Unos 5 millones de niños y adolescentes son pobres
Según
el último informe del Barómetro de la Deuda Social de la Universidad Católica
Argentina, la pobreza entre los menores de 18 años está estimada en 38,8%,
contra el 37,2% de 2012. De ellos, unos 800.000 viven en la indigencia. Réplica
del Gobierno.
En
el total de la población urbana del país, la pobreza entre los menores de 18
años está estimada en 38,8%, contra el 37,2% de 2012. Así, unos 5 millones de
niños y adolescentes son pobres, y, de ellos, unos 800.000 (9%), indigentes de
acuerdo a la encuesta del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia para 2013
que presenta la Universidad Católica Argentina cuyo estudio abarca 5700 hogares
de 19 áreas urbanas.
En el conurbano, en 2012 los niños sumergidos en la pobreza eran el 42%, un índice seis décimas inferior que el de la medición del año pasado pero el aumento es más pronunciado en comparación con 2011, cuando la tasa alcanzó el 38,5%, año en que se había registrado una baja significativa como efecto de la extensión del pago de la asignación universal por hijo.
La tendencia a un aumento de la pobreza medida por ingresos se ve agravada por la persistencia de elevados niveles de pobreza estructural que se mide por las condiciones de vida y vivienda. Sin embargo y aunque en el conurbano, el 27,2% de los chicos tiene necesidades básicas insatisfechas, el índice tuvo una leve mejora respecto de los tres años previos.
En la ciudad de Buenos Aires en tanto, la pobreza y la indigencia infantil se ubican en el 18,9 y en el 3,4%, respectivamente, con leves alzas respecto de 2012.
"Ahora resulta que hay mucha más pobreza. Hay más obra pública, más construcción, más jubilaciones, pero dicen que hay más pobreza. Es insostenible", dijo el ministro de Economía, Axel Kicillof, al rechazar el informe de la UCA.
El funcionario kirchnerista señaló que está dispuesto a debatir los números y hasta la metodología con quien sea necesario, pero advirtió: "Podemos discutirlo con quien me traiga algo serio. Se puede discutir la cuestión metodológica, pero me parece que el discurso de que hay más pobres que en 2001 no se lo creen ni ellos".
"Todos estamos de acuerdo que la pobreza bajó, después podemos discutir cuánto", sentenció en declaraciones a radio América.
Principales resultados
- Se advierte que el porcentaje de niños y adolescentes que vive en hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) se redujo 3,2 puntos porcentuales desde 2010. Aun así, hay que destacar que el 38,8% de las infancias y adolescencias se encuentra en situación de pobreza y el 24,4% de los niños y adolescentes aún vive en hogares con necesidades básicas insatisfechas.
- Reducir la proporción de personas sin acceso sostenible a agua potable y servicios de saneamiento, y la proporción de hogares residentes en viviendas deficitarias. El 17,5% de los niños/as y adolescentes reside en viviendas precarias, el 44% convive con algún problema de saneamiento y el 19% vive en condiciones de hacinamiento. Sin embargo, estos tres indicadores han experimentado progresos significativos que, en parte, explican la merma de la incidencia de la pobreza por NBI antes mencionada.
- Alcanzar la universalización del acceso a las tecnologías de la información y la comunicación ya que de ello depende el desarrollo de ciertas capacidades de integración social. Los progresos aquí han sido notables puesto que cada vez más chicos/as tienen su propia computadora y acceden a servicios de Internet. Sin embargo, aún 38% de los niños/as no poseen una computadora en su casa y el 39% no suele utilizar Internet.
- Con respecto a educación hay muchas metas que alcanzar, entre ellas podemos nombrar a: la inclusión de los adolescentes en la educación secundaria; la inclusión de los más pequeños en centros educativos; y la ampliación de la jornada extendida. En relación a la inclusión en la secundaria, si bien solo el 7,9% de los chicos/as entre 13 y 17 años no asisten a la escuela, el 20,7% asiste pero con rezago. Sobre la inclusión de niños/as de 3 y 4 años en centros educativos cabe mencionar que el déficit de este indicador tuvo un descenso de 9,5 p.p. de 2010 a 2013 pasando de 43% a 33,5%. Finalmente, en cuanto a la jornada extendida, la meta para 2010 indicaba que el 30% de la población escolarizada de nivel primario debía concurrir a una escuela con jornada extendida, no obstante, en 2013 dicho porcentaje fue de apenas 9,8%. La relevancia de esta meta yace en que para los sectores más desfavorecidos la jornada extendida podría representar la incorporación de ofertas educativas y recreativas en el espacio del deporte, las artes y la cultura.
