EL DECIMO SEPTIMO DIA
Su Dulzura invencible
Algunas personas
han imaginado que Francisco de Sales estaba, por naturaleza, poseído por esa
atractiva cualidad de la dulzura; pero ellos deben perdonarme si yo los
contradigo, porque su temperamento natural, así como el del resto de su
familia, era muy colérico. El obtuvo la Victoria sobre su colérica disposición
peleando fuertemente. Él trabajó continuamente para superarse a sí mismo con la
gracia de Dios. Es cierto que en algunos momentos él sintió ciertos impulsos de
ira y de rebeliones violentas en la parte irascible de su naturaleza, aun
cuando estos impulsos no se manifestaban en su exterior. Pero lo importante es
que él no dejó que la ira se convirtiera en su amo, sino que lidiaba con ella
tan pronto como la sentía.
Un día, habiendo
ido a visitar a un amigo suyo, él dijo: ‘te aseguro que con un poco más y yo
habría estado verdaderamente furioso, pero estoy obligado a luchar en contra de
mis pasiones y a mantenerlas bajo control’.
Finalmente, con la
más grande prudencia, Francisco de Sales siempre mantuvo su Corazón en paz y en
calma aún en medio de las tormentas y las tempestades de las contradicciones,
las oposiciones y las persecuciones; él nunca fue impetuoso y nunca se quejaba
ni reprochaba. (Pere de la Riviere.)
Un Ramillete Espiritual
Asegúrate de hacer
todo lo que puedas para cultivar la dulzura en medio de aquellos que te
pertenecen, quiero decir, aquellos que viven en tu casa. Yo no estoy diciendo
que tú debes ser débil o fácil de manipular o de convencer, sino que debes ser dulce y gentil. Tú debes pensar en esto cuando vayas
en camino a casa y al salir de ella, en la mañana, en la tarde, en todo
momento. (Cartas.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario