Papa Francisco: “El amor no ve si uno tiene
rostro feo o rostro bello: ¡ama!”
VATICANO, 09 Sep. 14 / 10:19 am (ACI/EWTN Noticias).-
Jesús
ama y elige con amor, aseguró este martes el Papa Francisco durante la Misa matutina en la Casa Santa Marta, donde
recordó que Cristo no escogió a sus discípulos según los criterios del mundo,
sino a gente común, porque “el amor no ve si uno tiene rostro feo o rostro
bello: ¡ama!”.
En
su homilía, el Santo Padre reflexionó acerca de los tres momentos de la vidadel
Señor. El primero es la oración. Jesús, recordó, “transcurre toda la noche
rezando a Dios”. “Reza por nosotros. Parece un poco extraño que Él, que ha
venido a salvarnos, que tiene el poder” rece al Padre. Y “lo hace con
frecuencia” porque Jesús “es el gran intercesor”.
“Él
está ante el Padre en este momento, rezando por nosotros. ¡Y esto debe darnos
coraje! Porque en los momentos difíciles, de dificultad o de necesidad y de
tantas cosas, pensar: ‘Pero Tú estás rezando por mí. Reza por mí. ¡Jesús reza
por mí al Padre!’”, aseguró el Papa.
“Es
su trabajo de hoy: rezar por nosotros, por su Iglesia.
Nosotros olvidamos frecuentemente esto, que Jesús reza por nosotros. Ésta es
nuestra fuerza. Decir al Padre: ‘Pero si Tú, Padre, no nos miras, mira a tu
Hijo que reza por nosotros’. Desde el primer momento Jesús reza: ha rezado
cuando estaba en la tierra y sigue rezando ahora por cada uno de nosotros, por
toda la Iglesia”, afirmó.
Luego
de la oración, Jesús elige a los doce Apóstoles. “No han sido ustedes los que
me han elegido a mí. ¡Soy yo quien los ha elegido a ustedes!”. “Este segundo
momento – afirmó el Papa – nos da coraje: ‘¡Yo soy elegido, yo soy una elección
del Señor! En el día del Bautismo Él me ha elegido’. Y Pablo, pensando en esto
decía: ‘Él me eligió a mí, desde el seno de mi madre’”. Por tanto, nosotros los
cristianos, hemos sido elegidos.
“¡Estas
son las cosas del amor! El amor no ve si uno tiene rostro feo o rostro bello:
¡ama! Y Jesús hace lo mismo: ama y elige con amor. ¡Y elige a todos! Él, en la
lista, no tiene a nadie importante – entre comillas – según los criterios del
mundo: es gente común. Hay gente común. Pero que tienen una cosa – sí – hay que
subrayarlo, que todos son pecadores. Jesús ha elegido a los pecadores. Elige a
los pecadores”.
“Y
ésta es la acusación que le hacen los doctores de la ley, los escribas: ‘Este
va a comer con los pecadores, habla con las prostitutas….’. ¡Jesús llama a
todos! ¿Recordamos la parábola de las bodas del hijo: cuando los invitados no
fueron? ¿Qué hizo el dueño de casa? Envía a sus siervos: ‘¡Vayan y traigan a
todos a casa! Buenos y malos’, dice el Evangelio. ¡Jesús ha elegido a todos!”.
Francisco
recordó que Jesús también eligió a Judas Iscariote, “que se convirtió en el
traidor… El pecador más grande. Pero fue elegido por Jesús”.
Después
está el tercer momento: “Jesús cercano a la gente”. Muchísimas personas van “a
escucharlo y a ser curados de sus enfermedades. Toda la muchedumbre trataba de
tocarlo” porque “de Él salía una fuerza que curaba a todos”. Jesús está en
medio de su pueblo:
“No
es un profesor, un maestro, un místico que se aleja de la gente y habla desde
la cátedra, desde allí. ¡No! Está en medio de la gente; se deja tocar; deja que
la gente le pida. Así es Jesús: cercano a la gente. Y esta cercanía no es una
cosa nueva para Él: él lo subraya con su modo de actuar, pero es algo que viene
de la primera elección de Dios por su pueblo. Dios dice a su pueblo: ‘Piensen,
¿qué pueblo tiene un Dios tan cercano, como Yo lo estoy con ustedes?’. La
cercanía de Dios con su pueblo es la cercanía de Jesús con la gente”.
“Así
es nuestro Maestro, así es nuestro Señor. Es uno que reza, uno que elige a la
gente y uno que no tiene vergüenza de estar cerca de la gente. Y esto nos da
confianza en Él. Nos encomendamos a Él porque reza, porque nos ha elegido y
porque está cerca de nosotros”, concluyó el Papa.
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