Estatua de la Virgen de Lourdes estremece
Argentina: No está pero todos la ven
Foto: Cortesía santuario Nuestra
Señora de Lourdes
BUENOS AIRES, 13 Feb. 15 / 06:05 am (ACI/EWTN Noticias).- Todos los que visitan la capilla del santuario
Nuestra Señora de Lourdes, de Alta Gracia (Argentina) son testigos de un hecho
que aún no encuentra explicación. En la hornacina del retablo ubicado sobre el
altar se ve una imagen de la Virgen a pesar que el espacio está, sin lugar a
dudas, vacío.
Según
informa la agencia AICA, no es una imagen plana sino con relieve,
tridimensional, con pliegues en el vestido. Tampoco es una ilusión psicológica
fruto de la devoción exagerada de algunos peregrinos.
Todos
los que acuden allí la ven –sean creyentes o no– y de hecho la imagen queda
registrada en las fotos que se toman. La imagen se ve con claridad desde la
puerta de entrada y va desvaneciéndose si uno se va acercando al altar.
¿Cómo
se originó el fenómeno?
La
capilla de Alta Gracia fue construida y bendecida en 1927 y durante muchos años
estuvo en el centro del retablo una estatua de la Virgen de Lourdes.
A mediados de 2011 esa estatua fue retirada de su hornacina para ser
restaurada, que actualmente se encuentra al pie de la hornacina que quedó
vacía.
Uno
de los sacerdotes a cargo del santuario iba a cerrar la capilla y desde la
puerta principal vio una imagen que parecía de yeso en el lugar donde
originalmente había sido colocada. Se acercó varias veces y cada vez que lo
hacía comprobaba que la imagen que veía desde cierta distancia se desvanecía.
Lo cierto era que efectivamente no había imagen… pero la veía.
Ante
el fenómeno, visible para cualquiera, los frailes carmelitas descalzos del
santuario Nuestra Señora de Lourdes emitieron un comunicado en el que decían
que “la manifestación de la imagen de la Santísima Virgen María no tiene hasta
el momento explicación racional”.
“Debe
ser interpretado por el pueblo de Dios como un signo para acrecentar y
profundizar la fe cristiana y suscitar en los corazones de los hombres la
conversión al amor de Dios y su participación en la vida de la Iglesia”, indicaron.
70
mil fieles peregrinaron el día de la Virgen de Lourdes
El
11 de febrero, fiesta de la Virgen de Lourdes, unas 70 mil personas llegaron en
peregrinación a este Santuario. Entre cantos y alabanzas los fieles salieron
desde la Plaza de las Américas en Córdoba hasta el Santuario de Alta Gracia.
“La
Virgen de Lourdes promovió tantas curaciones milagrosas que su día genera mucha
expectativa acerca de la sanación. Ella está ligada a la salud, tanto corporal
como espiritual, por eso es tan multitudinaria su devoción”, explicó el Padre
David Cevoli, de la congregación de los Carmelitas Descalzos.
“Es
difícil saber cuánta gente vendrá, sí sabemos que el año pasado vinieron
caminando más de 75 mil personas, más toda la gente que va llegando durante
todo el día”, indicó el sacerdote.
“El
Santuario es muy grande, hay mucho espacio para permanecer durante el día, y
jamás hemos tenido problemas para contener a la multitud”, dijo al diario Día a
Día.
La Misa principal
de la celebración del 11 de febrero fue celebrada por el Arzobispo de Córdoba,
Mons. Carlos Ñánez, acompañado de su Obispo Auxiliar, Mons. Pedro Torrres.
Unos
días antes, el 8 de febrero, el Arzobispo dijo en su homilía de la Misa
dominical, que la peregrinación a la gruta de la Virgen de Lourdes en Alta
Gracia “es un gesto de fe, de confianza, de gratitud por parte de la gente que
camina para agradecerle al Señor lo que ha recibido de la mano de la Virgen
Santísima”.
“También
es la peregrinación y la participación en las celebraciones allá en la gruta,
una súplica, una súplica confiada por distintas intenciones pero también
teniendo un recuerdo especial por los enfermos, de hecho ese día se celebra en
la Iglesia la Jornada Mundial del Enfermo, entonces, es una súplica por los
enfermos”.
El
Prelado dijo que “pedimos que quien pueda recuperar la salud se restablezca
totalmente y pueda servir, pero aún aquél que tiene una enfermedad penosa, una
enfermedad crónica, también desde su lecho, desde su postración como enfermo,
puede levantarse; en la medida en que hace de su enfermedad, de su sufrimiento
una ofrenda, una oración, esa persona se está levantando y está sirviendo”.
La
capilla de la Virgen de Alta Gracia se encuentra en un amplio predio, en un
parque de varias hectáreas, donde en 1916 se inauguró una réplica de la gruta
Massabielle, de Lourdes, donde la Virgen se apareció en 1858 a Santa Bernardita
Soubirous.
La
idea y realización se debió a dos señoras porteñas, Guillermina Achával
Rodríguez de Goyena y Delfina Bunge de Gálvez, escritora, esposa del escritor
Manuel Gálvez. Desde que se levantó la gruta, el lugar se constituyó en un
centro de afluencia de peregrinos.
En
1922 se formó una comisión para construir cerca de la gruta una capilla, cuya
primera piedra se colocó en 1924 y que el entonces Obispo de Córdoba, Mons.
José Anselmo Luque bendijo en 1927.
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