- Erradicar del trabajo infanto-adolescente. Hubo una reducción en la propensión al trabajo infantil, en efecto entre 2010 y 2013 la incidencia del trabajo infantil experimento una merma de 2,7 p.p alcanzando al 14,9% en 2013 para la población de 5 a 17 años.
En el conurbano, en 2012 los niños sumergidos en la pobreza eran el 42%, un índice seis décimas inferior que el de la medición del año pasado pero el aumento es más pronunciado en comparación con 2011, cuando la tasa alcanzó el 38,5%, año en que se había registrado una baja significativa como efecto de la extensión del pago de la asignación universal por hijo.
La tendencia a un aumento de la pobreza medida por ingresos se ve agravada por la persistencia de elevados niveles de pobreza estructural que se mide por las condiciones de vida y vivienda. Sin embargo y aunque en el conurbano, el 27,2% de los chicos tiene necesidades básicas insatisfechas, el índice tuvo una leve mejora respecto de los tres años previos.
En la ciudad de Buenos Aires en tanto, la pobreza y la indigencia infantil se ubican en el 18,9 y en el 3,4%, respectivamente, con leves alzas respecto de 2012.
"Ahora resulta que hay mucha más pobreza. Hay más obra pública, más construcción, más jubilaciones, pero dicen que hay más pobreza. Es insostenible", dijo el ministro de Economía, Axel Kicillof, al rechazar el informe de la UCA.
El funcionario kirchnerista señaló que está dispuesto a debatir los números y hasta la metodología con quien sea necesario, pero advirtió: "Podemos discutirlo con quien me traiga algo serio. Se puede discutir la cuestión metodológica, pero me parece que el discurso de que hay más pobres que en 2001 no se lo creen ni ellos".
"Todos estamos de acuerdo que la pobreza bajó, después podemos discutir cuánto", sentenció en declaraciones a radio América.
Principales resultados
- Se advierte que el porcentaje de niños y adolescentes que vive en hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) se redujo 3,2 puntos porcentuales desde 2010. Aun así, hay que destacar que el 38,8% de las infancias y adolescencias se encuentra en situación de pobreza y el 24,4% de los niños y adolescentes aún vive en hogares con necesidades básicas insatisfechas.
- Reducir la proporción de personas sin acceso sostenible a agua potable y servicios de saneamiento, y la proporción de hogares residentes en viviendas deficitarias. El 17,5% de los niños/as y adolescentes reside en viviendas precarias, el 44% convive con algún problema de saneamiento y el 19% vive en condiciones de hacinamiento. Sin embargo, estos tres indicadores han experimentado progresos significativos que, en parte, explican la merma de la incidencia de la pobreza por NBI antes mencionada.
- Alcanzar la universalización del acceso a las tecnologías de la información y la comunicación ya que de ello depende el desarrollo de ciertas capacidades de integración social. Los progresos aquí han sido notables puesto que cada vez más chicos/as tienen su propia computadora y acceden a servicios de Internet. Sin embargo, aún 38% de los niños/as no poseen una computadora en su casa y el 39% no suele utilizar Internet.
- Con respecto a educación hay muchas metas que alcanzar, entre ellas podemos nombrar a: la inclusión de los adolescentes en la educación secundaria; la inclusión de los más pequeños en centros educativos; y la ampliación de la jornada extendida. En relación a la inclusión en la secundaria, si bien solo el 7,9% de los chicos/as entre 13 y 17 años no asisten a la escuela, el 20,7% asiste pero con rezago. Sobre la inclusión de niños/as de 3 y 4 años en centros educativos cabe mencionar que el déficit de este indicador tuvo un descenso de 9,5 p.p. de 2010 a 2013 pasando de 43% a 33,5%. Finalmente, en cuanto a la jornada extendida, la meta para 2010 indicaba que el 30% de la población escolarizada de nivel primario debía concurrir a una escuela con jornada extendida, no obstante, en 2013 dicho porcentaje fue de apenas 9,8%. La relevancia de esta meta yace en que para los sectores más desfavorecidos la jornada extendida podría representar la incorporación de ofertas educativas y recreativas en el espacio del deporte, las artes y la cultura.
- Erradicar del trabajo infanto-adolescente. Hubo una reducción en la propensión al trabajo infantil, en efecto entre 2010 y 2013 la incidencia del trabajo infantil experimento una merma de 2,7 p.p alcanzando al 14,9% en 2013 para la población de 5 a 17 años.
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