Excelente editorial
CANDIDATO IMBATIBLE
“Por Alfredo Leuco”
Por qué Francisco reúne características de próceres que hoy podrían cautivar a cualquier votante?
*Le quiero hacer una confesión muy
personal. Ya tengo elegido mi candidato a presidente para el 2015. Ya me
convenció. Creo que no hay un argentino mejor que él para que conduzca los
destinos del país. ¿No me cree? Mi voto de confianza es para un
compatriota extraordinario que es lo mejor que se produjo en estas
tierras, tal vez, en toda su historia. ¿Sabe por qué lo quiero votar?
Porque tiene las virtudes, los valores y las ideas de los dirigentes políticos
fundacionales de nuestro país y porque por su capacidad revolucionaria debería
estudiarse en los colegios como muchos próceres de la argentinidad.
¿No me cree? ¿Le parece que exagero?
Lea y después me cuenta. Yo se lo
describo, le doy unas pistas para que entienda porqué siento tanta
admiración por ese hermano nuestro que está protagonizando una epopeya.
*De José de San Martín tiene el
coraje para pelear por la libertad de los pueblos y para enfrentar las más
grandes dificultades, incluso las que tienen el tamaño de la Cordillera de
los Andes.
Se siente un hombre libre
y quiere que todos los hombres sean libres.
*De Manuel Belgrano tiene la obsesión por la educación, la excelencia intelectual y la flexibilidad para moverse en todos los terrenos. También es creador de una nueva bandera de la fe.
*De Manuel Belgrano tiene la obsesión por la educación, la excelencia intelectual y la flexibilidad para moverse en todos los terrenos. También es creador de una nueva bandera de la fe.
*De Mariano Moreno tiene la voluntad
revolucionaria. La pasión por romper las burocracias del atraso y la
apuesta al cambio de las viejas estructuras. Por algo los conservadores ya
lo pusieron en la mira.
*De Hipólito Yrigoyen tiene su amor
por los más humildes, su lucha eterna para que la tortilla se vuelva, su
profunda fe democrática. Su segunda Biblia, su plataforma electoral, el
documento más importante que redactó, que sostiene que el Estado debe
intervenir para suturar las heridas que produce el mercado, es un producto
colectivo. Se realizó en la conferencia de Aparecida, con el aporte de pastores,
peregrinos y obispos, pero tiene la síntesis de un sabio. De un sumo
sacerdote. De un pontífice que piensa con ecumenismo y que no conoce lo
que es el odio. Todo lo contrario, ayer proclamó la cultura
del encuentro y llamó a “rehabilitar la política como una de las formas
más altas de la caridad”. Dijo que “entre la indiferencia egoísta y la protesta
violenta hay una opción de los oprimidos: el diálogo, el humanismo
integral”.
*De Juan Domingo Perón tiene su
habilidad para conducir, ese liderazgo carismático necesario para guiar la
organización humana más grande del planeta con 1.200 millones de fieles. Tiene
una sensibilidad especial y sabiduría popular que sólo se cosecha con
mucho pavimento recorrido. La picardía argentina en el mejor de los sentidos
y no la viveza criolla.
Tiene humor. Se podría cantar una
marchita que diga: “Por ese gran argentino/ que se supo conquistar/ a la gran
masa del pueblo/ con astucia clerical”.
*De Evita tiene su amor por los
grasitas y la mirada en la periferia. Su opción por los pobres, por los
cabecitas negras de La Matanza a Lampedusa. Ese abrazo que se dio con los Qom
que Cristina no recibió o con el indio Pataxo que le regaló su cocar y no
se arrodilló porque el Papa se lo impidió. La arenga para que nadie acepte la humillación
de nadie, para que se pongan de pie y se rebelen. Por eso dice que quiere
que los jóvenes hagan lío y salgan de la Iglesia. Para que ocupen las
calles con alegría y peleen por un mundo más justo, más solidario y
fraterno. Quiere que sean callejeros de la fe.
*Siembra amor y esperanza y lucha a
muerte contra los asesinos que utilizan la droga para matar pibes y los que
utilizan la trata para esclavizar mujeres pobres. De aquellos que rezan: “Papa
nuestro que estás en el Vaticano, santificado sea tu nombre”.
*De Arturo Illia tiene la austeridad
republicana y franciscana. Los votos de pobreza, el despojo de todo tipo
de vanidad o riqueza frívola.
No vive rodeado de millonarios
ni de estrellas mediáticas.
Se siente a gusto en las favelas
del mundo porque conoce profundamente nuestras villas miserias.
Pinta su aldea y por eso es
universal. No miente, predica con el ejemplo. Tiene las manos limpias, no hace
falta que presente su declaración jurada porque vive como piensa. Por eso
tiene autoridad moral para decir que se puede perdonar a los pecadores
pero no a los corruptos. No roba pero hace.
*Es argentino como pocos y no solo
porque nació en Flores en una típica familia de tanos inmigrantes. Por el
mate, el tango, su *San Lorenzo de Almagro* y el culto a la amistad.
Convoca multitudes apasionadas. Tiene olor a oveja, pero no acepta el
verticalismo ni la obsecuencia. Llama a que cada uno construya su propio
destino junto a sus hermanos más frágiles.
Propone cooperativas para recuperar
la paz, el pan y el trabajo y combatir la inflación y la inseguridad. Y si
no me creen, lean el documento de Aparecida que es la génesis de su
papado.
*Reparte estampitas cargadas de
futuro. Es emocionante ver como emociona. Ya produjo su primer milagro: que
todo el mundo quiera a un argentino. Y que la juventud recupere su lucha
por las utopías a su imagen y semejanza. Francisco fue forjado por dos matrices
que atravesaron la historia de nuestro país. Por el catolicismo y el peronismo.
En esas fraguas se formó.
En esas convicciones e ilusiones.
Muchas veces me pregunto qué me despierta tanta admiración al Papa si yo
no soy católico (NE. es de religión
judía) ni peronista, aunque a
veces me gustaría serlo. Para tomar lo mejor de ambos. Para tener un oído
en el pueblo y el otro en el Evangelio o en la doctrina, como decía
Monseñor Angelelli.
*Ya sé que no lo puedo votar. Ya sé
que no es candidato. Pero es el espejo que refleja lo mejor de este país.
Es el argentino que nos transmite esperanza y capacidad
transformadora. Es el Papa. Tranquilamente puede ser un presidente y
un prócer. Podrán imitarlo, pero igualarlo jamás.
Porque el país no está
temblando. Esta latiendo patriotismo, solidaridad y emoción.
“Se siente, se siente, Francisco
presidente”, podrían cantar las tribunas, como si el país fuera el viejo
Gasómetro Y si él no puede ser, que sea algún argentino que se atreva a
recoger su nombre y lo lleve como bandera a la victoria.
Aclaración: Tenía pensado escribir sobre la política doméstica. Pero hubo dos motivos que me “obligaron” a repetir con módicos cambios, esta columna que leí el viernes en Radio Continental. Primero, que tuvo una repercusión inédita por las redes sociales que superó cualquiera de las más de cuatro mil editoriales que escribí en 15 años. Eso me hizo sospechar que el texto tenía algún valor o representaba algún sentimiento. Y segundo, la osadía que tuvo Cristina de comparar a Néstor Kirchner con el Papa sin que se le cayera la cara de vergüenza.
Confundir el día con la noche, me
pareció too much.
Alfredo Leuco.
Alfredo Leuco.
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