Papa Francisco explica las razones de la
reforma de la Curia del Vaticano
Por Alvaro de Juana
VATICANO, 12 Feb. 15 / 10:35 am (ACI/EWTN Noticias).- Favorecer una mayor armonía, un fuerte testimonio
cristiano y una evangelización más eficaz, así como “adelgazar” la Curia
Romana. Es el sentido que, según el Papa Francisco, tiene la reforma de la
Curia que se lleva trabajando desde el comienzo de su pontificado, hace casi ya
dos años.
“La
reforma no es el fin en sí misma, sino un medio para dar un fuerte testimonio
cristiano; para favorecer una evangelización más eficaz; para promover un
espíritu ecuménico más fecundo; para animar un diálogo más constructivo con
todos”, explicó el Pontífice.
A
las 9 de la mañana de este jueves se dio comienzo al Consistorio en
el Aula del Sínodo, donde el Colegio Cardenalicio se
reúne con el Papa Francisco para ser informado sobre las reformas que prepara
el Consejo de Cardenales (llamado
C9 Vaticano). Participan también los nuevos cardenales que
serán creados el próximo sábado en el Consistorio Ordinario Público.
Tras
la intervención del Decano del Colegio Cardenalicio, Cardenal Angelo Sodano,
el Papa inició su discurso agradeciendo la presencia de los purpurados. Luego
explicó que uno de los motivos de la reunión es presentar “la síntesis del
trabajo desarrollado en estos últimos meses para elaborar la nueva Constitución
Apostólica para la reforma de la Curia. Como sabemos, esta síntesis ha sido
predispuesta en base a muchas sugerencias, también por parte de los jefes y de
los responsables de los Dicasterios, así como los expertos en la materia”.
“La
meta de reunirse -continuó el Pontífice- es siempre la de favorecer la mayor
armonía en el trabajo de los diversos dicasterios y oficinas con el fin de
realizar una colaboración más eficaz en aquella absoluta transparencia que
edifica la auténtica sinodalidad y la colegialidad”.
El
Papa destacó que la reforma ha sido acogida “vivamente” por la mayoría de los
cardenales “en el ámbito de las Congregaciones generales antes del Cónclave”.
Sin embargo, “se deberá perfeccionar todavía más la identidad de la misma Curia
Romana, es decir, aquella de servir de ayuda al Sucesor de Pedro en el
ejercicio de su supremo oficio pastoral para el bien y el servicio de la Iglesia universal y de las Iglesias particulares”.
Así
“se refuerzan la unidad de fe y la comunión del pueblo de Dios, y se promueve
la misión propia de la Iglesia en el mundo”.
Francisco
señaló que “tal meta no es fácil: requiere tiempo, determinación y sobre todo
la colaboración de todos. Para realizar esto debemos ante todo fiarnos del
Espíritu Santo, que es la verdadera guía de la Iglesia, implorando en la
oración el don del auténtico discernimiento”.
Por
último, Francisco reconoció que este encuentro “será fecundo gracias a la
contribución que cada uno de nosotros podrá expresar con parresía, fidelidad al
Magisterio, conscientes de que todo contribuye a la ley suprema”.
Por
su parte, en sus palabras antes del discurso del Papa, el Cardenal Sodano,
recordó el papel de los purpurados de ser “un colegio peculiar que asiste al
Santo Padre sea de manera colegial o personal”.
“Algunos
de nosotros desarrollamos esta tarea en la Curia Romana. La mayor parte de los
hermanos cardenales provienen de las diversas partes del mundo, y estoy
contento de poder ofrecer al sucesor de Pedro mi apoyo con mi presencia”.
En
ese sentido, recordó que “ante los nuevos desafíos del tercer milenio
cristiano, se nos ha llamado a colaborar para una mejor actividad del cenáculo
apostólico que es la Curia romana”.
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