Hoy la Iglesia celebra la Jornada Mundial de
la Vida Consagrada
Religiosas
/ Flickr / Iglesia en Valladolid / (CC-BY-SA-2.0)
LIMA, 02 Feb. 15 / 02:37 pm (ACI).- Hoy 2 de febrero, Fiesta de la Presentación del
Señor, la Iglesia también
celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que este 2015 cobra una
relevancia significativa al estar enmarcada en el Año de la Vida Consagrada
convocado por el Papa Francisco. Aquí algunos datos importantes sobre aquellas
personas que decidieron consagrar sus vidas al servicio de Dios.
La
vida consagrada está conformada por todos los bautizados que se consagran a
Dios a través del rito de profesión o el de consagración de vírgenes. Estos
fieles se comprometen a vivir la pobreza, castidad y obediencia, a través de
emisión de votos o promesas.
Entre
las ramas de la Iglesia Católica que hacen este ofrecimiento se encuentran los
institutos de vida contemplativa (varones y mujeres en comunidades
claustrales), institutos de vida apostólica (congregaciones religiosas
masculinas y femeninas, sociedades de vida apostólica), institutos seculares,
orden de las vírgenes consagradas y nuevas formas de vida consagrada.
Según
las estadísticas de la Iglesia Católica publicadas en octubre de 2014 por la
agencia vaticana Fides, hay en el mundo 1.216 obispos pertenecientes a órdenes
religiosas, 134.752 sacerdotes religiosos, 538 diáconos permanentes religiosos,
55.314 religiosos no sacerdotes y 702.529 religiosas.
Asimismo,
la Iglesia cuenta con 711 miembros de institutos seculares masculinos y 24.702
miembros de institutos seculares femeninos. Por otro lado el número de
seminaristas mayores religiosos es de 48.062 y los seminaristas menores
religiosos son 22.749.
En
noviembre de 2014 el Papa Francisco, ordenado sacerdote en la Compañía de
Jesús, envió una carta apostólica a todos los consagrados para señalar los
objetivos del Año de la Vida Consagrada, que se inició el 30 de noviembre del
2014 y que culminará el 2 de febrero del 2016.
El
primero es “mirar el pasado con gratitud” para “tener viva la propia identidad,
sin cerrar los ojos a las incoherencias, fruto de las debilidades humanas y
quizás también al olvido de algunos aspectos esenciales del carisma”.
El
segundo objetivo es “vivir el presente con pasión”, así como “el Evangelio en
plenitud y con espíritu de comunión”. Por último, el tercer objetivo es
“abrazar el futuro con esperanza, sin desanimarse por tantas dificultades
que se encuentran en la vida consagrada a partir de la crisis vocacional”.
Por
otro lado, en una nota publicada en Radio Vaticana, el Secretario de la
Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida
Apostólica, Mons. José Rodríguez, envió recientemente un mensaje con ocasión de
la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que se celebra hoy.
En
sus palabras, el Prelado animó a los consagrados a dar “testimonio gozoso,
alegre de la belleza de la vocación con la cual hemos sido enriquecidos sin
mérito propio”.
“Tenemos
que ser protagonistas de la cultura del encuentro de la que tanto habla el
Santo Padre. Hay que salir de nuestros nidos. La vida consagrada no puede ser
autorreferencial, la vida consagrada está para dar testimonio”, añadió.
Mons.
Rodríguez recordó que “el centro de nuestra vida comunitaria” es Cristo, “es a
Él a quien queremos seguir, es a Él a quien queremos entregar nuestra vida, es
a Él a quien queremos decir con renovado entusiasmo, con renovada pasión sí”.
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