OBSERVADOR
DE LA SANTA SEDE ANTE LA ONU
"Los ancianos no pueden ser una carga
demográfica"
En
una sesión del Consejo para los Derechos Humanos sobre la protección de la
tercera edad, monseñor Silvano Tomasi criticó "la visión puramente
económica y funcional". Advirtió que los mayores "pueden dar su
contribución a la sociedad por largo tiempo".
"Nuevas
soluciones para estructurar la sociedad"
Desde
aquí al 2050 el número de los ancianos habrá alcanzando los dos mil millones,
pero el significado de tal tendencia demográfica viene por desgracia a menudo
medida solo en base del impacto económico que podría tener.
Mons. Silvano Maria Tomasi, observador permanente de la Santa Sede ante la oficina de las Naciones Unidas de Ginebra, en una intervención en la 27º sesión del Consejo para los Derechos Humanos dedicada a la protección de la tercera edad, critica el pensamiento recurrente que lee en el incremento de los ancianos un efecto negativo sobre el crecimiento económico en las próximas dos décadas en el mundo, y que considera que el dividendo demográfico que empujó el crecimiento económico en el pasado, se transformará en "carga demográfica".
Mons. Tomasi expresó su temor de que esta visión limitada pueda constituir una seria amenaza para el pleno goce de los derechos por parte de las personas ancianas. “Hoy – afirma – la sociedad eficientista tiende a marginar a nuestros hermanos y hermanas vulnerables, incluidas las personas ancianas, como si fueran un peso o un problema para la sociedad”.
“Al contrario –explica mons. Tomasi– pueden dar su contribución a la sociedad por un tiempo largo. Pero para que esto suceda, necesitamos, entre otras cosas, estrategias y nuevas soluciones para estructurar la sociedad en general, el mundo del trabajo, las infraestructuras sanitarias y la asistencia.
”La visión de los ancianos puramente económica y funcional - concluye monseñor Tomasi – puede crear una cultura en la que los elementos más débiles y más frágiles de la sociedad corren el riesgo de ser ‘descartados’ por un sistema que debe ser eficiente a toda costa”.
Mons. Silvano Maria Tomasi, observador permanente de la Santa Sede ante la oficina de las Naciones Unidas de Ginebra, en una intervención en la 27º sesión del Consejo para los Derechos Humanos dedicada a la protección de la tercera edad, critica el pensamiento recurrente que lee en el incremento de los ancianos un efecto negativo sobre el crecimiento económico en las próximas dos décadas en el mundo, y que considera que el dividendo demográfico que empujó el crecimiento económico en el pasado, se transformará en "carga demográfica".
Mons. Tomasi expresó su temor de que esta visión limitada pueda constituir una seria amenaza para el pleno goce de los derechos por parte de las personas ancianas. “Hoy – afirma – la sociedad eficientista tiende a marginar a nuestros hermanos y hermanas vulnerables, incluidas las personas ancianas, como si fueran un peso o un problema para la sociedad”.
“Al contrario –explica mons. Tomasi– pueden dar su contribución a la sociedad por un tiempo largo. Pero para que esto suceda, necesitamos, entre otras cosas, estrategias y nuevas soluciones para estructurar la sociedad en general, el mundo del trabajo, las infraestructuras sanitarias y la asistencia.
”La visión de los ancianos puramente económica y funcional - concluye monseñor Tomasi – puede crear una cultura en la que los elementos más débiles y más frágiles de la sociedad corren el riesgo de ser ‘descartados’ por un sistema que debe ser eficiente a toda costa”.
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