El cardenal Poli da consejos para vivir la Cuaresma
El cardenal Poli, en la celebración
de Miércoles de Ceniza.
Buenos
Aires (AICA): Miercoles 18 Feb 2015 | 15:01 pm El
arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, presidió la misa
solemne del Miércoles de Ceniza en la catedral porteña. En su homilía, propuso
a los cristianos “hacer oración en serio”, practicar el ayuno teniendo presente
a quienes pasan hambre, hacer una buena confesión y llegar a la Pascua sin
enemistades.
Cientos de personas asistieron este miércoles al
mediodía a la catedral metropolitana, haciendo un alto de sus obligaciones,
para participar de la misa de Miércoles de Ceniza que presidió el arzobispo,
cardenal Mario Aurelio Poli. En su homilía, el purpurado propuso a los cristianos
“hacer oración en serio”, recomendó hacer una buena confesión y llegar a la
Pascua sin enemistades.
El cardenal Poli presidió la misa de las 12.30 en la catedral, acompañado por el rector del templo, presbítero Alejandro Russo, y dos diáconos permanentes. Luego de la lectura del Evangelio, el arzobispo leyó el pasaje de un libro que recupera los consejos de un sacerdote del siglo I para vivir la Cuaresma, y enumeró algunas sugerencias.
El purpurado comenzó su predicación afirmando que muchos cristianos no creen firmemente en la vida eterna y “viven como si fuesen a quedarse como semillas”. Observó que Dios, conociendo que “somos flojos”, dispone de la Cuaresma para que hombre tenga tiempo de alcanzar misericordia y convertirse al Evangelio.
Oración, ayuno y limosna
El cardenal se refirió también a la oración, el ayuno y la limosna. En este sentido, propuso a los fieles que intensifiquen la plegaria y lean a diario las sagradas escrituras.
“Yo les propongo una oración en serio para esta Cuaresma. ¿Cuánto rezan a diario? Bueno, entonces, si se animan, recen el doble. Y pongan en el centro de la oración la Palabra. La Palabra siempre nos deja algo bueno, ¡es nuestra herencia! La Palabra no vuelve a Dios sin haber dado fruto en el hombre”, aseguró el purpurado.
El celebrante también habló del ayuno cristiano. Dijo que muchas personas se privan de alimentos por dietas o regímenes, y observó que muchos otros lo hacen porque no tienen para comer. Subrayó que “en la Argentina hay mucha gente que pasa hambre”, y definió que el ayuno cristiano “es para pensar en el que come salteado”. También propuso que el dinero ahorrado por cada comida evitada sea entregado a la caridad.
Reconciliación con Dios y con los hermanos
En otro tramo de su homilía, el arzobispo pidió hacer en la Cuaresma “una reconciliación buena con Dios y con los hermanos”, y subrayó que el cristiano no puede llegar a la Pascua sin una confesión general del año, como la que pide el catecismo.
El cardenal Poli también invitó a tener “gestos de grandeza” para superar los conflictos y las peleas. “No hagan caso a esa falsa conciencia que nos dice a veces «¿siempre yo tengo que ser el que da el primer paso? ¿Yo tengo que ser siempre el tonto?» Sí, porque vos sos cristiano”, dijo.
“No lleguemos a la Pascua sin reconciliarnos, porque pascua significa hombre y mujer nuevos. No seamos esclavos del pecado, de la enemistad, de la falta de perdón o de grandeza. Allí donde hay un puente roto, tengo que reconstruirlo. A la Pascua no se llega sin una reconciliación buena con Dios y con los hermanos”, concluyó.+
El cardenal Poli presidió la misa de las 12.30 en la catedral, acompañado por el rector del templo, presbítero Alejandro Russo, y dos diáconos permanentes. Luego de la lectura del Evangelio, el arzobispo leyó el pasaje de un libro que recupera los consejos de un sacerdote del siglo I para vivir la Cuaresma, y enumeró algunas sugerencias.
El purpurado comenzó su predicación afirmando que muchos cristianos no creen firmemente en la vida eterna y “viven como si fuesen a quedarse como semillas”. Observó que Dios, conociendo que “somos flojos”, dispone de la Cuaresma para que hombre tenga tiempo de alcanzar misericordia y convertirse al Evangelio.
Oración, ayuno y limosna
El cardenal se refirió también a la oración, el ayuno y la limosna. En este sentido, propuso a los fieles que intensifiquen la plegaria y lean a diario las sagradas escrituras.
“Yo les propongo una oración en serio para esta Cuaresma. ¿Cuánto rezan a diario? Bueno, entonces, si se animan, recen el doble. Y pongan en el centro de la oración la Palabra. La Palabra siempre nos deja algo bueno, ¡es nuestra herencia! La Palabra no vuelve a Dios sin haber dado fruto en el hombre”, aseguró el purpurado.
El celebrante también habló del ayuno cristiano. Dijo que muchas personas se privan de alimentos por dietas o regímenes, y observó que muchos otros lo hacen porque no tienen para comer. Subrayó que “en la Argentina hay mucha gente que pasa hambre”, y definió que el ayuno cristiano “es para pensar en el que come salteado”. También propuso que el dinero ahorrado por cada comida evitada sea entregado a la caridad.
Reconciliación con Dios y con los hermanos
En otro tramo de su homilía, el arzobispo pidió hacer en la Cuaresma “una reconciliación buena con Dios y con los hermanos”, y subrayó que el cristiano no puede llegar a la Pascua sin una confesión general del año, como la que pide el catecismo.
El cardenal Poli también invitó a tener “gestos de grandeza” para superar los conflictos y las peleas. “No hagan caso a esa falsa conciencia que nos dice a veces «¿siempre yo tengo que ser el que da el primer paso? ¿Yo tengo que ser siempre el tonto?» Sí, porque vos sos cristiano”, dijo.
“No lleguemos a la Pascua sin reconciliarnos, porque pascua significa hombre y mujer nuevos. No seamos esclavos del pecado, de la enemistad, de la falta de perdón o de grandeza. Allí donde hay un puente roto, tengo que reconstruirlo. A la Pascua no se llega sin una reconciliación buena con Dios y con los hermanos”, concluyó.+
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