la mirada 
al ver que he derramado la taza de café.
Bienaventurados aquellos que con una sonrisa 
me conceden un ratito de su tiempo para charlar
de cosas "sin importancia".

Bienaventurados aquellos que nunca dicen:
"ya me has contado eso dos veces".

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