EL DECIMO OCTAVO DIA
Su dulzura para con sus
enemigos
Todo lo que
respecta a Francisco de Sales era tan perfecto que no había nada en él que
pudiera ser objeto de culpa o reproche. Tan es así que sus enemigos se vieron
obligados a inventar historias maliciosas para poder acusarlo injustamente,
pero él nunca trató de justificarse. En esas ocasiones él era como el dulce
incienso que asciende al Cielo hacia el Padre de luz y de misericordia, porque
él se regocijaba en el sufrimiento por el honor y la Gloria de Dios y oraba
incesantemente por sus enemigos, siguiendo el ejemplo de su Salvador. Su gran
dulzura y caridad eran remedios para todos los males. (Deposición de Sr.
Fichet.)
Aquellos que
conocieron a Francisco de Sales por mucho tiempo, declararon que él estaba tan
enamorado del insulto que para poder ganar su favor, y asegurarse de que no
fuesen alejados de él sin antes obtener de él lo que ellos deseaban, ellos
tuvieron que enfrentarlo o causarle algún tipo de molestia; y que después de
esto él aprovechaba cualquier oportunidad para honrar y gratificar a aquellos
que lo habían tratado mal.
Ciertas personas
molestaban a Francisco de Sales sin ninguna razón, y le causaban grandes
enojos. Aun así, cuando el líder de ellas vino un par de días después a pedirle
un favor importante, este siervo bendito de Dios inmediatamente le concedió
todo lo que él pidió con una cordialidad y una prontitud incomparable. Aquellos
que conocen toda la historia se vieron sorprendidos por su liberalidad, pero él
les contestó, ‘si él me hubiese pedido uno de mis brazos, yo se lo habría
dado.’ (Pere de la Riviere.)
Un ramillete Espiritual
Por qué no
soportamos aquellos a quien Dios mismo ha soportado, manteniendo en nuestros
ojos el gran ejemplo de Jesucristo orando por sus enemigos en la Cruz? Porque
ellos no nos han crucificado aún, ellos aún no nos han perseguido hasta la
muerte. Pero quién no ama a ese amado enemigo por quien Jesucristo ha orado,
por quien El murió? (Espíritu de San Francisco de Sales.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario