EL DECIMO NOVENO DIA
Su
caridad para con su vecino
Su caridad para
con su vecino estaba basada en una perfección espiritual sólida, y la prueba de
esto era que él demostró una dulzura especial con las personas duras,
desagradables y de mala condición, viendo solamente a Dios en ellas.
Es imposible
describir su cordialidad y afabilidad para con todo el mundo sin importar cuan
pobres o necesitados fueran. Él le dio consuelo y consejo a todos aquellos que
lo necesitaran y con una perfecta imparcialidad; incluso, él pasó mañanas
enteras escuchando las confesiones de mujeres pobres e ignorantes; él visitó a
los enfermos que no contaban con ningún tipo de ayuda humana y nunca trató a
nadie con desdén.
El nunca permitió
detracciones o puñaladas por la espalda; él nunca acusó a nadie, nunca exageró
sus culpas. Por el contrario, él siempre los excusaba. Él dijo que el alma de
nuestro vecino es una fruta prohibida y que no podemos juzgarla sin ofender la
ley de Dios. (Pere de la Riviere.)
Francisco de Sales
era agraciado y afable con todo el mundo. Él era servicial con todos y siempre
trataba de no dar la más mínima molestia; y esto lo hacía por consideración y
gentileza para con su vecino. (Santa Chantal.)
Un Ramillete Espiritual
Lucha por adquirir
dulzura de corazón para con tu vecino, reflexionando que él es obra de Dios; y
que algún día, si así le complace a la Divina misericordia, él disfrutará del
Paraíso que está preparado para nosotros. Debemos soportar a todos aquellos que
nuestro Señor soporta, y debemos sentir una gran compasión por sus enfermedades
espirituales. (El Director Espiritual.)
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